Colaboración de Paco Pérez
D. Vicente
Moral Lorite,
anciano “somatén” villargordeño,
prestó sus servicios a dicho cuerpo en nuestro pueblo desde su mayoría de edad
hasta que se jubiló el 26 de diciembre de 1975, hecho que se produjo un mes y un
día después de la muerte del Generalísimo
Franco.
Estos
nombramientos se hacían con cuentagotas y sólo ingresaban en ese cuerpo las
personas que manifestaban un gran amor a la UNIDAD de la PATRIA y al
régimen que regía nuestros destinos, él fue elegido porque siempre fue un gran
defensor de esos principios. En este cuerpo, armado con pistola, hizo labores de
protección civil y de ayuda a la Benemérita en el pueblo cuando ésta lo
solicitaba, junto a otros villargordeños.
Para
él, pertenecer durante un buen ramillete de años a los “somatenes” siempre fue un honor y le proporcionó una satisfacción
enorme porque, al no poder ingresar en la Guardia
Civil por razones de estatura, esta unidad de información y vigilancia le
dio ese plus de hacer algo provechoso por su pueblo y por España. Todos sabemos
que esta segunda actividad se ejercía de manera altruista, es decir, sin cobrar
una puñetera peseta y eso hacía que esa labor tuviera más mérito. Se jubiló con la graduación de comandante, ese día le colgó
Enriqueta el traje en el armario y, como el Sr. Vicente se conserva en peso y
estatura más o menos igual, lo ha descolgado cuarenta años después para
recordar y celebrar el ANIVERSARIO
de dicho momento. Para ello reunió a la familia y a los miembros de la
Benemérita que componen la plantilla del acuartelamiento de Villargordo en la
parroquia para asistir a misa y después los llevó a un restaurante de la
localidad, allí los invitó a una suculenta cena.
Quien
no faltó fue su perro INOCENTE, ese
bello y gracioso animal que le alegra la vida de jubilado en Villargordo, en casa o cuando sale de
paseo.
Donde
se ha convertido en una figura muy popular es en Torre del Mar. Allí, durante las vacaciones de verano, alegra la vida a
los conocidos y a los veraneantes nacionales y extranjeros pues las gracias del
perro y las ocurrencias del comandante ponen el punto de humor a quienes se les
acercan.
Aprovecho
la ocasión para felicitar al perrito en el día de su onomástica.
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