Colaboración de Paco Pérez
La
música es una rama del arte que
tiene mucho arraigo en nuestro pueblo y sería muy interesante que aquellos
paisanos que han destacado en ella escribieran sus vivencias y nos aportaran
datos históricos de la trayectoria que ésta tuvo en Villargordo.
El
motivo de este post no es profundizar ahí sino mostrar una historia músico-pictórica que tuvo como
protagonistas a dos personas que no se conocían, que las casualidades de la
vida hicieron que entraran en contacto y que, un tiempo después, generara el
breve relato que os voy a ofrecer.
Una
mañana se encontraba Juan Pedro Morcillo
Valderas “Chaparrito” tocando la
guitarra, en la plaza Deán Mazas de Jaén, en concierto matinal callejero y, mientras interpretaba las piezas
musicales para quienes transitaban por el lugar, se apoyaba sobre el basamento
de las columnas que sostienen el soportal en el que está la puerta de entrada de
la oficina que la entidad bancaria BBVA tiene ahí. Todos sabemos que es un
lugar muy transitado y una de las personas que pasaba reparó en el señor
músico, esperó que acabara su interpretación y después, dirigiéndose al músico,
lo saludó:
-
Señor, buenos días.
Juan Pedro le devolvió
el saludo y le preguntó:
-
¿Qué desea usted de mí?
Mientras
le tendía la mano se presentó:
-
Me llamo José Luís García Campos,
soy pintor y por esa razón deseo comunicarle que me gustaría pintarle… ¿Puedo
hacerlo?
–
Sí, no me importa que lo haga.
El
señor José Luís se acercó hasta su
domicilio y en poco tiempo regresó con sus útiles de pintura al encuentro de Juan Pedro, se acomodó para no
entorpecerle su concierto, trabajó durante un tiempo en acabar un boceto fiable
del concertista y, cuando lo tuvo acabado, recogió sus apechusques, lo saludó y
le dijo antes de marcharse:
-
Cuando lo tenga concluido, si usted lo desea, tendré la satisfacción de
regalárselo.
Juan Pedro aceptó y se
despidieron con los saludos de rigor.
Pasó
un cierto tiempo y lo que parecía que había sido un encuentro circunstancial
volvió a cobrar vida de manera casual una mañana en una notaría de Jaén, a ella acudió Miguel García Gómez “Canallilla” para resolver unos asuntos.
Cuando estuvieron las personas implicadas en el acto documental ante el notario
éste les leyó la documentación, después procedieron al acto de las firmas y,
cuando estaban despidiéndose, el señor notario le comentó a Miguel:
-
Al leer el texto que han firmado he comprobado que son ustedes de Villargordo.
Miguel confirmó las
palabras del notario y le preguntó:
-
¿Conoce usted el pueblo?
–
No lo conozco pero el motivo de mi comentario está motivado por algo que está
relacionado con mi suegro y un señor de su pueblo –le aclaró.
-
¿Cómo se llama? – le preguntó Miguel.
El
señor notario no recordaba bien el nombre y entonces balbuceó, sin mucha
convicción, una palabra identificadora algo rara:
-
Yo creo que se llama “chascarrillo”,
o algo parecido.
Miguel, al
escucharla, se sintió perdido pero después de unos minutos le pronunció un
apodo conocido de nuestro pueblo:
-
Yo creo ese paisano se llama Juan Pedro
y de apodo “El Chaparrito”.
Cuando
el notario confirmó el nombre le pidió a Miguel
que lo localizara y le comentara que su suegro tenía acabado el cuadro que le
hizo y que le gustaría entregárselo, como le había prometido.
Transcurrió
el tiempo y el pasado 2 de julio fui con Miguel
a esa misma notaría, estábamos esperando que nos atendieran, pasó el notario,
se saludaron y retomaron el tema. Le preguntó por el guitarrista y él le comunicó
que le había transmitido a Juan Pedro
el mensaje, lo que le agradó mucho y le comentó que se acercaría a Jaén para recogerlo.
Comentaron
las circunstancias personales que tenía el muchacho, las que le habrían
impedido recogerlo y nos despedimos. Antes de llegar el notario a su despacho
regresó hasta nosotros, nos invitó a acompañarle y, una vez que estuvimos junto
a su mesa, miró en un cajón y nos sacó una litografía del cuadro.
La
contemplamos y, mientras lo hacíamos, nos informó de que lo había pintado con “carboncillo”. La verdad, quedamos
maravillados con la obra conseguida.
Antes
de marcharnos le hicimos con los móviles unas fotos y, mientras las hacíamos el
señor notario nos dijo que el suegro había hecho varias exposiciones con sus
obras pictóricas.
Buenas tardes. Ante todo, le felicito por sus agradables historias sobre Villargordo. Estoy buscando algún dato acerca de Alonso Chica García 'El Melonero'. Era de Mengíbar pero se trasladó a Villargordo en una fecha indeterminada. Soy bisnieto de un hermano suyo y me haría ilusión saber qué fue de él. Le agradecería cualquier dato que pudiese darme. Un cordial saludo.
ResponderEliminarMuy bonita la historia, mejor el relato y sublime el dibujo.
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