martes, 12 de febrero de 2013


CARNAVAL 2013
Mirando al pasado

Colaboración de José Carlos Castellano

Esta fiesta está muy arraigada en Villargordo porque tiene su historia propia, es decir, sus peculiaridades.
A alguien se le ama cuando se le conoce a fondo y, una vez conseguido el grado perfecto de conocimiento, recorrer el camino juntos es más fácil. Eso es lo que le ocurre al CARNAVAL, al pueblo y a Manolillo, que ya llevan muchos años entroncados.
Manolillo ya murió y, cuando aún vivía, lo visitaron en su domicilio José Gómez Marfil, Paco Pérez y un grupo de alumnos de CUARTO de Primaria. Fue una actividad encuadrada en salidas al entorno y programada en el “Plan de Centro”. Tenía la finalidad de que lo conocieran, charlaran con él y así ellos pudieran escuchar en vivo su experiencia en el Carnaval de Villargordo.

Si esta fiesta tiene alguna historia relevante y merecedora de ser recordada y contada es el legado dejado por D. Manuel Moreno Pérez, conocido popularmente como Manolillo “El de Visitación”. Este gran hombre nació en 1910 y lo hizo en un lugar muy popular para los pueblos de Mengíbar y de Villargordo, el “Molino de Agudo”. En el momento de venir al mundo sus padres estaban trabajando allí como caseros. El lugar es muy conocido por los habitantes de ambos pueblos pues está junto a la carretera, a dos kilómetros de Mengíbar y a seis de Villargordo. Tuvieron sus padres cuatro varones y dos hembras.
Se casó con Agustina Jiménez Jiménez y tuvieron cinco hijos: Visitación, Francisca, Juan Antonio, Miguel y María del Carmen.
Para ganar el sustento de la familia trabajó siempre en las labores del campo como obrero agrícola.
Decir que Manolillo ha sido el compositor más genial que hemos tenido para las letras de las comparsas carnavaleras no es exagerar y sí decir la verdad porque él conocía el pueblo y sus gentes a fondo debido a sus relaciones con ellos en el mundo laboral. Si a esta circunstancia le unimos su genio creador y, además, lo ponemos de protagonista en sus canciones pues nos resulta el personaje inolvidable que fue.
Manolillo reunía las condiciones de investigador, recopilador de datos, escritor, poeta, músico y actor cómico. De no ser así jamás hubiera podido componer sus célebres canciones, esas obras maestras que nos dejó y que ya forman parte de la historia de nuestro pueblo.
En aquella visita que le hicieron les contó cómo formaba sus “Comparsas”, con los hombres y mujeres que trabajaban con él en las cuadrillas de braceros segando el trigo o la cebada, quitando las malas hierbas o recolectando la aceituna. Todos querían participar porque se lo pasaban muy bien en los ensayos y en los días de la fiesta y, además, porque recibían de los paisanos algunos regalillos que les venían muy bien en aquellos años de penuria económica pues, según les comentó, sacaban unas buenas pesetas.
Los días de la fiesta recorrían las calles y plazas del pueblo y en esos escenarios improvisados representaban sus actuaciones.

Fueron numerosas sus creaciones pero se recuerdan y, de manera especial, las dos que he logrado rescatar en conversaciones mantenidas con familiares de los protagonistas o con vecinos de aquella época:

1.- El aceite de los "Charcones"

Manolillo vivía junto a José “El del huerto” y como frente a su casa pasaban y pasan, al descubierto, los desagües del pueblo pues durante la recolección de la aceituna bajaba algún aceite cuando las cooperativas soltaban las jamilas.
Los villargordeños, en esas fechas, hacían pozas junto a la reguera y luego castraban lo que podían de ese aceite que flotaba al quedar retenidas en ellas las jamilas, lo usaban para hacer jabón casero.
Una noche bajaron a castrarlo una abuela, su nieta y el novio. Como la casa de Manolillo tenía una situación privilegiada pues lo que observó lo plasmó en esta canción:

De los que cogen aceite,
en el huerto de José, te contaré.
Lo sé porque vivo enfrente,
y de lo que pasaba,
yo me enteraba muy bien.

Una noche vi a unos,
con un candil y un latón,
y al llegar a la reguera,
corría aire y el candil,
se le apagó.

Oí que decía una:
Aquí estaremos mejor,
juntos los dos.
Y si me manchó la ropa,
como llevo aceite,
haré bastante jabón.

Subieron para su casa,
y a la madre le decía:
- He cogido mucho aceite,
pero de manchas,
traigo la ropa perdida.

- Alto mejor te lavaras,
y te quitaras, ese mandil.
- Yo culpa de nada tengo,
si con el aire,
se apagaba el candil.

2.- La riada de José Ignacio

Un año llovió muchísimo y unos vecinos se reunieron en la casa de uno de ellos, jugaron a las cartas, bebieron toda la noche y, cuando quisieron salir al amanecer, se encontraron con que estaban aislados por las aguas.
Las familias se movilizaron y las peripecias que se vivieron para su rescate fue el contenido de esta canción.

Que tengan muy buenas tardes,
el Alcalde y su señora,
que nos han dado permiso,
para cantarles ahora.

Lo que ha sucedido,
hace poco en este río.
El veinticinco de enero,
se pusieron a jugar,
una cuartilla de vino,
José Ignacio y José Juan,
y también Saturnino,
que les acompañaba  al vino.

