LAS
PINTURAS
de
Santiago López Pérez
Desde niño siempre sentí gran afición por el dibujo, pero no creo que ésta fuera más especial que la de cualquier otro niño de aquella época en la que disfrutábamos enormemente con el sencillo obsequio de una caja nueva de lápices Alpino o con el estuche de colores a estrenar que solía ser casi todos los años regalo obligatorio para los Reyes. Cuantos más lápices hubiera, más grande era la gama de colores que podíamos encontrar.
Guardo buenos recuerdos en los que
muchos ratos mataba el tiempo dibujando o coloreando en aquellos cuadernillos
que se vendían para dar color a los dibujos según los modelos propuestos.
Tras esta etapa infantil, similar a la
de tantos niños, mi interés por el dibujo quedó en un segundo plano. Los
estudios en el Instituto Virgen del
Carmen, de Jaén, se llevaban todo el tiempo. Igualmente, los posteriores
años de Magisterio y en la U.N .E.D., para obtener la Licenciatura en Filología Hispánica centraron toda
mi atención. Mi interés por la
Literatura , que
descubrí gracias, entre otras cosas, a las semanas culturales que se celebraban
en aquellos primeros años de la
Democracia , había
ido arraigando cada vez con más fuerza, hasta el punto de querer orientar mi
vida laboral y profesional dedicándome a la enseñanza de esta materia. Recuerdo
con especial afecto la
Semana Cultural
que se dedicó a Antonio Machado y en la que se contó con la presencia de D. Alfonso Sancho Sáez, que había
conocido personalmente al poeta, pues había sido alumno suyo en el Instituto Cardenal Cisneros, de Madrid,
donde Machado impartía clases de Francés. Su conferencia en el Cine Cervantes que, como todos sabemos,
se encontraba en nuestra actual Plaza de la Constitución , fue
verdaderamente interesante. D. Alfonso
nos habló del Machado poeta y del Machado profesor y ser humano que él había conocido.
Posteriormente, tuve la inmensa fortuna de poder hablar con D. Alfonso Sancho sobre numerosas
cuestiones literarias, ya que él fue mi profesor cuando estudiaba Magisterio.
Durante estos años de estudiante
continué practicando el dibujo tal como lo marcaban los contenidos de Plástica, esforzándome para obtener
buenas calificaciones.
Una vez inmerso en el mundo laboral, empecé a tener un interés creciente por el mundo de la pintura. La visita a los
museos, la adquisición de numerosos libros que recopilaban colecciones de
pintura de todas las épocas, de análisis de las técnicas pictóricas, etc. me
fueron llevando, poco a poco, a querer poner en práctica esta técnica
artística.
Así fue como empecé a asistir a los cursos impartidos por Dª Carmen del Campo, en la Casa de la Cultura de Marbella. Durante tres años
estudié y practiqué: dibujo a carboncillo, sanguina y grafito; acuarela y
pastel; y, óleo, ya en el último curso.
Posteriormente, a raíz de mi traslado
a Lebrija por circunstancias
personales, y siempre que mi nueva situación me lo permitía, asistí durante dos
cursos a las clases impartidas por D.
Francisco Moreno, pintor local que me enseñó a mejorar enormemente la
técnica.
El resto de mi formación la he ido
adquiriendo tras dedicar mucho tiempo a la contemplación y análisis de
muchísimos cuadros ( luces, sombras, tonalidades, perspectiva, etc. etc.), así
como a la práctica diaria de esta afición que poco a poco se ha ido transformando
en una verdadera pasión.
Respecto a mis pintores preferidos,
siento especial predilección por la pintura de Murillo, Rubens, Antonio de
Pereda, etc. etc. La pintura barroca y la costumbrista del s. XIX son mis
predilectas, aunque también me interesa bastante la pintura expresionista.
Y, aunque creo que se ha de pintar de
todo: paisaje, bodegones, etc. siento especial inclinación por la pintura de la
figura humana (retrato, sobre todo) y, especialmente, por la temática religiosa. Estoy convencido de que
también se puede orar con los pinceles ante un cuadro y plasmar en el lienzo lo
que se lleva dentro del corazón.
Espero que os agraden y que disfrutéis
con su contemplación. Para que se cumplan estos dos deseos es necesario que
visitéis “GALERÍA de FOTOS” y ahí
está la EXPOSICIÓN virtual de
mi obra.
Leo tu hermosa vocación y búsquedas tras los bosquejos de los trazos que nacen de tu corazón, una viva fuerza de amor y vida, pasión y encuentro, sombras y luces, que mueven a querer contemplar toda la obra de tu creación. Gracias x tu vida hecha don, que se expresa en la pintura y exposición...
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