Colaboración de Paco Pérez
VIGILANCIA Y ESPERANZA
Los
hombres culpan a Dios de sus
problemas y lo hacen cuando no reflexionan ni reconocen las cosas buenas que han
recibido de Él. Cuando las personas
son justas Dios está a su lado y
todo les sale bien pero cuando no actúan con corrección sus acciones son las
que les cierran las puertas y todo les sale al revés. Al llegar a este punto,
la pobreza y la marginación les hace sentirse desamparados por la
sociedad, señalan como culpables a Dios
y a quienes dirigen nuestros destinos
y piden justicia y cambios en el formato social que nos
rige.
Esta
realidad nos debe llevar a comprender que debemos hacer una transformación
profunda del sistema pero sin olvidarnos de que en el cambio nos tenemos que
involucrar todos para evitar situaciones de esa índole.
Pablo sigue esa
línea y nos recuerda que debemos comprometernos con la participar porque hemos
recibido al nacer unos dones que deben ejercitarse para que, cuando acontezca
la segunda venida de Jesús, no los
hayamos trabajado en la línea que Él nos
enseñó y, por comodidad, los tengamos bien guardados para que no se nos pierdan.
Los
primeros cristianos estaban convencidos de que ejercitarlos era el camino porque
ese acontecimiento deseado lo verían ellos, e incluso el apóstol también
participaba de esa creencia, y por ella comenzaron a vivir una vida en común
tal que vendían sus propiedades para compartirlo todo en la comunidad.
Cuando
Jesús vivió entre los hombres nos
enseñó a trabajar por el Reino de Dios,
una labor que no debemos dejar parada nunca porque de hacerlo quedaríamos
estancados y nos llevaría a la involución personal y colectiva, por esa razón
nos animó a estar VIGILANTES siempre
porque, siguiendo el refranero popular: El
pez que no nada se lo lleva la corriente.
El
Adviento es el tiempo propicio para
estar vigilantes en el desarrollo de
nuestros compromisos con Jesús e intentar
poner en marcha el Reino de Dios
pues actuar bien nos generará la satisfacción del deber cumplido y nos regalará
la esperanza de ser acogidos.
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