Colaboración de Paco Pérez
Capítulo I
La verdad, no sé si el uso de la Gorra fue anterior al del SOMBRERO o viceversa. Lo que sí puedo
afirmar es que en “tiempos de
Maricastaña”, los usuarios de ambas prendas de vestir siempre fueron muchos
y ahora se está poniendo de moda el mirar en el “fondo del armario o del arca”
para ver si hay guardado en esos muebles alguno de estos ejemplares que
nuestros mayores aún conservan, como recuerdo, añorantes de aquellos tiempos
del pasado porque los usaban sus antepasados, padres o abuelos.
Hace unos años inició la reposición del
uso del sombrero como prenda de vestir, durante el periodo invernal, Antonio Castellano Feo “Tonín el Pelindo”. Su atuendo no pasó
desapercibido entre los villargordeños y como aquí hay muchos “motosierras” y son muy manejables pues
siempre los tenemos dispuestos para cortar cualquier iniciativa, gusto o lo que
sea del vecino, en este caso el “sombrero”
de Tonín. Él, hombre curtido en una
y mil batallas, siempre se pasó por el “arco
del triunfo” los comentarios ajenos y continuó con el uso de esa prenda un
invierno sí y al siguiente también. Esa constancia ha dado sus frutos, ya hay
circulando por Villargordo muchos “sombreros”
y esta realidad me ha hecho reflexionar, hasta el punto de hacerle un merecido
homenaje desde este espacio… ¡¡¡Antonio,
como reconocimiento a tu constancia y por no escuchar los comentarios
despectivos del vecino, te proclamo Presidente de “La Peña el Sombrero”!!!
Hace tiempo que vengo siguiendo la
trayectoria de los usuarios de esta prenda y por eso he comprobado que con
estos fríos que hemos padecido, y que padecemos, su número ha ido creciendo día
a día.
Lo que me lanzó de manera definitiva a
iniciar la fundación de esta Peña
fue el recibir un día de Adriano Jiménez
Almagro, más conocido popularmente como “El Gordo de José Miguel”, un
mensaje de Whasapps en el que me comentaba el encuentro que aquella mañana había
tenido en Úbeda a Juan Antonio Martos Moreno “El de la Pensaora” o “Juan Antonio El Hocicón” y que éste iba
luciendo un “look” nuevo, muy de
estos tiempos… ¡¡¡Cubría su cabeza con un
sombrero de su papa!!!
La verdad, yo me quedé bastante
sorprendido porque no recordaba haber visto jamás a Juanto ir vestido de esa guisa.
Al mediodía me dirigí a “El Tropezón” con la intención de
complacer a mi gran amigo Manolo
Martínez Ramírez “El Profesor”
pues llevaba mucho tiempo pidiéndome que me bajara un día con él a la cocina
para tomarnos allí algo y charlar solos y a gusto, como en los viejos tiempos.
Al pasar por la barra estaba recién llegado Juanto, charlamos, nos
acomodamos, comenzamos a tomar unas copas y ya se estropeó otra vez la reunión programada
con Manolo, otro día será.
Estábamos enfrascados en la tertulia, me
acordé de Úbeda y decidí plantearle
al compañero de “liguera”, por
sorpresa, la noticia recibida desde allí para ver su reacción, lo hice así:
- Estás como Dios, en todas partes y, la verdad, no sé cómo te la apañas para
estar siempre en el sitio justo.
- ¿Por qué dices eso? – me preguntó.
– Antes de venir para acá estaba puesta
en casa la TV y, cambiando Mari de
canal, salió Úbeda. Proyectaron unas
imágenes de ambiente callejero y, entre la gente grabada, estabas tú o te
parecías mucho a una persona que vestía con un sombrero antiguo.
Al pronto quedó sorprendido pero
reaccionó de inmediato y me dijo:
- Pajarete, en la TV no me has visto y
el que te ha informado ha sido Adriano,
he estado con él.
Nos reímos un rato con el tema, cogió
el celular, abrió el Whatsapp y me mostró esta imagen:
Después he ido hablando con los otros
usuarios de esta prenda, les ha encantado la idea y los he grabado, como prueba
de que esto no es cachondeo y que vamos en serio.
Los otros miembros fundadores han sido Ramón Albao Carmona y Francisco Pérez Lopez.
A medida que aumenten los socios del Club les iré mostrando a los nuevos
miembros y espero que, para ese día, ya tenga Ramón redactados los Estatutos.
Prometo mostrárselos.
Hasta entonces les digo:
- Ánimo paisanos, no sean tímidos,
venzan los miedos, visiten la tienda de Francisco
Huertas Hidalgo “Paco el Feo” y
es posible que allí puedan comprarse un buen sombrero, si no tienen ninguno del
abuelo, y después ya podrán reírse del frío.
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