Colaboración de José Martínez Ramírez
Capítulo II
UN
TREN A CUALQUIER LUGAR
Este
tren se llama García Lorca,
y,
en contra de mi voluntad,
me
lleva a una lejana ciudad.
y,
al llegar a Oropesa del Mar,
me
acuerdo de mi soledad,
de
mi gente, de mi refugio y de mi lar.
Este
tren se llama García Lorca,
y,
al quedar mi pueblo atrás,
sueño
con volver un día,
desde
esa lejana ciudad.
LA
HONESTIDAD Y EL ABISMO DE LAS GUERRAS
En
este abismo que es el mundo
y
en esa lejanía que es la honestidad,
busco
con ahínco mi mejor versión.
Anhelo
un lugar donde reine
la
lluvia y un tibio sol,
donde
el viento invite a la risa.
Volveré
al lugar donde nací,
cuna
de campos con olivos,
para,
con mis padres, navegar
tras
la orilla de la infancia,
libre
de dioses salvajes
y
de locos amantes de las guerras.
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