martes, 3 de diciembre de 2013

HISTORIA DE UNA MOTO

Colaboración de Paco Pérez
Hace ya algunos años, remontándonos a los abuelos y padres, viajar resultaba muy complicado y los desplazamientos solían hacerse andando (ellos le llamaba a música talón), con los animales y en carros, si los viajes eran cortos. Cuando tenían que comprar las vestimentas para  las fiestas las mujeres de la vecindad se juntaban e iban andando en grupo hasta Las Infantas y allí tomaban el tren que las llevaría hasta Jaén, el regreso era por la tarde y en dirección contraria. El tren también era el medio usado cuando viajaban a lugares situados muy lejos de nuestro pueblo.

Pasan los años y unas décadas más adelante ya hubo una evolución notable en los medios de transporte locales pues teníamos el llamado “coche de línea” que iba a Jaén todos los días, en mis años infantiles la empresa era una propiedad compartida por Antonio Cañas “Mazantín” y Benigno Agudo. 
El servicio de taxis comenzó (según comentarios de mis mayores) con el popular Santiaguillo, en mi niñez conocí el de Agudo y, unos años más tarde, vino de otro pueblo un señor conocido como El cordobés”… ¡¡¡Qué “cochazo” negro trajo el tío”!!! 
Finalmente apareció Bergillos con su coche de color verde, fue el que convirtió el taxi en una profesión digna y estable. En los primeros tiempos se usaba este servicio cuando te estabas muriendo y entonces los familiares tenían que salir corriendo con el enfermo a Jaén.
En esta etapa el transporte para ir al trabajo también evolucionó y pasó de ir andando a hacerlo en los vehículos de moda de entonces, las primeras bicicletas. Unos años más tarde nos vino la siguiente revolución, las motocicletas.
Por esa evolución las costumbres también cambiaron y en aquellos años ya era muy frecuente escuchar “te vendo la bicicleta” o “te vendo la moto” pero nunca se escuchaba entonces “te vendo el coche”, ahora sí… ¡¡¡Cambios imperceptibles pero reales!!!
Ya han pasado bastantes años de aquellas conversaciones cotidianas y ahora hemos cambiado tanto que durante algunos años sólo escuchábamos decir a nuestros vecinos o amigos:
- ¿Te gusta el coche, la casa, el yate o el avión que me he comprado?
Esta es una de las interrogantes que hemos tenido que escuchar, durante los años de bonanza económica, para después contestar a quienes nos las formularon con un escueto sí o un no lo he visto todavía. Lo que nadie nos decía en esas fechas, al hacernos la pregunta, era cómo había realizado su compra: al contado o a plazos.
En este ambiente de progreso y prosperidad estuvimos flotando durante un tiempo y la ciudadanía, esa que es tan necesaria para que los listillos suban a los sillones, veía como todos progresaban y ella siempre estaba igual. Hubo un día en el que los listillos se acordaron de que en el pasado los viejos “vendían las motos” cuando ya no las necesitaban o porque estaban viejas y entonces se dijeron, inspirados en esa forma de proceder… ¡¡¡Busquemos una buena publicidad y coloquemos nuestras motos a los atontados tercermundistas de nuestros ciudadanos!!!
Las economías iban entonces tan bien que nos bajaron los tipos de interés a unos niveles ínfimos y ante esa situación pensamos los humildes ciudadanos: Con el dinero del alquiler mensual me pago la hipoteca de una buena casa en una de las muchas zonas residenciales que proliferan por todos los pueblos de España, incluido Villargordo. Muchos villargordeños, y otros venidos desde Jaén, se instalaron en las viviendas nuevas del nuevo barrio deLa Viña” de nuestro casco urbano. Como los vendedores de solares no hicieron bien los deberes de la urbanización previa, como nuestros políticos consintieron las edificaciones de las casas sin cumplirse ciertos requisitos legales en el momento de iniciarse la cimentación pues casi todos estaban, al acabarlas, en fuera de juego, no podían recibir los permisos pertinentes y acabaron  enchufados al alumbrado público y pagando una miseria… ¿Quién pagaba el resto de la cuota individual?
La madre superiora llamada Ayuntamiento, es decir, el resto de los vecinos que tenían su situación legalizada... ¿O no nos ha afectado a todos en los impuestos?
Como se les pagaba sin rechistar pues los aparatos de aire acondicionado se instalaron de manera descomunal, se usaron a toda máquina en invierno y verano, y con ellos decoraron las fachadas de las casas, me faltan dedos de una mano para contar los aparatos que hay en algunas de las viviendas nuevas. Las luces de los porches de las casas estaban encendidas de día y en sus interiores se escuchaba la canción de moda… ¡¡¡Viva la madre superiora que nos la paga!!!
