domingo, 20 de marzo de 2016

SEMANA SANTA DE PASIÓN

Por D. Juan Antonio Martos Moreno
Capítulo III
Debemos tomar conciencia de lo que debe significar la Semana Santa de Pasión para todos, puesto que no se trata de unos días de fiesta más.
Es muy posible que, viviendo en la espiral del egoísmo, por el materialismo  y la individualidad en la que estamos inmersos nos cueste comprender que un sacrificio tan grande, el de Jesús, fuera realizado en favor de los demás.
Todo lo que ocurrió en Jerusalén; en los tiempos de Anás, Caifás, Herodes y Pilatos contra la persona de Jesús El Nazareno”, rompió de manera definitiva, y para siempre, el “dominio del mal y de la muerte” sobre los hombres.
DOMINGO DE RAMOS
En este día recordamos la “Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén” y ocurrió, exactamente, una semana antes de su resurrección. 
Unos 450 ó 500 años a.C., el profeta Zacarías había profetizado: [Alégrate mucho, hija de Sion, da voces de júbilo, hija de Jerusalén, he aquí tu rey que vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino.].
Pasaron los años y Jesús entró en Jerusalén como lo anunció el profeta y la multitud le tendió sus mantos y ramos de olivo en el camino, la gente que iba delante y la que iba detrás lo aclamaba diciendo:
- ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!
Jesús sabía cuál era su destino y lo aceptó con total serenidad. Una entrada en la ciudad que fue espectadora muda de su sufrimiento por predicar la conciencia del amor, por hablar siempre del Reino de Dios: [No dirán, mirad, aquí está ni allí está, porque el Reino de Dios está dentro de vosotros.].
Les hablaba de una “justicia social” basada en dos pilares, los derechos humanos y la igualdad y los adoctrinaba sobre la religión judía y sus intereses materiales.
Por eso les PREDICABA diciendo:
1.- [Nadie puede servir a dos señores a la vez, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesara, por el primero y menospreciara al segundo. No se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo.].
2.- [Es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja, que un rico en el Reino de Dios.].
3.- [No juzgues y no serás juzgado.].
4.- [¡Ay de vosotros que ahora estáis hartos porque tendréis hambre!].
5.- [¡Ay de los que reís ahora, porque tendréis aflicción y llanto¡].
6.- [No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti.].
7.- [Anunció la buena nueva a pecadores, marginados y pobres: No son los sanos los que tienen la necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores.]. Está en Marcos 2,17.
8.- [Bienaventurados los pobres, porque de ellos es el reino de Dios. Bienaventurados los que tienen hambre, porque serán saciados. Bienaventurados los que lloran ahora, porque reirán.].
Al hablar así en el templo se enfrentó a los sumos sacerdotes, fariseos, escribas y mercaderes y no fue aceptado por la sociedad de aquella época, por lo que Jesús fue víctima de la agresividad reinante, siendo liquidado por las fuerzas políticas, económicas y religiosas de aquella sociedad corrupta, influenciada por la Roma pagana.
Amanece el domingo de Ramos y avanza la mañana bajo un cielo rabiosamente azul, las alegres campanas de Ntra. Sra. de la Asunción tocan contentas pues Villargordo se ha teñido de fiesta y todo es alegría.
Después de la bendición de las palmas y los ramos de olivo, cortados y traídos por Vicentillo, nos congregamos en la plaza de la Iglesia para recibir a “Jesús de la Paz” y después lo paseamos por nuestras calles.







Para recordar aquel hecho aclamamos también a Jesús y lo reconocemos como nuestro único Señor. Pero lo importante de esta celebración, no es conseguir un ramo bendito, ni la procesión o la aclamación a Jesucristo pero lo que sí es importante es recordar y renovar lo que hicieron aquellos que lo recibieron en su entrada en Jerusalén y, a su vez, vivirlo como una afirmación de nuestra fe en ÉL.

Al terminar la procesión, todo el pueblo se reunió en las terrazas de los bares celebrando su entrada en Villargordo.     

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