LUGARES
DE
JAÉN
Colaboración de Pedro Berrio Melguizo
SEGURA
DE LA SIERRA
Capítulo III
Este municipio jiennense, próximo a Orcera, está enclavado en la comarca de
la “Sierra de Segura” y en el
noroeste de Andalucía. El término
municipal tiene una extensión de 224 km2 y está muy diseminado pues tiene,
además del principal, otro cuatro enclaves y todos están en el Parque Natural de la Sierra de Cazorla,
Segura y Las Villas. En total hay dieciocho núcleos urbanos, trece están
poblados, y Cortijos Nuevos es la
pedanía mayor.
Su población no ha permanecido estable y ha sufrido grandes variaciones a los largo de los años y para ello hay que husmear en el Instituto Nacional de Estadística y entonces nos encontramos que en el año 1900 lo habitaban 2929 personas, en 1950 ya eran 4736 y en 2009 desciende hasta los 2054 habitantes.
Beas de Segura es el núcleo urbano importante que está más próximo, a 35 kms, pues de la capital dista 174 kms. Esta circunstancia le dificulta enormemente su desenvolvimiento administrativo.
Las temperaturas oscilan entre los 35ºC de máxima y los -8ºC de mínima, obteniendo una media anual de entre 11 y 18 grado centígrados, y la pluviometría ronda entre los 500 y 700 litros. Con estas variables se le tiene diagnosticado al lugar el poseer un clima con dominio del mediterráneo continental y cierta influencia del mediterráneo subtropical.
Según cuentan los historiadores, Segura de la Sierra fue poblada por los griegos y en tiempos posteriores su territorio fue testigo de enfrentamientos entre los romanos, éstos le llamaban Castrum Altum, y los cartagineses. Finalmente también estuvieron asentados en sus tierras los árabes, con esta cultura conocieron su momento más esplendoroso y ellos fueron quienes la dotaron de la fortificación que la hacía inaccesible. Para gobernarla había designado el walí, el cual dependía del emir de Córdoba.
Cuando en el siglo XIII pasó a ser gobernada por Castilla, Alfonso VIII donó esta población a la Orden de Santiago. En este periodo histórico muchos nobles e hidalgos nacieron o vivieron en Segura de la Sierra y, entre ellos, se encuentra el ilustre poeta Jorge Manrique.
También sufrió la ocupación napoleónica, la arrasó con un incendio tremendo con él que se destruyó, de manera total, los archivos y así fue como desapareció la mayor parte de su ilustre historia.
Su conjunto arquitectónico y monumental es fruto de la influencia que las culturas que por allí pasaron le dejaron y por esa belleza que atesora Segura de la Sierra fue declarada, en 1972, Conjunto Histórico-Artístico. Entre sus restos históricos encontramos:
Los habitantes del lugar viven de la riqueza forestal de la zona, explotación de la madera, y de la agricultura. En ésta destacan diversos cereales y el olivar con su producto estrella, el aceite de oliva virgen.
La Virgen del Rosario es la patrona y su fiesta se celebra entre los días 4 y 8 de octubre. Lo típico de ellas son las corridas de toros, las competiciones de bolos serranos y la verbena popular por la noche.
Villargordo tiene una conexión muy especial con Segura de la Sierra gracias a D. Francisco Cerezo Moreno.
Hace bastantes años, nuestro paisano, viajó a esas tierras serreñas y quedó maravillado con la experiencia vivida y esta impresión le hizo adquirir una vivienda en ese pueblo, donde pasaba largas temporadas.
En el Museo “Cerezo Moreno” de Villargordo están expuestos los cuadros en los que se refleja la influencia de esas tierras en su obra. Como ejemplos:
Su población no ha permanecido estable y ha sufrido grandes variaciones a los largo de los años y para ello hay que husmear en el Instituto Nacional de Estadística y entonces nos encontramos que en el año 1900 lo habitaban 2929 personas, en 1950 ya eran 4736 y en 2009 desciende hasta los 2054 habitantes.
Beas de Segura es el núcleo urbano importante que está más próximo, a 35 kms, pues de la capital dista 174 kms. Esta circunstancia le dificulta enormemente su desenvolvimiento administrativo.
Las temperaturas oscilan entre los 35ºC de máxima y los -8ºC de mínima, obteniendo una media anual de entre 11 y 18 grado centígrados, y la pluviometría ronda entre los 500 y 700 litros. Con estas variables se le tiene diagnosticado al lugar el poseer un clima con dominio del mediterráneo continental y cierta influencia del mediterráneo subtropical.
Según cuentan los historiadores, Segura de la Sierra fue poblada por los griegos y en tiempos posteriores su territorio fue testigo de enfrentamientos entre los romanos, éstos le llamaban Castrum Altum, y los cartagineses. Finalmente también estuvieron asentados en sus tierras los árabes, con esta cultura conocieron su momento más esplendoroso y ellos fueron quienes la dotaron de la fortificación que la hacía inaccesible. Para gobernarla había designado el walí, el cual dependía del emir de Córdoba.
Cuando en el siglo XIII pasó a ser gobernada por Castilla, Alfonso VIII donó esta población a la Orden de Santiago. En este periodo histórico muchos nobles e hidalgos nacieron o vivieron en Segura de la Sierra y, entre ellos, se encuentra el ilustre poeta Jorge Manrique.
También sufrió la ocupación napoleónica, la arrasó con un incendio tremendo con él que se destruyó, de manera total, los archivos y así fue como desapareció la mayor parte de su ilustre historia.
Su conjunto arquitectónico y monumental es fruto de la influencia que las culturas que por allí pasaron le dejaron y por esa belleza que atesora Segura de la Sierra fue declarada, en 1972, Conjunto Histórico-Artístico. Entre sus restos históricos encontramos:
- El Castillo mudéjar.
- La Iglesia de Santa María del Collado.
- La casa de Jorge Manrique.
- Y también, sin soporte fotográfico: Los Baños Árabes y la Muralla.Los habitantes del lugar viven de la riqueza forestal de la zona, explotación de la madera, y de la agricultura. En ésta destacan diversos cereales y el olivar con su producto estrella, el aceite de oliva virgen.
La Virgen del Rosario es la patrona y su fiesta se celebra entre los días 4 y 8 de octubre. Lo típico de ellas son las corridas de toros, las competiciones de bolos serranos y la verbena popular por la noche.
Villargordo tiene una conexión muy especial con Segura de la Sierra gracias a D. Francisco Cerezo Moreno.
Hace bastantes años, nuestro paisano, viajó a esas tierras serreñas y quedó maravillado con la experiencia vivida y esta impresión le hizo adquirir una vivienda en ese pueblo, donde pasaba largas temporadas.
En el Museo “Cerezo Moreno” de Villargordo están expuestos los cuadros en los que se refleja la influencia de esas tierras en su obra. Como ejemplos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario