sábado, 20 de enero de 2018

DIOS NOS LLAMA SIEMPRE

Colaboración de Paco Pérez
SÓLO CAMBIA LOS FORMATOS
A lo largo del tiempo y poco a poco, Dios fue moldeando al hombre para que cambiara su comportamiento y, con estilos distintos, les fue comunicando qué esperaba de ellos. Hoy se nos muestra cómo fue llamado Jonás por el Señor para que comunicara a los habitantes de Nínive su mensaje de salvación: [Debían modificar sus comportamientos equivocados.]. El pueblo comprendió que era verdad lo que les pedía y decidieron que debían cambiar, pidieron perdón por sus desmanes e hicieron sacrificios. Dios comprobó que el pueblo le respondió, los perdonó y no los castigó.


Este hecho real, analizado en su contexto histórico, nos deja visible una enseñanza digna de ser matizada. Para la mentalidad judía, lo correcto era que Dios sólo perdonara a ellos porque eran el “pueblo escogido” pero que ampliara ese perdón a los paganos de Nínive los descuadró.
Queda claro que ellos no veían, Él sí, que los ninivitas acogieran su mensaje de inmediato y ellos no. A pesar de los años transcurridos, ellos todavía no han aceptado que Jesús es el Mesías.
Pasan los años y Dios decide que ha llegado el momento de presentar su proyecto al hombre. Leemos MARCOS 1,14-15:
[Cuando  arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el evangelio de Dios.
Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed la Buena Noticia.].
Lo ocurrido a JuanEl Bautista” llevó a Jesús a iniciar su labor pero no lo hizo como continuador suyo sino como impulsor de una forma diferente de comunicar a los hombres los mensajes y de actuar para poner en práctica lo que les proponía. No les habló como Juan de bautizarse para ser perdonados y sí de conversión, no como un requisito que les evitara el castigo sino como un medio necesario para acceder al Reino de Dios que llegaba.
Al hablarles del Reino lo hacía con palabras y con obras, era todo tan real que solucionaba los problemas del pueblo: Dándoles de comer, curándolos de sus enfermedades, perdonándoles sus errores, dando acogida a todos para no establecer clases sociales diferenciadoras…
Así es como mostraba al hombre la imagen de Dios, un Padre justo y misericordioso que quería a todos de igual manera y que deseaba ofrecerles un mundo mejor donde el mal no triunfara para que así todos pudiéramos ser felices.
Este proyecto de Dios fue presentado al hombre por Jesús y, tanto antes como ahora, estaba concluido para ser puesto en marcha; sólo le faltaba que fuera recibido por los hombres con un espíritu renovado y cargado de confianza y fe en su contenido… ¡¡¡Sigue vigente!!!
Después de Jesús, los apóstoles continuaron su labor y hoy se nos muestra a Pablo dirigiéndose a los corintios. Él les habló usando un formato de la vida del hombre que era muy entendible, la comparó con una representación teatral en la que cada uno tenemos asignado un papel diferente cuando actuamos en el mundo laboral, en nuestro estado civil, en nuestras creencias religiosas… Con esta realidad los llevó, y nos lleva, a un punto común, Dios sólo nos pide que seamos responsables en el desempeño de nuestro papel, sea éste el que sea.
Contextualizando estos hechos debemos aclarar que estaban orientadas estas palabras hacia esta creencia cristiana: Estaba cercana la segunda venida de Jesús y también el final de los tiempos. Por ese planteamiento les aconsejaba abandonar lo innecesario para que se centraran en lo fundamental, ser fieles a Dios siempre desde el papel que a cada uno nos tocara desempeñar en esta vida.  
En nuestros días nos ocurre como a los judíos: Nos consideramos perfectos, no reconocemos nuestras miserias, vemos las de otras personas, las juzgamos sin miramientos y las condenamos. Como ocurrió hace años en Nínive, hoy, Dios nos está advirtiendo y pidiendo que cambiemos… ¿Estamos dispuestos a escuchar en silencio su mensaje y a ponerlo en marcha?
Jesús tomó el relevo de JuanEl Bautista” y nosotros debemos continuar practicando el ejemplo que Él nos enseñó. Para ello tenemos que cambiar esta realidad incorrecta: [La Biblia es un libro religioso que adorna los muebles de casa y que nadie lee.].  
El día que decidamos leerla nos daremos cuenta que es algo totalmente distinto… ¡¡¡Una forma de vivir!!!









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