Colaboración de Paco Pérez
¿ES UN MENSAJE DE LA NATURALEZA AL HOMBRE?
Era
un niño y todavía vivía, en la calle Ángel
de mi barrio, Ana María la “Tenderilla”, una señora muy mayor. Tenía una hija que era conocida
como “Chica la Tendera”; casada con
el popular Blas “El Sepulturero”, conocido
también como “El Pregonero” y “El
Trompetero”, este último apodo se lo puso la suegra porque fue “trompeta” cuando hizo el servicio
militar en la Legión. La pareja tuvo varios hijos, siendo el menor Miguel “Pópez”.
Ana María y su hija
tenían en común que cuando transitaban solas por las calles sus pensamientos
los convertían en noticias para los vecinos porque siempre iban hablando solas
y en voz alta.
Un
día pasó Ana María por nuestra calle
hablando así y la abuela de mi esposa le escuchó decir:
-
Llegará el día en el que en cada casa haya
un peso (tienda) y entonces los hermanos
serán como primos hermanos y los
hermanos nada… ¡Mil y mil más, y ya todo acabará!
Ya
se han cumplido las dos primeras
predicciones pues es una realidad innegable que hay en los pueblos y
ciudades más tiendas que canarios y
también que la FAMILIA está en crisis… Ahora que cada cual piense sobre lo que
estamos haciendo con la Naturaleza y
después que intente dar respuesta a sus inquietudes.
La palabra NATURALEZA la encontramos en la RAE con un ramillete amplio de significados
pero he escogido sólo estos dos:
[1. Principio generador del desarrollo armónico y la plenitud de
cada ser, en cuanto tal ser, siguiendo su
propia e independiente evolución.
2. Conjunto de todo lo que existe y que está determinado y
armonizado en sus propias leyes.].
Entiendo
que todos los seres que Dios “creó y nos regaló” siguen una evolución
“natural e independiente que está
regulada por sus propias leyes”.
Si
analizamos este mensaje y pensamos en la problemática que afecta al Planeta entonces es posible que estemos
de acuerdo en que algo estamos haciendo mal desde hace muchos años y que ya es
el momento de parar esa acción para comenzar a practicar el sano ejercicio de la
introspección pues, de hacerlo, con
él podremos ver mejor qué hemos hecho
mal, porqué hemos actuado con tanta
ligereza e irresponsabilidad y después, quienes acepten que han sido responsables, que comiencen a pedir
perdón y a reconocer su culpa ante el PADRE.
Hace
unos años recibí un vídeo en el que se mostraba un viaje virtual al espacio exterior y comenzaba en el jardín de una
vivienda mostrando la hoja de una planta; después aparecían otras imágenes del recinto
familiar y del entorno; se iba ascendiendo poco a poco y así fui viajando por el
espacio exterior. Al principio todo parecía grande pero con el alejamiento
sucesivo lo mostrado iba quedando diminuto, los lugares primeros eran puntos o
nada, aparecían nuevos elementos o formaciones celestes más cercanas, nos
alejábamos y de nuevo entrábamos en una visión diferente… De esta forma se
ofrecía una aproximación a la realidad espacial y, mientras flotaba en esa visión virtual, se me despertaron los
sentidos y percibí asombrado cómo era el espacio y por esa experiencia, instintivamente,
recordé mis principios cristianos, pensé en la grandeza del CREADOR y
le agradecí que hubiera hecho esa obra tan maravillosa.
Después
de este ascenso vino el regreso y, de nuevo, poco a poco fueron apareciendo los
cuerpos celestes abandonados antes, me desembarcaron en el jardín y continué
observando la hoja primera, donde comenzó la
experiencia.
Si
este viaje de “Ciencia-Ficción” hubiera
comenzado mostrando al viajero las imágenes virtuales de un ser microscópico llamado “Covid” entonces su espectacularidad hubiera
sido aún mayor porque se hubieran adelantado a nuestros días. Este
planteamiento hipotético no lo considero un imposible porque entonces ya se
sabía que existían dos antecesores del “Covid19”,
nombrados en anteriores brotes epidémicos como “Sars”, en 2002, y “Mers”,
en 2012, y hasta es posible que sus autores hubieran activado con esa ficción
las alarmas en la Comunidad Científica
Internacional porque al mostrar al nuevo “Covid” éstos lo hubieran investigado a tiempo al comprobar que el
dichoso ser era de esa familia de virus y al hacerlo con su trabajo metódico,
tal vez, hubieran descubierto que éste ofrecía una estructura diferente por ser
una mutación de las dos cepas anteriores y, conociendo ellos cómo reaccionan
los seres microscópicos ante las malas praxis humanas para combatirlos pues
hubieran comprendido antes que el origen
de su mutación, y por
extrapolación lo que nos muestran otros seres, estaba en los daños incontrolados que estábamos causando a la Naturaleza .