Con ejemplos como el nuestro y durante muchos años, los listillos nacionales se dieron cuenta de que el pueblo estaba con sus panzas bien alimentadas, chupaban sin tener derecho y, como el caldo de cultivo estaba preparado para experimentar el nivel de silencio en los corderos bien amamantados a nivel local y nacional, pues decidieron “vendernos las motos viejas”. Así, durante años, nos las fueron colocando una tras otra y nosotros se las comprábamos todas porque creíamos en ellos… ¡¡¡Algunos se forraron de papeles, como hacemos con los libros!!!
Los bancos nos ofrecían bonos emitidos por el primer bandido del barrio como “Participaciones Preferentes” de gran  garantía, después se vio lo que realmente eran, una ratonera.
¿Por qué lo hicieron?
Porque los políticos fueron los primeros que nos “vendieron sus motos” al controlar los bancos metiéndose en sus consejos de administración y llevarse, para amamantar a sus cachorros hambrientos, unos préstamos que muchos de ellos ni han devuelto ni se les espera por ventanilla para hacerlo uno de estos días. Esas mentiras que nos vendieron durante muchos años todos explotaron porque los encargados de impedir que se nos “vendieran las motos tóxicas”, aplicando las leyes vigentes, no lo hicieron y, por el contrario, sí permitieron que se deteriorara el sistema financiero. Ocurrió porque ellos se estaban forrando a costa de los de siempre, la ciudadanía indefensa. Todos chupaban y nosotros en la inopia más profunda.
¡¡¡Así se volvió a vender la moto en España durante décadas!!!
Pues bien, como las modas son efímeras todo cambia en poco tiempo: la economía, el estatus de vida y la jerga cotidiana.
Quienes nos han metido en estos líos son los primeros que se apuntan a las nuevas jergas para seguir “vendiéndonos la moto” y todavía estamos algunos incautos ciudadanos que picamos y se las compramos… ¿Es correcta la actitud de quienes venden y quienes compran?
Considero que no se debe seguir vendiendo humo a la sufrida ciudadanía, esa que tanto mencionan ellos cuando necesitan sus votos y a la que tanto marginan cuando suben al polletón.
¡¡¡Coherencia, eso es lo que nos hace falta aplicar desde las instituciones y por la ciudadanía!!!
Si nos disciplinamos bien y aplicamos rigor y coherencia a nuestros actos entonces sí podremos ver con claridad cuándo se nos quiere “vender la moto” para colarnos una gamba podrida. De no proceder así quedaremos deslumbrados por las apariencias externas y no lograremos ver la podredumbre que hay detrás.
Es muy frecuente vivir escenas en las que se anuncia una cosa y después resulta que el auténtico interés es otro. El acto del pasado día 27 de noviembre en el CEIPFrancisco Badillo” fue la escenificación de una de las muchas escenas de charlatanería que suele protagonizarse en la política, sea ésta del color que sea y gobierne donde gobierne.
Mi abuelo solía decir mucho:
- Yo no te pido que no fumes pero tampoco quiero que eches esos cigarrazos.
Esa tarde muchos de los allí reunidos acudimos por diferentes e ineludibles razones pero nunca de manera alegre e inocente, porque sospechábamos que nos podían ofrecer la “venta de su moto vieja”. Una vez en el acto comprobé que las sospechas se confirmaban de manera escandalosa.
¿Por qué opino así?
Celebrar el comienzo de unas obras es loable y causan alegría pero convertir el acto en un canto a las bondades de la gestión de nuestra Junta de Andalucía ya no me suena bien. Comprendo que se intente, por parte de la Delegada, de arrimar el ascua a la sardina de la Junta en unos tiempos de abundantes escandaleras en el tema  financiero y en los que les salpica el barro que desprenden los sindicatos. Sinceramente, opino que se pasó con su intervención subjetiva. Lo creo así porque su tema estrella fue la inversión realizada por la Junta en la financiación de nuestro proyecto y en los de otros 66 municipios, siendo más de 106 los proyectos de obras las que se van a realizar en otros centros educativos. También habló de lo que se invertirá en términos totales, de los puestos de trabajo que se generarán en total y de otras obras menores que se abordarán el año próximo.
El tema educativo lo abordó desde las bondades que recibirán los alumnos de nuestro pueblo después de acabarse estas obras, como si éstas que ahora comienzan sean, en el futuro, las causantes de las mejoras que ella predice para ellos con el nuevo edificio. Lamentable discurso porque un edificio nuevo y un viejo no son capaces de establecer distancias educativas pero una responsable y profesional implicación de los sectores intervinientes en el proceso de enseñanza-aprendizaje sí.
Hagan un clic en DISCURSO.

