viernes, 23 de abril de 2021

REFRANERO VILLARGORDEÑO

                                    Colaboración de Paco Pérez

AUTÓCTONO Y POPULAR. 

SU HISTORIA

Capítulo I

El REFRÁN es:
- Según la RAE:
[Dicho agudo y sentencioso de uso común.].
– Según otras publicaciones:
[Frase de origen popular que se repite desde siempre con las mismas palabras para comunicar a quienes escuchan un pensamiento moral, un consejo o una enseñanza.].
Los villargordeños, como buenos jiennenses o jaeneros que somos, tenemos nuestros refranes locales y una forma de hablar tan de nuestra tierra que, a veces, cuando visitamos los lugares típicos de Andalucía o de España y pasamos cerca de personas que nunca hemos visto éstas nos sorprenden cuando, de manera inesperada, alguien reconoce nuestro timbre de voz y nos pregunta:
- ¿Son ustedes jiennenses?
Me ha ocurrido varías veces en Nerja (Málaga) y, la verdad, en ese instante me quedé sorprendido pero reaccioné, les confirmé que habían acertado y les pregunté intrigado:
- ¿Nos conocemos?
Me contestaron negativamente, me quedé aún más sorprendido con la respuesta recibida y les pregunté de nuevo:
- Entonces… ¿Cómo han identificado nuestro gentilicio?
Porque conocemos a unas personas que son de Jaén y ustedes hablan como ellos, por esa razón hemos identificado con facilidad su origen.
Ahora, con el recuerdo de aquel encuentro, me viene a la mente el texto de un refrán de Jaén que es muy popular en nuestros pueblos y en él se retrata muy bien otro aspecto que también sirve para identificar a los jaeneros allá donde estén, el amor que tenemos a nuestra tierra:
1.- A quien Dios quiso bien casa le dio en Jaén.
 – Así manifestamos lo contentos que nos sentimos por el hecho de haber nacido y vivir en nuestra querida tierra.
Hasta es posible que éste otro también nos aglutine:
2.- En todos los pueblos se cuecen habas.
- Los problemas y los disgustos están en todas partes y circunstancias.
Extrapolando un poco el significado de éste otro también podríamos decir con él que, los jaeneros, además de las formas de hablar también tenemos refranes que están muy popularizados en muchos pueblos de la provincia, además de los autóctonos de cada lugar.
Un tiempo después me acordé de estas conversaciones espontáneas y hablando con mi esposa de ellas comenzamos a recordar, y a escribir, algunos de los “dichos” de nuestro querido Villargordo que empleamos con gran frecuencia, unas veces oportunamente pero otras…
3.- ¡Porque sí, ea…Ya está!
Es decir, porque nos sale de los cojones o...
Ahora vamos a continuar mostrando otros REFRANES que utilizamos también con frecuencia y que, además, son AUTÓCTONOS:
4.- ¿Esto es Jimena, ni pollas?
- Reproche utilizado contra alguien cuando unos amigos acuerdan reunirse en un lugar y después uno de ellos incumple lo acordado.
HECHOS que lo originaron:
Desde que lo pronunció por primera vez D. Francisco Bautista Tirado es muy popular en nuestro pueblo. Fue una creación espontánea que le brotó del alma para reprochar a quienes viajaron directamente hasta Jódar la informalidad que tuvieron al no acudir a Jimena para almorzar en grupo, tal y como habían acordado unas fechas antes de iniciar el viaje.
Ocurrió a finales de la década de los cincuenta, eran unos tiempos difíciles en los que, a pesar de ello, algunos pueblos tenían equipo de fútbol sin federar. Como había pocas diversiones pues una manera de hacerlo era jugando al fútbol y para ello organizaban partidos con otros pueblos próximos mediante el intercambio de las visitas, en esta ocasión se disputaría el partido Jódar-Villargordo.
Unas fechas antes el desplazamiento quedó acordado y organizado. Nuestro equipo viajaría por la mañana en dos taxis, antes del partido tendrían un acto de convivencia durante el almuerzo y éste sería en un bonito paraje de Jimena, para ello llevarían alimentos y bebidas. Después continuarían la marcha y llegarían a Jódar un poco antes del partido… ¡Todo estaba bien programado!
