domingo, 23 de junio de 2013


¿QUIÉN ES JESÚS?

Colaboración de Paco Pérez

LECTURAS
ZACARÍAS 12, 10-11; 13,1
Así dice el Señor:
- Derramaré sobre la dinastía de David y sobre los habitantes de Jerusalén un espíritu de gracia y de clemencia.
Me mirarán a mí, a quien traspasaron, harán llanto como llanto por el hijo único, y llorarán como se llora al primogénito.
Aquel día, será grande el luto en Jerusalén, como el luto de Hadad-Rimón en el valle de Meguido.
Aquel día, se alumbrará un manantial, a la dinastía de David y a los habitantes de Jerusalén, contra pecados e impurezas.


GÁLATAS 3, 26-29
Hermanos:
- Todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. Los que os habéis incorporado a Cristo por el bautismo os habéis revestido de Cristo.
Ya no hay distinción entre judíos y gentiles, esclavos y libres, hombres y mujeres, porque todos sois uno en Cristo Jesús.
Y, si sois de Cristo, sois descendencia de Abrahán y herederos de la promesa.

 
LUCAS 9, 18-24
Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó:
- ¿Quién dice la gente que soy yo?

Ellos contestaron:
- Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Él les preguntó:
- Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Pedro tomó la palabra y dijo:

- El Mesías de Dios.
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió:
- El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.

Y, dirigiéndose a todos, dijo:
- El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.


REFLEXIÓN
La interrogante también se planteó a las personas en el pasado y por sus respuestas, reflejadas en la Biblia, sabemos qué conocimiento tenía el pueblo llano o Pedro de Él. Ambas son una muestra que nos servirá de ayuda y, por ella, comprenderemos y meditaremos sobre la diferencia que hay, entre ambas, sobre el conocimiento que los hombres de todos los tiempos tenemos sobre quién es Jesús. La primera nos muestra un desconocimiento absoluto de quién es y por la de Pedro podemos interpretar que es una respuesta de catecismo… ¿En qué me apoyo para vislumbrar esta afirmación?
Pedro reaccionó con violencia cuando apresan a Jesús, Él no. Lo niega tres veces… ¿Son pistas fiables?
Pedro reacciona así porque tenía un concepto erróneo del Mesías, esperaba a un liberador guerrero para acabar con la opresión que Roma ejercía sobre el pueblo.
Cuando llega el momento cumbre, la “Pasión y Muerte”, el apóstol descubre realmente su grandeza, el fundamento de su ejemplo de vida, el contenido de su mensaje y, por él, ya CONOCE de manera exacta al MAESTRO.
Cuando hace ese descubrimiento ya sí sabe qué camino debe de seguir y entonces es cuando se convierte en el faro que iluminaría a los cristianos de su tiempo, y futuros, por eso lo nombró Jesús cabeza de la IGLESIA al fundarla.
Por este ejemplo se puede sacar la conclusión de que Dios sabe siempre de nuestras debilidades, que le vamos a fallar más de una vez y, sobre todo, que cuando lo conozcamos de verdad ya no le fallaremos más.
El camino para conocerlo no está sólo en la historia que sobre nuestra religión encontramos en las lecturas bíblicas, en ir a misa, en hacer cuatro donativos con lo que nos sobra… Quienes consideren que ese es el camino deberán de mirar a Dios, en sus oraciones, con los ojos bien cerrados y entonces tal vez lo encuentren en el interior de su espíritu. Opino así porque en ese momento no nos valen los engaños personales ni sociales, estamos ante quien conoce a fondo lo más recóndito de nuestro ser.
Mi PROPUESTA para intentar descubrir quién es Jesús:
1.- Profundizar en la Biblia para conocer el hecho histórico religioso.
Por esa línea conocemos como Zacarías profetizaba sobre ciertos temas concretos. Les anunciaba las concesiones que haría el Señor a la dinastía de David y a los habitantes de Jerusalén. Finalmente les habla de los efectos salvíficos que les haría, limpieza de pecados e impurezas.
Aquí comprobamos como el Padre va preparando a su pueblo poco a poco.
Pablo predicó su creencia, formó comunidades y, para ayudarles a caminar hacia el Padre, escribe esta carta a quienes vivían en Galacia.
Hoy queda muy claro cuál es el efecto transformador que ejercen la FE y el BAUTISMO sobre las personas que creen en Dios:
- Por la FE en Cristo Jesús somos incorporados a la condición de “Hijos de Dios”.
- Quienes por el BAUTISMO se incorporan a Cristo por él quedan  revestidos de Cristo.
- Ser de Cristo nos lleva a ser descendientes de Abrahán y herederos de la promesa.
- Adquirida esa condición la igualdad entre las personas será total, sin que la raza, el sexo, la piel… sea un elemento discriminatorio.
¿Hubiéramos conocido este planteamiento sobre Jesús y el hombre si no hubiéramos leído este texto bíblico?
En el texto de Lucas se nos muestra con claridad que, a lo largo de la historia del pueblo de Dios, el hombre no tiene claras la ideas sobre quién es Jesús. Ocurrió con sus coetáneos, en las épocas siguientes y en nuestros días.
2.- Poner en marcha dos acciones diarias y simultáneas:
- La ORACIÓN ante el Padre para hablarle de nuestros asuntos, errores y propuestas.
También debemos de acordarnos de María para darle las gracias por lo que nos regaló, solicitarle su ayuda y rogarle que interceda ante su hijo para que eleve nuestras peticiones al Padre.
- La puesta en marcha de acciones PRÁCTICAS que demuestren nuestra comprensión de su MANDAMIENTO:<<Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimos como a ti mismo>>.
3.- Trazar un plan de mejora para nuestro comportamiento cristiano diario guiados por las directrices que emanan de la Biblia, donde se contemplan las propuestas de mejora que nos regaló Jesús con su ejemplo. Cada cual debe de empezar por tirar de su cruz y, cuando domine ese campo, seguirá ampliando su actuación en otros frentes.
Desde que vino Jesús ya no nos vale alegar ignorancia, hay que conocerle a fondo y después comenzar a cambiar.
4.- Ser TESTIGOS de Jesús y para ello daremos testimonio de nuestra creencia, sin miedo. Tenemos que estar preparados para hacerlo con argumentos de VIDA y no con rutinas, lo que hemos hecho en el pasado: Hay que actuar en silencio y nuestras obras hablarán por nosotros a favor de Cristo.
5.- FORMAR una “Comunidad parroquial”, sincera y abierta, que encauce estas inquietudes bajo la batuta de nuestro guía espiritual, el párroco.

Esta es mi interpretación para hoy pero como estoy seguro de que habrá más pues adelante porque de eso se trata y porque nos convoca el mismo, Jesús.

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