SAN ISIDRO

Colaboración de Paco Pérez

Hoy, 15 de mayo, muchos pueblos de España celebran sus fiestas patronales y otros la tienen establecida como fiesta local. En NERJA está muy arraigada esta fecha y establecimientos que nunca cierran hoy sí lo han hecho.

¿Qué debería mover a las comunidades para organizar estas celebraciones si toman como referencia a un santo?

Si San Isidro es quien convoca hoy a los labradores para recordarlo pues lo lógico sería que se hiciera girar la celebración sobre el recuerdo de sus virtudes humanas y cristianas para tratar de recordarlas, evitar que se olvidaran, asimilarlas  y ponerlas en marcha. También sería lógico que los actos religiosos llenaran el programa de festejos pero desgraciadamente la realidad nos enseña que la juerga es la que ocupa casi la totalidad de la fiesta.

RECORDEMOS A ISIDRO, EL AGRICULTOR

San Isidro vivió a fines del siglo XI y la mayor parte del XII, no es posible determinar con precisión las fechas de su nacimiento y muerte. Se debe a la dejadez de su primer biógrafo, Juan Diácono (siglo XIII) que no se cuidó de reseñarlas. Se conoce que su vida fue muy larga pues duró hasta los noventa años, por este y otros datos se fija, como cierta, la fecha de su nacimiento en 1082.

San Isidro vivió en Madrid y conoció los reinados de Alfonso VI, entonces nació el santo; Doña Urraca; Alfonso VII; Sancho III y Alfonso VIII, pocos años después murió San Isidro.

Isidro de Merlo y Quintana se llamaba el santo, fue de clase humilde y tuvo unos padres muy cristianos que vivieron, entre árabes, y no dejaron de practicar el culto de su religión. Educaron a su hijo en la fe cristiana y le inculcaron en su alma un gran fervor por la Santísima Virgen, la que llenó toda su vida. También le instruyeron en las sagradas letras, estos fueron los gérmenes de las grandes virtudes que atesoró después aquel siervo de Dios.

Su primer trabajo fue abrir pozos en las casas, de los que brotaba el agua siempre y abundante. Después, Isidro se dedicó al laboreo del campo, ocupación de sus padres, cultivando, como es sabido, las tierras de D. Iván de Vargas, situadas al otro lado del Manzanares.

La fe y la caridad fueron las dos virtudes que más resplandecieron en la vida del patrón de Madrid.

Practicaba también la caridad con los animales. Se cuenta que una mañana de invierno los campos estaban cubiertos de nieve y, entre las ramas de un árbol, divisó a una bandada de palomas. Entonces separó con sus manos la nieve hasta llegar a la tierra seca y allí le depositó una buena cantidad de trigo, las palomas bajaron y se lo comieron.

Isidro, en Torrelaguna, conoció a María de la Cabeza, con la que contrajo matrimonio y, siendo partícipe de sus virtudes, compartió con él la Gloria, la santidad y la veneración en los altares.

Entonces fue cuando Isidro entró al servicio de Iván de Vargas y, una vez en Madrid, fijó su residencia en una casita inmediata a la iglesia de San Andrés.

Isidro, antes de ir a trabajar, iba a la iglesia para orar y por eso siempre comenzaba sus trabajos más tarde que sus compañeros. Éstos denunciaron el hecho a su señor y éste le reprendió. Un día quiso comprobar cómo llevaba su criado Isidro las labores, se dirigió una mañana al campo y entonces fue cuando creyó ver que al lado de Isidro había dos mancebos que guiaban dos yuntas de bueyes de inmaculada blancura. La visión desapareció pronto, después preguntó a Isidro por ello y él le contestó que sólo a Dios pedía ayuda y sólo Dios le ayudaba.

D. Iván, una calurosa tarde de verano le pidió agua y el santo golpeó una piedra diciendo:

- Cuando Dios quería aquí agua había.

Después de esas palabras brotó el manantial que todavía corre abundante y que venera el pueblo de Madrid. En este sitio fue donde la Emperatriz doña Isabel, esposa de Carlos V, mandó construir la ermita en 1528. Hoy, sobre su puerta, se lee la siguiente inscripción, redactada por el P. Fita y aprobada por la Academia de la Historia:

La emperatriz Doña Isabel.

EN ACCIÓN DE GRACIAS POR HABER SANADO

SU ESPOSO D. CARLOS I Y SU HIJO EL PRÍNCIPE D. FELIPE

BEBIDA EL AGUA DE LA FUENTE MILAGROSA

INSTAURÓ ESTA ERMITA POR EL AÑO 1528. RESTAURADA POR EL MARQUÉS DE BALE RÓ, FUÉ BENDECIDA EN 1725.