Otro error, a mi entender, fue hablar de las inversiones de la Junta, no mencionar de manera explícita de donde vendrían los euros y en qué porcentaje participarían cada una de las partes implicadas. Creo que fue una temeridad hacerlo así porque en el cartel que hay a la entrada del Colegio sí queda muy claro el presupuesto y su origen. El tamaño de las letras coloca a los intervinientes en un tamaño inverso al de su aportación… ¿Es curioso o no?
Poco paro se va a quitar en el pueblo concediendo las obras a una empresa constructora que es de fuera, supongo.
Lo siento pero yo decidí “no comprar su moto” porque vi en ella los mismos desperfectos de siempre, tomé la decisión porque apliqué a sus palabras objetividad y coherencia, por ellas he decidido seguir desplazándome a los distintos lugares ejercitándome con “música talón”.
Parece ser que cada vez que una autoridad provincial visita nuestro CEIPFrancisco Badillo” la expresión “vendernos la moto” cobra actualidad.
Estaba trabajando todavía en él cuando ocurrieron los hechos pero, como la visita fue en horario laboral, permanecí en mi aula y no pude estar presente junto a las personas que ese día pudieron acompañar. Estaba entonces Luisa de Directora y se nos anunció la visita de la Delegada de Educación.
Unos días antes se comentó, lo hizo una colega, que la Delegada nos visitaría para intentar “vendernos la moto”. El calentamiento anímico le fue subiendo de tono y cuando llegó el día fijado ella estuvo presente, se saludaron y le soltó la pregunta anunciada, según se comentó por los testigos del acto:
- ¿Qué vienes a “vendernos la moto”?
Se armó el revuelo propio y después se le incoó un expediente disciplinario por su forma de comportarse ante la autoridad educativa.
Creo que fallaron ambas partes. La compañera porque el marco no era un acto político y sí educativo. La Delegada porque tuvo un gesto dictatorial, provocado por la ofuscación que le originó la pregunta, al sancionar el uso indebido de su libertad de expresión… Al final todo quedó en un disgusto para todos los colegas, nos preocupó mucho la posible sanción. Hubo mucho movimiento silencioso para que todo quedara en un disgusto.
Unos años más tarde esta colega se fue a otro colegio a trabajar, participó en unas elecciones municipales, las ganó el PP … ¿Sabéis quién gobernó?
El PSOE con su apoyo. Cuando tuve noticias de los hechos fue cuando me di cuenta de la incoherencia que aplicó aquel día en el Colegio pues si unos años antes protagonizó una oposición frontal a una persona que venía en representación del PSOE sería porque consideraba que sus forma de hacer política no eran las correctas… ¿Qué circunstancias le hicieron cambiar de criterio?
Vivir para ver, esa es la política que nos aplican la mayoría de los partidos y los políticos que nos gobiernan. Con su apoyo el ayuntamiento que administraron, durante cuatro años, quedó arruinado para unos pocos años.


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