viernes, 21 de junio de 2019

LA LOCURA DE LAS TENDENCIAS


Colaboración de Paco Pérez
Cada época genera sus tendencias y para que éstas tengan seguimiento, sobre todo cuando comienzan su andadura, sólo necesitan que una persona bien amueblada tenga una ocurrencia muy extravagante y el atrevimiento necesario para presentarla al público. Además, al hacerlo, deberá mostrar algo diferente a lo que la sociedad está acostumbrada a ver, hacer, escuchar… Al principio causará en el receptor sorpresa, escepticismo y muchas más cosas pero si insiste presentando la idea, por muy loca que ésta parezca, siempre tendrá la recompensa de que en cualquier momento aparecerá un primer seguidor y después ya vendrán un segundo, un tercero… Con este formato tan simple la bola seguirá dando vueltas y cada vez serán más las personas que formarán parte del grupo de cuerdos-locos.

¿Por qué tienen tanto éxito en nuestros días las tendencias que se originan?
Porque quienes las crean no tienen miedo al ridículo, al fracaso o al qué dirán los demás de ellos. Cuando logran el respaldo popular lo único que les queda ya por hacer es seguir alimentando la idea presentada mediante la incorporación de nuevos elementos que justifiquen su actividad y aumenten su popularidad. Así, con las variantes que las diferencian, es como irrumpen las tendencias en la música, la moda, los lugares de recreo o vacaciones… Éstas, siendo diferentes, tienen en común el respaldo de una publicidad bien montada alrededor del fenómeno creado y su decadencia natural les llegará después de un cierto tiempo de actualidad.
En nuestros días, una “tendencia” de gran arraigo y auge es “El FEMINISMO”, movimiento que pretende alcanzar la igualdad entre las mujeres y los hombres.
Partiendo de esa filosofía que defienden yo me pregunto… ¿Puede haber alguna persona cuerda que defienda la desigualdad entre mujeres y hombres?
Casi me atrevo a decir que no pero me inclino más a afirmar que son muy pocas las personas que defenderán la desigualdad y por esta realidad os pregunto… ¿Me puede decir alguien dónde está localizado en Jaén capital el “Centro del Hombre”?
Yo no lo he conseguido pero sí he encontrado el “Centro de la Mujer”, está ubicado en la calle Hurtado nº 4.
Es posible que esa desigualdad esté motivada por la desidia que hemos mostrado los hombres para organizarnos y movilizarnos en defensa de nuestros derechos y como ellas fueron más decididas pues su causa encontró la respuesta adecuada en la Administración con la publicación en el BOJA 247 de 18/2/2007 de la “Ley de Igualdad de Género”…
¿Es culpable la Administración de la desigualdad que hay en este campo entre hombres y mujeres?
Yo afirmo que no, las autoridades se han hecho eco de unos planteamientos justos que le han realizado las señoras y la ellas les ha respondido en positivo. Hasta aquí todo discurre por la normalidad pero después, cuando logran el objetivo, ya comienzan a desviarse las buenas intenciones y los ciudadanos les protestan en las oficinas porque la igualdad no se respeta por culpa de las actuaciones subjetivas de sus miembras.
Con posterioridad, como todo necesita reformarse con el paso de los años, la Administración le ha introducido a la Ley algunas modificaciones a ciertos artículos. Esta realidad ha solucionado ciertos problemas pero otros no y hasta es posible que haya despertado un sentimiento de rechazo social porque no se aplica con la misma vara de medir en ambos géneros.
La promulgación de esta ley es un ejemplo de la fuerza que tiene el saber crear “tendencias”, las mujeres han insistido tanto, e insisten, en denunciar la desigualdad de género que la sociedad se ha creído el tema porque lo están vendiendo muy bien desde la “violencia de género” que tanta desgracia está causando en las familias. Ésta es un hecho objetivo pero no es todo el conjunto de la problemática pues la forma de tratar el tema no justifica lo que están haciendo y por eso no estoy de acuerdo. No lo estoy porque la Constitución, en su artículo XIV, dice:
[LOS ESPAÑOLES SOMOS IGUALES ANTE LA LEY SIN QUE PUEDA HABER DISCRIMINACIÓN ALGUNA POR RAZÓN DE NACIMIENTO, OPINIÓN, SEXO,  RELIGIÓN O CUALQUIER OTRA CIRCUNSTANCIA PERSONAL O SOCIAL.].
Si nos fijamos en este artículo comprenderemos por qué no se deben sentir discriminadas las mujeres, pero es posible que lo estén porque rechacen: [LOS ESPAÑOLES SOMOS IGUALES…] y ellas son españolas.
Pero… ¿Es falsa esa proclamación?
Debe serlo para quienes han montado esa “tendencia” y por eso ahora hay que escribir o hablar en terminología de “igualdad”:
- Españoles y españolas, niño y niña, abuela y abuelo…
Para conseguir sus objetivos no tienen inconveniente en asaltar lo que haga falta para conseguirlos. Con el “tontuneo” lo que han hecho ha sido destrozar las más elementales reglas gramaticales que nos enseñaron cuando éramos pequeños en el colegio. Entonces se nos decía: [Los sustantivos que nombran a seres animados, el masculino gramatical no sólo se emplea para referirse a los individuos de sexo masculino, sino también para designar la clase, esto es, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos.].
¿Qué dirían los viejos maestros de España si abrieran los ojos y leyeran o escucharan estas modernidades?
Ejemplos sencillos para entender lo que digo:
1.- Los gatos son unos excelentes cazadores.
2.- Los hombres primitivos vivían en cavernas.
3.- Dentro de unos días los alumnos se graduarán.
No hace falta mencionar a ambas formas del género porque con la forma del masculino es suficiente y no causa discriminación… ¿Por qué?
Porque es una realidad conocida que las gatas también cazan los ratones para comérselos; que tanto los hombres como las mujeres se resguardaban del frío en el interior de las cavernas y que en la fiesta de graduación no se quedan sin pergamino las alumnas.
Esta es la función real del masculino pero no es una utilización de la terminología para ensalzar el machismo y denigrar al feminismo dentro de la Constitución.
Pues a pesar de estas realidades, desde hace unos años y por intereses más políticos que lingüísticos, se nos ha metido con calzador la obligación de escribir o hablar ellos/as, maestros/as, arquitectos/as… ¿Por qué lo hacemos casi todos y no protestamos?
Porque el “feminismo” ha sabido crear esta “tendencia progresista” que califica, a quienes no escriben o hablan como han impuesto, de “machistas” redomados y retrogrados y todo porque optan por no seguir aplicando la norma moderna de usar el masculino y el femenino en vez del masculino plural.
Como la regla del estilo tradicional no ha cambiado y es correcta pues propongo que quienes opinamos igual deberemos seguir con nuestro estilo tradicional-reglado, el correcto, para que no se pierda; para que sea “TENDENCIA”, desde ya, entre los que estamos dispuestos a no tener miedo a que nos tilden de “machistas” y, sobre todo, para que no nos hagan cambiar quienes sólo están sustentados en otra tendencia… ¡La de sentirse orgullosos de “ser progresistas”!


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