lunes, 7 de septiembre de 2020

DE CASTA Y BURGUESÍA EN GALAPAGAR

 

Colaboración de José Martínez Ramírez

Su boca vestida manó, 
no puedo decir España, 
y entre cócteles molotov,
y lo peor de cada casa
con otra opinión, dialogó.
Y vino a dar la castaña,
y a los suyos animó
a cargarse muchas leyes,
a violar la Constitución;
no le gusta el santoral
ni ninguna procesión,
roja y gualda ni de toalla,
ni de los toros, su canción.
A los verdes no los quiere,
dijo de esa institución
barbaridades ausentes,
luego después prometió
no abandonar su piso,
de nuevo usted mintió,
al pueblo y al vecino,
y de los que muy mal habló
protegen su domicilio.
Un servicio de corazón.
Le encanta la democracia
pero con una condición,
a su comba y semejanza.
Venezuela se retrató
ostensible en Barajas.
Así que al campo fui yo
a vivir de su ignorancia,
a pisar el duro terrón,
los cigarrones saltaban.
Vi un pájaro con ilusión
en la cabeza su plumaje
tan bello, al aire levantó
su corona de espigas,
y que hacia juego el color
con su cuerpo elegante.
El lugar donde se metió
estaba poco distante,
muy ligero acudí yo,
para ver lo que en su pico,
llevaba con tanto amor.
Entre las piedras un nido,
me sorprendió mucho su olor,
era mierda de algún zorrón,
también había de perro
menos mal que aquel zurreón,
no me picó al tocarlo.
¿Cómo es posible pensé yo
que la abubilla tan bella
le guste su condición,
y haga su nido con mierda?
Recordé a aquel percherón
nuestra torda mula Francis…
Luego entonces, dije yo,
lo mismo ésta también habla,
y me costó mucho sudor
intentar explicarle al ave,
como el águila diseñó
su nido casi en el aire.
Como el esquivo tejón
hace de su cueva arte,
en la pared el gorrión,
incluso en los arboles.
Que utilizan mucho pajón,
ponen palitos con clase
si lo encuentran algodón,
u otros objetos, desastre!!
Pero solo tú dije yo,
vírgenes y Dios nos salven,
pone con su pico un mierdón,
yo me la ato con alambre.
Cada uno y su condición 
 para la explicación, tarde.

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