Colaboración de Paco Pérez
EL CAMINO DE LA SALVACIÓN
Los
fariseos eran una secta
político-religiosa que estaba integrada por seglares que estudiaban en profundidad el A.T. y que cumplían los
preceptos de su creencia: [Pagar el DIEZMO, es decir, el 10 % de lo que rendían
anualmente sus propiedades y mantenerse “puros”,
para ello evitaban tener contacto con
todo lo que estuviera relacionado con la muerte
y la enfermedad y también no relacionarse con las personas que
tenían mala conducta.].
Tenían
autoridad sobre el pueblo y para mantenerla se preocupaban mucho de cuidar las
formas externas de comportamiento y para ello hacían gestos muy estudiados y
ocupaban posiciones de estrategia en los actos religiosos o públicos.
Con su
comportamiento hipócrita lo que buscaban era engañar al pueblo sencillo
creándoles un sentimiento de inferioridad al hacerles creer que para estar bien
con Dios tenían que hacer como ellos
pues Él anotaba lo que hacíamos bien
o mal, a quienes fallaban les aconsejaban hacer sacrificios u obras buenas. En
su práctica la realidad era otra pues todo lo que hacían era para mantener su
posición social pero después se evidenciaba que tenían un apego elevado al “dinero” y que explotaban a los pobres,
con estas realidades se ganaban el desprecio del pueblo porque decían una cosa
y después hacían otra.
Entre
los “Fariseos” había una categoría
superior, la de los “Letrados” o “maestros”, éstos tenían estudios y a
los cuarenta años eran ordenados,
llevaban unas vestimentas diferentes, tenían discípulos, comenzaban a ocupar
puestos de relevancia en las celebraciones y las personas los saludaban con
gran respeto al pasar junto a ellos.
El
pueblo judío se regía por el Sanedrín,
un órgano compuesto por setenta y un
miembros y para pertenecer a él la
condición indispensable era ser doctos en el conocimiento de las Escrituras, los “Fariseos” tenían mucha presencia en él.
Los
jefes de los sacerdotes, el rey y el pueblo se desviaron del camino que les
mostró el Señor, ellos le
respondieron con infidelidades para seguir las costumbres de los gentiles, lo
abandonaron y comenzaron a practicar las costumbres de ellos. Él les mandó unos mensajeros para que
les comunicara su mensaje de cambio, no los escucharon, se burlaron de los
profetas, Dios se enfadó y los castigó… ¿Cómo
lo hizo?
Permitiendo
que los “caldeos” invadieran Israel, los derrotaran, mataran a
muchos de ellos, destruyeran los palacios
y el Templo y se llevaran cautivos a
Babilonia a los que sobrevivieron.
El Señor, por mediación del profeta Jeremías, les anunció: [Hasta que el país haya pagado sus sábados, descansará
todos los días de la desolación, hasta que se cumplan los setenta años.].
El
pueblo deportado estuvo cautivo durante el tiempo que les anunció el Señor en la profecía y, una vez concluido,
ayudó a Ciro para que conquistara Babilonia, él reconoció los hechos, los
proclamó con la palabra y por escrito, devolvió la libertad a los judíos y
regresaron a Israel.
Pablo afirmó que la salvación de los hombres de todos
los tiempos se alcanzó con la muerte y
resurrección de Jesús porque Dios quiso que fuera un regalo de Él para
todos… ¿Por qué?
Porque
así no estaría sujeta a la buena o mala conducta que tengamos y nos evitaría
que tengamos la tentación de presumir de haberla alcanzado con nuestras
obras cuando la realidad es otra, es
fruto de su gran misericordia.
A
pesar de ellos las personas debemos saber que, como nos creó libres, siempre
tendremos que elegir durante nuestra vida por el camino que deseamos viajar, el
de la LUZ o el de las TINIEBLAS.
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