martes, 26 de mayo de 2020

HISTORIA DE DOS CAZADORES


Colaboración de José Martínez Ramírez
Romance dedicado a mi queridísimo y amado
D. Vicente Navarro Castellano
Es Vicente Navarro
un magnífico cazador,
de segundo es Castellano.
Va y viene a Villargordo
dos veces al día sin fallo.
Y en lo investigado
es astuto como un zorro
pero nunca es huraño,
tiene el visillo de encaje
bien guardado en la mano.

Nadie sabe en su pueblo
que es un gran cirujano,
en una ocasión se operó
un desagradable grano.
Me río yo del doctor Fleming,
vuela el bisturí en su mano.
El hígado, a un gorrión,
se lo trasplanta volando,
es el mejor investigador,
sobre todo, de lo privado
y de agricultor de antaño
no tiene igual en el campo.
Tuvo noches por millones,
no se encerraba mi amado,
las persianas de noche
tenía en todo lo alto
y, cuando el sol salía,
como estáis pensando.
Ahora que lo pienso,
estábamos dos cazando,
aquella fresca mañana
la perdiz con buen reclamo,
de pronto el primo salió
del puesto instalado
y todo el campo tranquilo
en huracán de cuidado,
cuentan que más de un ser
murió ese día de un infarto.


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