Colaboración de Paco Pérez
¿ACEPTACIÓN O RECHAZO?
Los
apóstoles, cuando estuvieron preparados, fueron enviados por Jesús
a evangelizar, de dos en dos, para que comunicaran las experiencias que habían
vivido a su lado y anunciaran la venida del Reino. En su nombre
ayudarían expulsando los demonios y curando las dolencias. También les dio unas
normas para viajar y permanecer en los pueblos, ellos regalarían la Palabra y los
habitantes los hospedarían.
Pasaron
los años y comprobamos que antes y después de Jesús los problemas continúan
pero el Señor siempre está a nuestro lado.
El SALMO nos ayuda a comprobarlo: [El Señor nos dará lluvia, y nuestra
tierra dará su fruto. La justicia marchará ante él, la salvación seguirá sus
pasos.].
¿Respondieron y respondemos bien las personas?
No y por eso recibió Amós, del Señor, el encargo de comunicarles
que estaba cansado de su mal comportamiento pues habiendo prosperidad unos pocos
vivían en la opulencia y los muchos no tenían qué llevarse a la boca, lo mismo que
ocurre ahora.
En la Casa de Dios profetizó lo que recibirían, el
sacerdote se lo reprochó y le aconsejó que no lo hiciera allí, en lugar sagrado…
¿Por qué lo hizo?
Porque aún no había comprendido que la preocupación
de Dios era solucionar la situación injusta en que vivían los pobres pero sí comunicó
a Jeroboán la profecía que Amós hizo sobre él.
Ahora se repiten, en España y el mundo, los mismos atropellos
contra las personas, la verdad, la justicia, la libertad o las leyes…
¿Necesitamos que Amós nos recuerde cómo está Dios con lo que hacemos?
No, pero considero que nos faltan Bautistas que
denuncien para que los cristianos tomemos posturas eficaces ante los desmanes y
que nos sobran los soplones de Jeroboán. Éstos, en el tema de los abusos a
menores han levantado la voz, han fijado su postura ante la opinión pública, se
han convertido en defensores únicos de las víctimas y han puesto a la Iglesia
Española en evidencia para que sea juzgada y condenada anticipadamente… ¿Cómo?
No aceptando el calendario que la CEE tenía
programado para aprobar el PRIVA y encumbrando el plan del Defensor del Pueblo porque,
según ellos, es el mejor.
Ante estos desmanes, debemos recordar que Pablo afirmó
que, por amor del Padre, recibimos la condición de Hijos de Dios; que Jesús
sufrió y murió para rescatarnos del pecado y salvarnos y que el Espíritu Santo
continuará actuando para que el plan del Padre culmine felizmente.
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