El río tomando agua,
y la noche que se acerca.
Ellos seguían jugando,
y nadie se daba cuenta.

A otro día, cuando amaneció,
se asomaron a la puerta:
- No tenemos salvación.

- ¿Y ahora, qué hacemos? /Estribillo.
- ¡Remedio, ya no tenemos! /Estribillo.

El hijo de José Ignacio,
a las cinco de la mañana,
se montaba en su borrico,
y el río lo tanteaba,
y en casa del “Cenizo”,
allí lo depositaba.

Se volvió para su casa,
pasando, miles fatigas.
Y abrazándose a sus padres, les decía:
- Que ruina padres míos.
Y sus padres respondían:
- En lugar de tanto jugar,
hubieras aprendido a nadar.

- ¿Y ahora, qué hacemos? /Estribillo.
- ¡Remedio, ya no tenemos! /Estribillo.

El hijo de Saturnino,
que su bicicleta, veía.
A todo el mundo decía:
- Como se la lleve el río,
me mato con la escopeta,
dejadme, dejadme,
que yo quiero suicidarme.

Una muchacha que había,
a su madre le decía:
- Lástima de tiempo perdido,
no tenemos, salvación.

Los bomberos han llegado,
a salvar a José Ignacio.
- De los siete que han llegado,
cuatro, se han mareado.

- ¿Y ahora, qué hacemos? /Estribillo.
- ¡Remedio, ya no tenemos! /Estribillo.

A la una de la tarde,
tres guardias civiles,
de Mengíbar, han llegado.

Uno que sabía nadar,
se tiró valiente al río,
sin temerle a la riá.

Con una barca
y sogas de maromillo,
que iban añadiendo.

El hijo de AntonioCenizo
se tiró al río, a salvar:
a José Ignacio, a José Juan y a Saturnino,
que era buen vecino.

Sacaron a las mujeres,
y a los niños más pequeños.
Los hombres salían,
cada cual como podía.

- ¿Y ahora, qué hacemos? /Estribillo.
- ¡Remedio, ya no tenemos! /Estribillo.

Los hijos de Saturnino,
salían con la chaqueta,
uno con la gabardina,
otro con la bicicleta.

Los pobres salían
con mucha alegría.
Las mujeres y los niños,
al pisar la carretera,
daban saltos de alegría,
al ver que ya estaban fuera.

Ahora dice José Ignacio,
que se quita de hortelano,
como no le hagan la casa,
cerca de la Venta del Llano.
- No quiero más huerta,
teniendo el río tan cerca.

- ¿Y ahora, qué hacemos? /Estribillo.
- ¡Remedio, ya no tenemos! /Estribillo.

Letra facilitada por Antonio Mejías, Alias “Cenizo”, en el año 2005. Este señor aún vive y fue protagonista en los hechos cantados.

LETRAS ORIGINALES DE:
Manolillo El de Visitación”.




FIESTA
DE
DISFRACES Y COMPARSAS

Colaboración de José Carlos Castellano Calles

En la noche del sábado estuve en la “Gala de Carnaval” celebrada en el complejo Polideportivo.
Sólo tomé fotos de la única comparsa que se presentó.




Cantaron CINCO canciones con temas de actualidad locales y los entonaban con los ritmos de algunas piezas musicales muy conocidas.
TEMA: La crisis.
RITMO: Sevillanas “El Mani

Ay que no como no como,
que ay, que no como este mes,
que llevo dos años en paro
y no me sacan al PER.
Y yo ya no sé qué hacer,
pa ganarme 4 duros
y criar a mi churumbel.

Pedí ayuda a la Cruz Roja
y me alimenta muy bien.
Y me alimenta muy bien,
100 kilos de macarrones
y ya, te averiguas tú el mes.

No tengo pa la hipoteca,
ni pa el recibo del agua,
ni tampoco pa la luz.
Mama, el recibo este mes
me lo tienes que pagar tú.

..........ooo000ooo..........

Ayer me hice un puchero
con 5 litros de agua,
le eché sus garbancitos
y su trozo de hueso blanco,
se me salía de la olla.

Como le eché tanto caldo,
pa otro día me hice una sopa.
Pa otro día me hice una sopa,
yo le eché sus fideítos,
y su muslito también
y la carne que ha sobrao,
croquetas me he puesto a hacer.

Hay que ahorrar,
hay chiquillo que hay que ahorrar,
que con esto del ahorro,
no voy a poder comprar ni un pañal
por si mea el zagal.

………………….ooo000ooo………………….

Ve corriendo que te sellen,
esa cartilla del paro.
Esa cartilla del paro,
que la cola es más larga
que el casting de “Gran Hermano”.

Esos si que son más listos,
cobran por estar chingando
y yo pa un polvo que echo,
y encima, marraneao
cuando me quiero dar cuenta
el tío ya ha teminao.

Fíjate, fíjate si me ha gustao,
tú explorándome la zona
y yo pensando cómo me la voy a ingeniar,
pa comprar en el Mercadona.

Esta es una muestra de su actuación, interpretaron otras CUATRO  canciones y en ellas trataron con espíritu crítico estos otros temas:
1.- Los chinos.
2.- Generación Ni-Ni.
3.- Las cosas de Paquita “La guindilla”.
4.- El Recreo.


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