Colaboración de Paco Pérez
Capítulo II
YA HA RECIBIDO EL Vº Bº
Hace
unas fechas enviamos a uno de nuestros socios fundadores a EEUU para que visitara al nuevo Presidente, el Sr. Donald
Trump. Aprovechando que iba a viajar hasta su país para asistir a la toma
de posesión del nuevo Presidente pues,
dadas las buenas relaciones que tiene con él desde que iban al colegio, le
pedimos que le hablara de nosotros y de nuestro proyecto. Él acepto encantado.
Nos
ha informado que, en un momento de intimidad, le comentó lo que estábamos
haciendo en Villargordo, parece ser
que al Sr. Presidente le agradó mucho la idea y le pidió que cuando regresara
le mandara los Estatutos de nuestra Peña pues, en futuro, iba a potenciar
iniciativas como la nuestra.
LOS NUEVOS SOCIOS
LOS ESTATUTOS
Colaboración de Ramón Albao Carmona
El
aire frío,
el
cielo gris,
el
Paseo vacío
y
de color plomo,
como
un buen Febrero.
En
la churrería sentados,
al
aroma de un café,
el
olor de las porras que hace,
como
buen churrero,
los
trae el buen amigo José.
Sobre
la mesa las noticias del día,
la
charla matinal y, cómo no,
los
amigos de la “Peña el Sombrero”
que
aún, siendo pocos…
¡Cuando
hablan, resuenan un montón!
Cuando
se acabe el invierno,
el
sombrero hay que guardar
y,
cuando llegue otra vez duro y no tierno,
del
ropero lo volveremos a sacar
pues
no hay mejor prenda, después de “El Infierno,
para
calentar la sesera que… ¡El sombrero!
Aquí
nos lo ponemos todos,
el
señor del kiosco,
el
vecino que es frutero,
el
que nos reparte la leche
y
también, el butanero.
Nos
da lo mismo lo que tú seas,
que
puedas estar jubilado
o
que trabajes de estanquero,
lo
que sí queremos es vivir con alegría…
¡Y que te pongas un bonito sombrero!
No
importa si el material es de tela o fieltro,
que
el de Juan Antonio sea de cuadrillos
o
el de “El Chinda” muy moderno,
el
de Pérez y Ramón azul oscuro
marinero
y
negro el del gitano del mercadillo…
¡Como el que usa en la plaza un renombrado
torero!
Os
pregunto yo, que soy bastante sincero…
¿Y
si formamos una Peña?
¿Podría
ser la “Peña el Sombrero”?
¡Con
sede en la Cafetería José “El Churrero”!
Si
algún día no lo tengo claro,
de
rodillas le pido al cielo…
¡Que
no me quede calvo si, en la cabeza,
no
puedo ponerme un buen sombrero!
Refuerzo
mi propuesta recordando
unas
palabras de mi amigo Keyser:
[Si quieres saber algo más de mí,
pregúntale a
mi sombrero
pues él sabe
mucho de mis pensamientos.].
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