Colaboración de Paco Pérez
PARAJE “EL TORREJÓN”
Este
enclave agrícola está próximo al cauce del arroyo Salado y del río Guadalquivir,
es un terreno algo accidentado y en dos de sus mesetas se encuentran los restos
de dos construcciones que forman parte de nuestra historia local en el plano
laboral, los cortijos conocidos como “Avelinos”
y “Torrejón”.
Viajando
hasta el lugar por el camino del mismo nombre la primera construcción que nos
encontramos es el cortijo de la familia conocida como “Avelinos”.
Tomadas
las fotos seguimos viajando y unos minutos después teníamos ante nosotros la
construcción cortijera que ofrecía mejor atractivo por su construcción e
historia. Una prueba de lo que afirmo nos la dejó hace ya bastantes años D. Francisco Cerezo Moreno, nuestro
recordado pintor villargordeño, lo hizo cuando plasmó la cortijada “Torrejón” en un dibujo con plumilla.
Con
el paso de los años este antiguo castillo se utilizó como residencia de los
señores que adquirieron la propiedad pero cuando dejaron de habitarlo también sufrió
los efectos del abandono y la acción destructora de las inclemencias del
tiempo.
Este
enclave lo visité por primera vez en la década de los setenta, fue durante una
expedición dominguera que realizamos unos amigos para patear el campo en busca
de espárragos. Lo recuerdo cada vez que surge el tema porque nunca me encontré
tantos espárragos en un mismo lugar, tan grandes y tan gruesos. Divisé uno y ya
comencé a localizarlos con facilidad si me agachaba pues sobresalían por encima
del sembrado.
También
se divisa desde ese lugar Campillo del
Río y su entorno.
En
la era se pueden observar algunos otros restos del pasado:
1.-
Los restos de una construcción.
2.-
Según la persona que me acompañaba los romanos también estuvieron presentes en
el lugar:
-
Pila de lavar.
–
Útil para la obtención del aceite de oliva.
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