lunes, 5 de mayo de 2014

DÍA DE LA CRUZ

Colaboración de Paco Pérez
Un año más, Nerja se viste de gala y celebra esta festividad ajustándose a la tradición del lugar. Doce cruces se han montado en total, diez en las calles de Nerja y dos en Maro.

En el Balcón de Europa, debajo del pino que hay delante de la iglesia “El Salvador”, siempre encontramos la cruz que organiza el Ayuntamiento. Este año se ha encargado de su diseño, montaje y decoración la cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo y la Virgen de los Desamparados.
Las actividades que se desarrollaron en ella fueron:
1.- Venta de nísperos recubiertos de miel de caña y lo hicieron con la finalidad de recaudar fondos para la cofradía.
2.- Actuación artística del coro rociero “Abanico de Ilusiones”.

Seguimos husmeando en algunas de las contempladas en el itinerario oficial y comprobamos que todas tenían una línea común: la cruz, música enlatada y los vecinos comiendo y bebiendo.
Finalmente visitamos la cruz de calle Pintada. Este año el motivo decorativo contemplaba estos elementos: la montaña, el acueducto de la “Ladera del águila”, el águila, flores del lugar y algunos alimentos típicos.

Lo bueno de esta cruz es que en ella se ofrece a los visitantes lo típico de la fiesta:
1.- Los nísperos recubiertos de miel de caña.
2. La arropía, un típico caramelo que es elaborado allí mismo con la miel de caña. 
Una vez trabajada la masa se hacen cuerdas y se cortan en trozos pequeños, del tamaño de un caramelo, se depositan en bandejas y se ofrecen a los presentes.
3.- Las marcochas, palomitas de maíz bañadas con el jugo de la caña de azúcar.
El jugo se prepara al fuego, en recipientes de acero inoxidable, y una vez acabado se vierte caliente sobre las palomitas.
Se mezclan ambos elementos por las personas colaboradoras.


Por último, se sirven al público en vasos de plástico.

Para nosotros, esta cruz es la que tiene un ambiente más popular porque hay gentes del lugar trabajando, otros lugareños acuden para disfrutar de la fiesta y a los foráneos nos atrae probar esas delicias culinarias y el deseo de conocer lo desconocido, el fundamento de esta tradición.
Probamos las palomitas y charlamos con algunos mayores, gracias a ellos pudimos conocer también cómo se celebra en otros lugares de la Axarquía esta fiesta y sus peculiaridades.
Es difícil no haber oído hablar nunca de Frigiliana, una población situada a unos 7 kms de Nerja, en plena Sierra de Almijara y con un pasado morisco en su historia. Sus calles empinadas, estrechas y sus casas blancas como la leche por la cal que usan en sus paredes. Éstas embellecen el famoso “Barribarto” o “Barrio morisco”.
Parece ser que en éste pueblo la celebración va en la línea de la cruz municipal de Nerja: Música de banda, verdiales, coros y danzas…
Según los comentarios escuchados, al haber allí tanto turismo en Frigiliana, el que este año le hayan dado allí mucho realce se debe a intentar atraer cada año a más forasteros.
El pueblo de Torrox está muy próxima a Frigiliana y también tiene una ubicación serreña, no hablo de Torrox costa, y aquí la celebración si está totalmente ajustada a la tradición del pasado:
1.- Montan escaleras para albergar en ellas el altar y lo adornan con miniaturas de imágenes religiosas, espejos y manzanas con tijeras clavadas.
El último elemento decorativo también se incorpora en una cruz de Nerja, la que organizan en el Hogar del Jubilado.
¿Cuál es la explicación que nos dieron para que este elemento ornamental tenga presencia en ellas?
La prohibición de la fruta por su relación con el pecado original de Eva.
Las calles de Torrox se impregnan con los aromas del mastranto, planta aromática de la familia de la menta. La recogen los vecinos en los días previos en arroyos y ríos cercanos y tiene una simbología, el olor de lo divino.

Estas tradiciones se mantienen muy vivas en los pueblos de la Axarquía.
Después de pasar un rato muy agradable nos despedimos de nuestros contertulios y este ambiente fue el que nos dejamos.

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