LA REAL ARCHICOFRADÍA DE SAN PEDRO

Y SAN ANDRÉS Y SAN ISIDRO

DEDICÓ ESTA MEMORIA

AÑO 1885

El manantial pasa por debajo del altar mayor de la capilla hasta la fuente situada al exterior en el muro del edificio.

Los milagros que se atribuyen al santo son, los ya citados, la multiplicación prodigiosa de su comida cuando la repartía entre los pobres, la salvación de su propio hijo cuando cayó al pozo de su casa, la resurrección de una hija de sus amos…

Después de una larga vida consagrada al duro trabajo, al amor divino y a la caridad comprendió Isidro que había llegado su última hora y, recibiendo los Sacramentos, entregó su alma al Creador.

Beatificación y canonización

El expediente para su beatificación no comenzó hasta el año de 1593, en tiempo de Felipe II, y el decreto de proclamación fue firmado por Paulo V en 1619, siendo rey Felipe III.

El 12 de Marzo de 1622, siendo rey de España Felipe IV, el Papa Gregorio XV canonizó a San Isidro, al mismo tiempo que a San Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús y San Francisco Javier, españoles, y San Felipe Neri, italiano.

Con grandes fiestas celebró Madrid aquella solemnidad, y entre arcos triunfales paseó procesionalmente las imágenes de los nuevos santos y la urna con el cuerpo de San Isidro. Felipe IV, acompañado de toda su corte, presidió la procesión.

SAN ISIDRO EN NERJA

Durante los días 9, 10 y 11 de mayo se han celebrado actividades deportivas en las modalidades de “Pádel” y de “Atletismo”.

El día 14, desde las 21:30 horas, hubo VERBENA en el recinto de la “Cueva”.

El día 15, a las 11:00 horas, misa rociera en la iglesia El Salvador y ofrenda de frutos.

A las 12:00 horas sale la imagen del templo para que presida los homenajes y los bailes.

Acabados se acopla el trono en el carruaje y comienza el desfile de caballerías, carruajes con tiro animal y las carrozas con tiro mecánico.

San Isidro procesionó, detrás de las caballerías, en un carro tradicional tirado por una pareja de bueyes. La procesión arrancó sobre las 13:00 horas hacia la ermita, situada en el recinto de la Cueva.

Una vez allí el santo quedaría en su ermita y los participantes continúan con la juerga que comenzaron la tarde del día anterior.

HISTORIA LOCAL SOBRE SAN ISIDRO

Solemos acudir por la mañana, a diario, a una cafetería para tomar la dosis habitual de café y en ella, después de varios años, ya tenemos algunas amistades. Uno de esos amigos es Miguel, un señor de 83 años.

Esta mañana coincidimos con él y nos invitó a acompañarle, charlamos de diversos temas y, como es lógico, de la fiesta del día.

Entonces nos relató lo que ocurrió con la imagen hace ya bastantes años, cuando San Isidro estaba durante el año en su anterior ermita, ésta estaba localizada en el paraje conocido como “Cuesta de la vaca”, también conocido como “Los Concharrales”.

Un señor iba a por el santo con su mulo para bajarlo a la iglesia, lo hacía unos días antes de la fiesta, como se hace ahora. Siempre lo bajaba metido en el serón de esparto que se usaba en aquellos años para transportar mercancías agrícolas.

Cuando este señor llegó al templo y lo sacó se encontró con una sorpresa, la imagen no estaba igual que cuando él la depositó en el serón… ¡¡¡San Isidro apareció con la cabeza separada del cuerpo!!!

Decía Miguel que el hecho debió ser un accidente lógico, como fruto del movimiento poco delicado que tendría que haber sufrido la imagen durante el trayecto.

A continuación pasó a exponernos una versión popular que circula y que tiene otro origen.

Parece ser, según esta otra, que el hecho ocurrió porque este señor estaba muy cabreado con San Isidro porque ese año los agricultores nerjeños habían vendido muy mal la cosecha de “papas” en comparación con el anterior. El año del suceso se vendió el kilo a 4 pesetas y el anterior a 7 pesetas, de ahí su cabreo y la acción que realizó.

Miguel se limitó a contarnos los hechos, nos dijo que él no podía decir cuál era la verdadera.

Hoy el traslado no encierra esos peligros, aunque se sube en carro tirado con bueyes.