jueves, 20 de junio de 2013


REALIDADES

DE

UNO QUE FUE MAESTRO

Colaboración de Paco Pérez
 
Lo que os voy a mostrar ocurrió en mi aula el 5 de junio de 2008. Ese día realizamos la evaluación escrita del tema de Conocimiento del Medio titulado: <La HISTORIA>.
Cuando se nos habla de las respuestas graciosas que, a veces, se dan durante los exámenes solemos creer que son inventos de quienes lo cuentan, pues estamos equivocados y lo afirmo porque ese día pude comprobar que son ciertas.

Siempre que les aplicaba una prueba escrita solía imprimirles en la multicopista el cuestionario pues si ellos copiaban las preguntas les restaba tiempo y, consecuentemente, la reflexión era menor y se precipitaba la respuesta. A pesar de todas esas medidas algunos no aprovechaban esas facilidades. La mejor prueba de lo que digo está en las preguntas que les propuse y en sus respuestas:
1.- ¿Qué es para ti la Historia?
- Es un refrán y ahí puedes ir tú a estudiar.
2.- ¿Explica qué es un siglo?
- Una eternidad de siglos.
3.- Escribe todo lo que sabes de:
* La Prehistoria:
- Es un castillo.
* La Edad Antigua:
* Un cuadro.
* La Edad Media:
- Los calcetines que se pone mi mama cuando hace mucho frío.
* La Edad Moderna:
- Un poema de muchas letras.
* La Edad Contemporánea:
- Ésta no la sé.
En la siguiente pregunta hubo dos respuestas muy curiosas:
4.- ¿Qué has aprendido sobre “Fuente histórica”?
- Donde los hombres podían beber agua.
- Un conjunto de fuentes formadas por historiadores.
Dicen los expertos en criminología que el asesino es detenido, muchas veces, porque vuelve al lugar del crimen.
En el caso de este mal estudiante se puede afirmar que hay una similitud con el anterior porque pude comprobar que  acabó respondiendo como empezó, es decir, con respuestas insólitas. Juzguen:
5.- Nombra las principales “Fuentes históricas”.
- Un castillo, un cuadro, un refrán y un poema.
Alguien dijo:
- <<Los buenos estudiantes nunca fallan y los malos sí>>.
Pues se podría afirmar que ese alguien lo dijo porque nunca se preocupó de descubrir las causas por las qué algunos alcanzan esos calificativos. De hacerlo hubiera descubierto que los malos fallan porque no tienen ningún interés por aprender y, de haberlo tenido, hubiera comprobado que, la mayoría de las veces, también es fruto del nulo ambiente cultural o del poco interés que hay en sus familias por ese tema.
Alguien dijo también:
- <<No se necesita una buena educación para caminar por la vida>>.
Ese alguien nunca debió de preocuparse de ayudar a sus hijos en las tareas que debían de hacer en casa por las tardes, de estar cerca de ellos para corregirles su conducta, de enseñarles comportamiento y, sobre todo, de sacrificarse por ellos .
Por lo dicho anteriormente puedo afirmar que algunos niños flotan en las aulas muchos años de su vida escolar. Lo hacen porque llevan en su interior unos globos llenos de un no sé qué y ese no sé qué es el que les hace no poner los pies en el suelo. Esos globos son, para ellos, los únicos temas que realmente les interesan y a los que los adultos prestamos poca o ninguna atención. El día que logran soltarlos ponen, por primera vez, los pies en su sitio y entonces se comportan con total normalidad, las respuestas incoherentes dadas en el pasado quedan convertidas en anécdotas jocosas y, con el paso de los años, en añoranzas irrepetibles.
¡¡¡Ay, de aquellos/as que no logran soltar sus globos a tiempo y se les enquistan en el interior del coco!!!   
Lo que les relatado es fruto de las experiencias que viví durante los treinta y nueve años felices que pase en el aula, conviviendo a diario con los peques y con otros no tan peques. En nuestro querido Colegio había un sistema de trabajo, muy de mi agrado, que nos permitía rotar desde primero hasta octavo en E.G.B. y después, con la actual ley, hasta sexto.
Al comenzar el curso compraban los alumnos un libro de lectura y, como trabajábamos en coordinación las dos líneas, cada grupo compraba un título diferente y luego se lo intercambiaban… ¿Por qué les cuento esto?
Porque así fue cómo leyeron, hace ya bastantes años, una promoción de alumnos/as el libro titulado: ¡Suelta el globo!
En este libro se nos presenta cómo los padres queremos mucho a nuestros hijos pero ese amor, a veces, se convierte en pernicioso y nos lleva a no comprender que los atamos con cuerdas invisibles y que, en el momento adecuado, debemos de aflojarlas porque los tenemos prisioneros en la cárcel de nuestros temores o miedos.
En ese libro se comprueba esta realidad y por ello lo deseable será que un día el niño pueda liberarse de esas cuerdas que son los problemas a los que estaba amarrado aunque tuviera sus pies y manos libres. El día que ocurre eso es cuando hace lo que más deseaba hacer y que no podía hacerlo porque se lo tenían prohibido… ¡¡¡Subirse a uno de los árboles que había en el jardín de su casa y el día que lo hizo armó la marimorena!!!
¿Somos conscientes del valor que tiene para la autoestima de una persona el cortarse las cuerdas de los globos psicológicos que le atenazan el espíritu?
Lo mejor será crear a los críos un clima sin problemas, esos que los amarra al complejo, les hace perder la alegría y los lleva al fracaso escolar.
Ahora, hagan un clic en John Clement Sumner.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario