miércoles, 21 de noviembre de 2012


EL IMPACTO
DE
LA EXPOSICIÓN

Colaboración de Paco Pérez


Capítulo 3

Esta mañana paseamos por nuestra ruta habitual y 65 minutos después llegamos a la cafetería “Luchy”. En ella encontramos a las personas con las que mantenemos, casi a diario, un contacto amigable. Mari alternó con las féminas y yo con Tomás Lendínez. Éste abordó el tema de la EXPOSICIÓN y me comentó que había fotos muy interesantes, le faltó tiempo para interrogarme sobre si me había percatado o no  de que había una con un mensaje especial. A mí también me faltó tiempo para contestarle:
- Sé a qué te refieres y sí me he percatado de ello. Lo que te digo es totalmente cierto porque anoche lo publiqué en “Villargordo nos reúne”.

Estos encuentros son gratificantes porque compruebas que tus visiones también son las de otras personas, que caminas correctamente y que lo ideal sería llegar a un punto en el que todos nos acostumbráramos a no caminar tan de puntillas por los acontecimientos que nos rodean o afectan.
Hoy he continuado con el análisis de las fotos y he encontrado estos otros  mensajes:
1º.- La AMISTAD… ¿Verdad o espejismo?
No pienso poner en duda la validez de la palabra AMISTAD y menos la de nadie. 
Quiero empezar así porque hay varias personas que están fotografiadas junto a la bandera de ese vínculo y para su participación han tenido que husmear en sus archivos familiares rescatando de ellos las pruebas fotográficas de ese lazo.




Con esto quiero decir que donde hubo fuego siempre quedan rescoldos y las fotos de ahora son el ejemplo que hay que aplaudir.
Lo que si pretendo, hecha esta aclaración anterior, es hacer reflexionar a quien me lea sobre la gran decepción que casi todos nos hemos llevado, alguna vez, en este campo. Todos no se verán retratados en mis líneas pero algunos tal vez sí.

El lazo social más importante es el de la FAMILIA y después, al menos para mí, el de la AMISTAD… ¿Por qué se rompen entonces las amistades si todos sabemos lo importante que es apoyarse, en momentos complicados, en alguien si estamos lejos de la familia?

Cuando somos niños empezamos estos lazos, de jóvenes ampliamos su número y de mayores se reducen a la mínima o nula dimensión.
Las que se conservan de mayores suelen estar forjadas en la niñez, si no fueron egoístas en la práctica diaria de los juegos. Las de la juventud nacen más en ambientes de diversión que de convivencia y esta realidad les hace confundir el “me junto” con “la amistad”.
Unos años después se casan y los problemas de cada familia les hacen vivir a cada cual una problemática particular y esa realidad les hará tener que fallar en momentos puntuales a los demás y de ahí el deterioro progresivo de los lazos.
Cuando pasa un tiempo pasamos del agrupamiento a la individualidad, de justificarlo todo a no dar ni pedir explicaciones, de andar por llano a subir montañas, de tener ganas a estar cansados… En definitiva, que nadie sabe el por qué ya no se juntan pero la realidad es que no lo hacen.
Mi propuesta es reflexionar sobre el asunto e impedir que las futuras generaciones no se vean afectadas por esta degradación de la AMISTAD.
Sirvan estas palabras de homenaje a quienes todavía reman en ese barco … ¡¡¡Felicidades!!!
2º.- La ELEGANCIA en el vestir

Con el paso de los años hemos ido perdiendo el buen gusto por el vestir y, cuando se aplicaba ese principio elemental, a las personas que lo ponían en práctica se les piropeaba de diferentes formas pero el que a todas les correspondía era el de la ELEGANCIA, este calificativo nunca estuvo, ni está, sujeto al gusto del consumidor porque los otros son subjetivos y éste es objetivo.
Mi abuelo “Pérez” repetía con mucha frecuencia: [Pruebas son amores y no buenas razones.]
3º.- Vuestras fotos me regalaron este recuerdo
Hace ya algunos años, más de cuarenta, Marina y Luís eran una pareja que acaba de empezar su andadura en el matrimonio y tuvieron la amabilidad de organizar a los vecinillos y vecinillas de la calle Queipo de Llano, hoy 14 de Abril, un guateque en su vivienda.



En aquellas fechas bailar era una quimera pero con un sencillo tocadiscos estuvimos un rato flipando. No necesitábamos para ello nada más que tener con quién bailar, estábamos varias parejas de hermanos y eso demuestra la inocencia de la velada.
El recuerdo de esa convivencia siempre estuvo en mi disco duro y hoy, al visionar sus fotos, se me ha desbordado el recuerdo y yo lo muestro para decirles… ¡¡¡Fuisteis encantadores, muchas gracias de nuevo!!!


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