lunes, 20 de abril de 2020

DÍAS DE CONVALECENCIA


Colaboración de José Martínez Ramírez
No lo voy a nombrar porque creo que todos tenemos su nombre indigesto, aunque algunos lo tengamos más atragantado que otros.
Mientras, nuestros dirigentes dan vueltecitas en sus televisivas comparecencias alrededor de la verdad y nuestros semejantes, “por ahora”, van yéndose sin tan siquiera despedirse de sus allegados. Me cabrea bastante cuando escucho las estadísticas, por ejemplo, que se dispara el consumo de electricidad en los hogares y cae el de las empresas. Menuda gilipollez… ¿A quién le interesa ese dato? O este otro que habla de los vehículos operativos que tiene un cuerpo policial, el número de personas identificadas, la cantidad de controles establecidos, etc. 

A la inmensa mayoría lo que le interesa saber son las soluciones sanitarias, cuándo van a dar resultado; el tiempo que va a durar esta catástrofe, las medidas tomadas para la ruina económica que viene y si volviendo a desenterrar a algún muerto y llevándolo a otra tumba se podría solucionar algo. También podríamos intentarlo sacando a los Reyes Católicos de la Catedral de Granada, a unos cuantos reyes de El Escorial o a mi tía Leonor en Carchelejo (Jaén).
Creo que los que trabajan todos los días quieren tranquilidad en esa incertidumbre de su futura vida laboral, que es el pan de su casa, quieren que alguien les diga que sobran medios para que las personas de la sanidad puedan desarrollar su trabajo, y no lo cercano que está lo que llaman el pico. Italia lleva un mes acercándose a él y nosotros unos pocos días. Así que déjense de maniobras de distracción, que las películas del Oeste ya las vimos todas y abran la ventana de la verdad, antes de que sople el viento tan fuerte que rompe las narices.
Reconocer que se han equivocado en la gestión de esta crisis creo que les sería más rentable en política porque es más honesto. Y la honestidad ablanda los corazones.


No hay comentarios:

Publicar un comentario