He
realizado un esfuerzo mental para refrescar mis recuerdos de la niñez y
entonces me han aparecido abundantes imágenes de aquellos campos de “tierra calma” y “olivar” que nos rodeaban y, según la estación, se mostraban ocres,
amarillos, verdes o multicolores pero, siempre, llenos de vida por la
abundancia de animales y plantas que entonces había en ellos y
que, lamentablemente, ahora están en mínimos… ¿Por qué se ha podido originar esta realidad en nuestros días?
Desde
hace años se viene observando cómo sufren alteraciones la FLORA y la FAUNA del “Ecosistema” que rodea nuestro pueblo,
el “OLIVAR” y van apareciendo otros seres
que antes no estaban. Se comentan cosas sobre las posibles causas pero… ¿Se hizo algo para averiguar la realidad, corregir
los posibles errores y evitar otros futuros?
Sabemos
que los “ecosistemas” tienen una
configuración idéntica: Un conjunto
de SERES VIVOS característico, el MEDIO NATURAL donde se desarrollan y las
RELACIONES que establecen los seres que
en él viven con los elementos sin vida que constituyen su medio.
En
el nuestro, del laboreo tradicional se pasó al “cultivo sin labor” y con éste se
practicó la eliminación de las hierbas
perjudiciales, empleando herbicidas,
y las plagas, con insecticidas. Se implantó hace unos 30
años y, sin hacer comprobaciones previas, se trabajó sin investigar lo que se
hacía pues no se valoró suficientemente que las hierbas eran necesarias para que
vivieran los insectos que después alimentarían a las aves, una incidencia negativa
que fue corregida manteniendo las cubiertas vegetales porque sin ellas los
animales no podían hacer sus nidos en sitios que le permitan defenderse de los depredadores –siendo el hombre egoísta
el más dañino. Un ejemplo claro lo tenemos en la perdiz, ya quedan muy pocos ejemplares
autóctonos en nuestros campos y todo por culpa de los “roba-huevos” y porque en el pueblo hay más escopetas que farolas.
¿Qué conseguimos con este modelo de agricultura?
Deteriorar
la cadena alimentaria y que algunas plantas y animales hayan tenido que mutar.
Lo hicimos sin pretenderlo y por ignorancia pero, a pesar de estas verdades, yo
lo calificaría de agresión a la Naturaleza.
En
otros ecosistemas también se viene
actuando contra ella pero con fines totalmente diferentes: Realizando matanzas masivas de “focas” para el aprovechamiento de la piel y la grasa y los “incendios forestales”.
Éstos, una veces están ocasionados por los “pirómanos”, enfermos
psicológicos y otras por los “incendiarios”,
irresponsables que actúan de manera
profesional. Éstos últimos ya han comenzado sus actuaciones en Cantabria.
¿Nadie valoró, ni valora, de manera real y
eficaz el impacto que estos comportamientos humanos están ocasionando al
Planeta?
Como
el dinero es el motor de la sociedad pues
los científicos trabajan a sus órdenes
y en la dirección que interesa a los gobiernos
y al capital. Como éstos nunca
han dado prioridad a la investigación
PREVENTIVA para que se atajen los verdaderos problemas que azotan a la humanidad
pues la falta de alimentos que padece
el mundo es una realidad y otra el rebrote
de las enfermedades viejas o la aparición de otras nuevas como el “Covid19” son realidades que demuestran nuestro declive
por culpa del egoísmo.
¿Pensaron los gobiernos en estas realidades?
Sus
preocupaciones fundamentales fueron la carrera
espacial, las mejoras del material bélico,
los cohetes de última generación, el
espionaje con satélites y, como deporte
favorito, arruinar a los países
pobres apoyando sus guerras intestinas mediante la venta del material que
ya no les interesaba a ellos por estar obsoleto.
¿Cómo puede resistir el ORDEN natural que
Dios CREÓ para nuestro bien tanta agresión de los hombres?
Los
que nos gobiernan creen que son grandes
y yo opino que son ruines. Porque han
perdido el tiempo ambicionando los sillones mientras se olvidaban de resolver las
necesidades auténticas de los ciudadanos
y ahora están con los dientes
enclavijados al comprobar que han
sido atropellados por un “bichejo” al que los grandes
investigadores y los espías no lograron descubrir a tiempo para aniquilarlo.
