Colaboración de Paco Pérez
SÓLO NOS DUELEN NUESTROS PROBLEMAS
Damos
por hecho que la vida sólo se vive una vez y por esa razón algunos, mostrando
una ausencia total de principios, hacen cosas que no deben y después lo
justifican diciendo… ¡Ahora que me
quiten lo bailao!
Eso
nos es correcto y el evangelio lo enseña mostrándonos las consecuencias que se
derivan a los hombres por su forma equivocada de caminar por el “Reino de Dios”, lo hace mostrándonos la
realidad que encuentran el rico y Lázaro al morir y tener que presentar
las cuentas de sus actos ante el Padre.
No
olvidemos que en la escena que se nos presenta no aparecen un juez inflexible y unos
reos asustados sino un acto en el que la sinceridad les hace descubrir tarde cuál es el secreto de la VERDAD, haciéndoles ver lo que hicieron
mal y que debían tener capacidad de arrepentimiento y deseos de cambiar. Esta
transformación se originó cuando comprendieron que lo que cada uno recibía
arriba era el fruto de lo que había hecho abajo.
Una
vez más queda probado que los hechos del pasado se repiten en el presente pues el
ejemplo que nos regaló Jesús no ha
servido para que después mejorara el comportamiento humano, la injusticia sigue triunfando y el
desequilibrio social es cada día mayor.
El
modelo de antes consistía en avasallar a los indefensos con todo tipo de cargas…
¿Qué efectos causaba esa forma de gobernanza
a los humildes?
La
religión les hacía pagar una décima
parte para el sostenimiento del culto
y, además, gastar otra cantidad igual en las fiestas de Jerusalén; los reyes los exprimían con impuestos para la
corte y el Imperio Romano también les hacía pagar para el mantenimiento de las
tropas… ¿Qué originaban a los pobres con
esta opresión económica?
Los
arruinaban, los ricos se quedaban con sus tierras, y ya no les quedaba otra
opción que robar o pedir para sobrevivir.
Es
real que vivimos mejor que en el pasado pero… ¿Nos hemos preguntado alguna vez cómo viviríamos si quienes nos
gobiernan se dedicaran a servir a quienes les votan?
De
hacerlo así la IGUALDAD sería una
realidad y no DESPILFARRARÍAN el
dinero público aunque algunos de ellos opinen que no es de nadie.
Amós denunció que
había personas que no podían comer mientras que otras vivían en la opulencia.
Él dio la cara para intentar corregir las desigualdades y por eso les aconsejó sobre
qué debían hacer, qué no y las consecuencias que padecerían aquellos que no
tuvieran un comportamiento correcto.
Pablo también se
preocupó de corregir el comportamiento de los hombres y le escribió a Timoteo para recordarle el compromiso
que adquirió con la comunidad al bautizarse, le dio instrucciones concretas sobre
cómo debían comportarse las personas que lo recibieron y que fueran seguidoras
de Cristo. Lo hizo para recordarles que,
empujados por la fe y el amor a los demás, al tratarlos fueran justos, piadosos,
delicados, bondadosos… ¿Por qué?
Porque
Jesús lo hizo dando testimonio y,
además, sin asustarse ante los peligros que se le podían venir encima por
hacerlo.
¿Actuamos nosotros así?
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