jueves, 1 de abril de 2021

LAS AMAPOLAS

                          Colaboración de Paco Pérez

SU BELLEZA ADORNA AHORA NUESTRO ENTORNO

Llevo años fotografiando la belleza de las  amapolas que nacen en los primeros días de primavera en nuestros campos sin haber sido cultivadas por los hombres y, la verdad, nunca había reparado en las curiosidades que pueden ofrecernos cuando nos acercamos hasta ellas sin la prisa que solemos mostrar cuando salimos de casa a diario, así es como lo estoy haciendo este año.

Al principio había pocos ejemplares y las que encontraba se mostraban diseminadas pero podía observarlas desde la distancia con facilidad por su inconfundible y bello color rojo, ilusionado me encaminaba hacia ellas y ya sólo me preocupaba de grabarlas. Cuando daba por concluida la sesión cerraba la cámara, iniciaba el camino inverso y, al llegar a casa, las descargaba, las clasificaba y, con avidez, las observaba en la pantalla del ordenador.
Después de darles una pasada rápida repetía la operación, ponía la criba con los aliviaderos más pequeños y movía a hasta la papelera a las que no reunían el grado de excelencia deseado, la culpa de su poca calidad la tenían la
luz que había y el viento que soplaba en esos momentos pues al obtenerlas con ese baile intermitente y el exceso luminoso las estropeaba.
Todos sabemos que la
luz es muy necesaria, también para la fotografía, pero la de la mañana es muy intensa y hay que manejarla acertadamente para que el exceso que nos ofrece la Naturaleza a esas horas en el campo no actúe como elemento entorpecedor, la grabación debemos hacerla con las condiciones adecuadas de luz y sin viento. Realicé muchas tomas y así pude obtener unas pocas con calidad óptima. La luz podemos controlarla algo con la cámara pero con el viento lo único que podemos hacer antes de disparar es esperar a que amaine para que la escena elegida no se mueva.
El día que amaneció nublado comprobé que todos los elementos eran positivos y como hacía unas fechas que no había salido pues comprobé que las plantas se habían desarrollado mucho y la floración era abundante.
Cuando grababa en el pasado las amapolas sólo me preocupaba de observar su belleza y la que ofrecían insertadas con otras de su entorno pero nunca reparé en que la imagen que ofrecían era diferente. Este año sí lo he hecho y he comprobado las variedades de “amapola roja” que hay en nuestro entorno, conocida científicamente como Papaver rhoeas” y perteneciente a la familia de las “Papaveráceas. Veamos esta variedad:






La sorpresa mayúscula de este año me la llevé cuando descubrí una posible nueva clase de
amapola, pues el color morado nunca lo había visto en ellas. Lo investigué en casa y entonces comprobé que había alguna otras variedades y que éstas tenían los colores “morado”, “rosa”…
La amapola morada” es conocida como “Papaver rhoeas, pertenece a la familia de las “Papaveráceas” y se conoce como “Roemeria hybrida”.


Por esta investigación conocí que la “
amapola rosa” científicamente también se llama “Papaver rhoeas”, pertenece a la familia de las “Papaveráceas”, es conocida también como Hibiscus rosa-sinesis, “Rosa de China” y otros más.
En Nerja, el “Hibiscus” está muy introducido como planta de jardín y como tengo de esa flor infinidad de fotos pues entré en el archivo de 2014 y en él la localicé pero para mayor sorpresa también encontré fotos de la “amapola rosa” o “Papaver rhoeas”.

También os muestro dos variedades de “
Hibiscus rosa-sinesis”.


Si la amapola ha sido el motivo de este trabajo pues es justo que no nos falte de nada y aprovechar la ocasión para recordar a D.
José María Lacalle, el señor que escribió la letra de la canciónAMAPOLA”, la registró como su autor en 1924, fue grabada por primera vez en 1925 y la interpretó D. Miguel Fleta, un tenor español. Después la han cantado y grabado muchos intérpretes de fama mundial con los arreglos adecuados para los registros interpretativos de cada uno de ellos.
LETRA
Amapola, lindísima amapola
será siempre mi alma, tuya sóla
yo te quiero, amada niña mía
igual que ama la flor la luz del día.
Amapola, lindísima amapola
no seas tan ingrata y ámame
amapola, amapola
¿Cómo puedes tú vivir tan sola?
Yo te quiero, amada niña mía
igual que ama la flor la luz del día.
Amapola, lindísima amapola
no seas tan ingrata y ámame
amapola, amapola
¿Cómo puedes tú vivir tan sola?
Como despedida, hagan un CLIC en D. Miguel Fleta.

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