Ahora
es cuando los “científicos” tienen
que hacer oír su voz ante la humanidad y, lo mismo que nosotros les reconocemos
su gran valía y las aportaciones que han hecho para el
bien de todos, a ellos les corresponde reconocer públicamente que la sabiduría
de Dios, manifestada en la NATURALEZA, es infinitamente mayor que
la de ellos… ¿Por qué pienso así?
Porque
las TEORÍAS que ellos desarrollan unas
veces son demostrables y otras no, tienen una vigencia temporal que es determinada por la aparición de otras nuevas
y que, a veces, éstas les demuestran la no validez de lo afirmado anteriormente.
Ejemplos: Cuando los hombres de
ciencia trataron de explicar el “Origen
de la vida” lo hicieron mediante la teoría de la “Generación Espontánea”, pero unos años después fue demostrada su
falsedad por Louis Pasteur, y con el
“Evolucionismo”, la Paleontología la está llevando al
precipicio porque demuestra con sus
investigaciones que en los fósiles
no hay muestras de fenómenos evolutivos.
¿Se podrá evaluar algún día el daño que han causado
a la sociedad con esas teorías erróneas?
El
CREACIONISMO no es una teoría, es la obra de Dios, y con ella
hemos comprobado durante años que, por muchos esfuerzos que han hechos los
hombres para demostrar cuál era el origen de su obra, todo acabó en fracaso. Su camino es el más sencillo y antiguo que existe, pero algunos se
han empeñado, y empeñan, en viajar por los barrancos.
Su antigüedad data del comienzo de
los tiempos y, como los hombres no lograban descubrir sus secretos, pues nos
envió a su Hijo para enseñarnos qué
debíamos hacer.
Jesús, un hombre
criado en un medio agrícola y de profesión carpintero, nos explicó bien en qué
consistía pero los hombres no lo escucharon y todavía seguimos igual. Por el AT conocemos las actuaciones del hombre
y las respuestas de Dios pero a
pesar de ello, como somos las fieras más indomables del Planeta, siempre nos hemos atrevido con todo y ahora también.
Los
animales tienen sus reglas de
supervivencia, los más fuertes sobreviven porque se libran de los peligros;
cuando llega el tiempo del apareamiento los machos se enfrentan y la hembra
acepta al vencedor… ¿Tengo que decir por
qué ocurren estas realidades?
Cuando
los animales crían, los progenitores
protegen a sus peques y dan lecciones a quienes matan a sus hijos abortando
o aprobando leyes que no condenan a
quienes van contra la VIDA. Antes,
los enfermos morían cuando se les
iba la vida de manera natural pero ahora hay desalmados que defienden la eutanasia
y asociaciones que facilitan ese
acto inhumano… ¿De qué nos han servido los avances de la ciencia y el bienestar alcanzado
si lo estamos destrozando todo?
En
la cultura de otros tiempos, cuando ocurría algo fuera de lo normal, decían que
Dios los había castigado por actos
malos. Ahora, con “Covid19”,
reaparecen estas formas de pensar y por muchos argumentos que les demos fracasaremos.
En
Juan 9,3, nos encontramos a Jesús
curando a un ciego y a sus discípulos preguntándole sobre quién tuvo la culpa
de que estuviera así, Él les
respondió diciendo:
-
[Ni éste pecó ni sus padres, sino para que se
manifiesten en él las obras de Dios.].
Estoy
convencido de que nuestros actos nos
llevan a la destrucción, más tarde o
más temprano; que lo sucedido con las catástrofes
y las pandemias es la forma que
tiene Dios de “MANIFESTAR la grandeza de obra” y “pedirnos” que miremos más hacia arriba y que entonces “comprenderemos” que nos condenamos o salvamos por lo que hacemos, sin necesidad de juez ni de juicio.
Antes, Dios anunciaba al pueblo sus
deseos por mediación de los profetas
y, si éste escuchaba y cambiaba, todo quedaba en nada. Después de Jesús el formato cambió porque todo se
había cumplido y consumado, fuimos declarados mayores y después ya teníamos que
caminar solos, ayudados con sus enseñanzas. Siempre hemos caminado al margen de
Dios pero, en nuestros tiempos,
hemos abandonado de manera escandalosa el camino que nos enseñó Jesús y hemos preferido tomar el que va
por los barrancos.
¿No será Covi19 una consecuencia de lo que estamos haciendo y una llamada para
que retornemos al orden natural?
Ahora
lo importante es que reflexionemos y
que cambiemos nuestro comportamiento
con la Naturaleza y con Dios para que ésta no interrumpa el
suyo sino que siga funcionando con las leyes que ÉL le regaló, para su
bien y el nuestro.
¿Será
“Covid19” el preludio de la tercera
predicción de Ana María?
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