Pero, como los actores no cumplieron el plan acordado y el refranero es muy sabio, pues esos hilos invisibles que lo mueven todo entraron en juego y se cumplió el mensaje de este otro:
5.- El hombre propone y Dios dispone.
– Las personas decidimos hacer cosas y después, si no cumplimos bien nuestro cometido, el resultado final se estropea.
Como la noche anterior D. Francisco se lio más que un trompo echando la liguera con los amigos pues trasnochó y, al día siguiente, no llegó puntual a la hora de iniciar el viaje. Estas realidades hicieron que uno de los coches se quedara esperándolo y el otro, el de intendencia, se fue delante completo para esperar al retrasado en el lugar de encuentro acordado. Por despiste o putada dirigida a él, no se habló de ello nunca, el primer coche se fue directo a Jódar y el que salió tarde hizo la parada programada en Jimena.
Llegó la hora de ligar y comer, el mono llamaba al estómago, la preocupación por lo que pudiera haberles ocurrido también entró en juego y, hechos un lío, decidieron irse para Jódar.
Cuando los rezagados llegaron y los vieron comiendo y bebiendo, como si no hubiera pasado nada, se mostraron enfadados pero D. Francisco, el único mayor del grupo, les habló muy tranquilo y, con aquella gracia que tenía para decir las cosas cuando estaba pintón o con resaca, preguntó varias veces… ¿Esto es Jimena ni pollas?
Cuando escucharon sus palabras todos comenzaron a dar carcajadas y así, en unos segundos, del enfado pasaron a la fiesta y se olvidaron de lo ocurrido y dicho.
6.- Estás más enamorao que el burro de Blasico.
- Se lo decían los hombres a aquellos amigos que se quedaban embobalicados al ver pasar a la mujer que amaban.
HISTORIA de este REFRÁN:
Los hechos ocurrieron, más o menos, a finales de los sesenta y los presencié cuando era un mozalbete, después se comentó mucho lo ocurrido y se popularizó en Villargordo.
Éste era un señor que vivía en el “Pecho la Ermita”, en su domicilio tenía una frutería-carbonería y cada día recorría las calles del pueblo con un carro tirado por un burro para vender sus productos y así poder dar de comer a su familia numerosa. Era mediodía, yo estaba en la puerta de la calle y observé desde la distancia cómo llegaba Blasico a su domicilio y aparcaba el carro tirado por el animal en la calle frente a la puerta de la frutería-carbonería, quedó orientado hacia “El Paseo”, y cómo entraba en la carbonería-frutería. Unos minutos después pasó Pedro Cañuelo por la esquina de Rosendo, iba hacía la calle La Luna, llevaba una burra que iba aparejada con un serón y en él transportaba unas cajas de gaseosaLa Casera”.
Cuando el burro vio venir a la burra comenzó a “rebuznar” y salió corriendo hacia ella, ésta se asustó y huyó hacía “El Paseo” porque el macho iba detrás, el muchacho corría llevando cogido el ronzal por el extremo, el pavimento de la calle era de piedras y eso hacía que el carro fuera dando saltos y desprendiendo una densa nube de polvo negro que salía de la agitadísima bolsa del carbón y, a la vez, las gaseosas salían despedidas del serón de la burra y daban fuertes explosiones al caer… ¡Menudo espectáculo ofrecieron los animales inesperadamente!
Al llegar al estrechamiento de la calle “El EmbudoPedro tuvo que elegir entre soltar el ronzal o estrellarse contra la esquina, optó por soltar la cuerda y, sin conductor, la carrera amorosa acabó en la esquina de Jiménez, hoy CajaSur, cuando unos señores lograron detener a los animales desbocados. Lo más importante fue que acabó sin atropellos.
 

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