martes, 20 de noviembre de 2012


DISFRUTÉ CON LAS FOTOS

Colaboración de Paco Pérez


Capítulo 2

Después de la tormenta siempre viene la calma. Por esta realidad el día de la inauguración, al estar todos ávidos de observar y de recordar, pasamos por las fotos como las aguas del torrente, rápidos y atolondrados. Ese día disparé a todas las moscas que se ponían delante y mi única preocupación era procurar que los planos me facilitaran después el recorte y posterior presentación de la muestra. La empresa no resultó fácil porque la distinta altura a que se encontraban las fotos no me facilitaba la labor, no obstante floté como pude con la ayuda de mis escasas dotes de nadador y así pude llegar sano y salvo a la orilla.

Cuando pisé tierra firme, algo agotado, propuse a Mari reponer algunas fuerzas antes de volver a casa, ella lo vio bien visto, lo dimos por hecho y nos encaminamos al restaurante “Tropezón”. No digo lo que bebimos y picamos porque algunos dirían que son mariconadas y otros extrapolarían para poder proclamar que la cogorza sería de postín, pues ni una cosa ni la otra porque lo hicimos al estilo de Almenara, es una primicia que regalo el lector o lectora:
- ¡¡¡Cada uno tomó lo que le dio la gana, _oño!!!
La verdad del asunto es que me retiré a casa con una copa de más pero todo tiene su explicación en esta vida. Ya habíamos pagado, estábamos levantados y se presentó  nuestro hijo Manuel Antonio con su familia… ¿Qué hubieran hecho ustedes? ¿Está claro por qué tuve que tomar una copa de más?
Marchamos a casa, almorzamos, cogimos la mochila, nos sentamos frente a la pantalla y le vacié el contenido de lo que había acumulado en ella, lo visionamos ya sin prisas y entonces, en ese preciso momento, fue cuando comenzamos a valorar con detenimiento el material que había obtenido.
Al día siguiente, en varías sesiones, lo acondicioné pacientemente y entonces fue cuando la mente comenzó a sacar las conclusiones y las enseñanzas derivadas de ese proceso evaluador. Aquí está, os lo muestro :
1º.- Me acordé de Charles Darwin
Porque había ejemplos contradictorios muy claros.
En uno se cumplía la teoría de la evolución. Digo esto porque esta Sra. sigue la lógica genética de avanzar y por ello evoluciona hacia otros intereses lectores.
¡¡¡Este espíritu es el que necesitamos para salir de la crisis!!!
En el otro encuentro a dos personas que actúan  en sentido contrario.
Este Sr. sigue aferrado a sus principios o gustos y prefiere no cambiar de mascota aunque transcurran los años…
¡¡¡Aplaudo su involución porque nunca le llamarán “arrodeachaquetas”!!!  
Este otro permanece con el mismo carácter desde que lo conozco, chiste tras chiste, ocurrencia tras ocurrencia…
¡¡¡Siempre nos ofrece algo nuevo y lo de "Antes" es superado por lo de "Ahora"!!!



2º.- Villargordo es acogedor y proporciona felicidad

EL Sr. Gregorio y su esposa vinieron a nuestro pueblo hace unos años de visita y se quedaron para siempre. Están integrados en nuestras costumbres y ya son unos villargordeños más.






Paco se casó con una villargordeña, compraron casa aquí y se integró con nosotros.
Compartimos gustos fotográficos y por eso somos socios de la Asociación.
Aquí le vemos junto a su hermana.


Esta villargordeña lo deslumbró y hoy, por ese efecto maravilloso, nuestro pueblo tiene cuatro habitantes más.



3º.- Amor eterno a la escuela
Adriano, fue un gran alumno y no miento. Digo esto porque mi padre, Luís Pérez, fue su maestro y esa es mi fuente de información.
En el curso 1947-48 ya asistía a clase y en el 2011-2012 todavía iba al Colegio. No deja de ir por él a pesar de tener CINCO nietos, lo que no está nada mal.
Como reside en la ciudad de los “Cerros de Úbeda” pues no sé si en el curso 2012-13 seguirá asistiendo a clase. Tal vez venga al pueblo en Navidad, de ser así nos tomaremos unas copas, charlaremos de los hijos, de los nietos, de nuestro Real Madrid, le contaré las cosas ocurridas en su pueblo después de su última visita, seremos más puntuales que la vez anterior y, cuando esté desprevenido, le preguntaré por sus estudios. 
Prometo informarles de la noticia recibida.

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