Colaboración de Paco Pérez
AUTÓCTONO Y POPULAR.
SU HISTORIA
Capítulo I
El
REFRÁN es:
-
Según la RAE:
[Dicho agudo y sentencioso de uso común.].
–
Según otras publicaciones:
[Frase de origen
popular que se repite desde siempre con las mismas palabras para comunicar
a quienes escuchan un pensamiento moral, un consejo o una enseñanza.].
Los
villargordeños, como buenos jiennenses
o jaeneros que somos, tenemos nuestros
refranes locales y una forma de hablar tan de nuestra tierra que, a
veces, cuando visitamos los lugares típicos de Andalucía o de España y pasamos
cerca de personas que nunca hemos visto éstas nos sorprenden cuando, de manera inesperada,
alguien reconoce nuestro timbre de voz y nos pregunta:
Me
ha ocurrido varías veces en Nerja (Málaga) y, la verdad, en ese
instante me quedé sorprendido pero reaccioné, les confirmé que habían acertado y
les pregunté intrigado:
-
¿Nos conocemos?
Me
contestaron negativamente, me quedé aún más sorprendido con la respuesta recibida
y les pregunté de nuevo:
-
Entonces… ¿Cómo han identificado nuestro gentilicio?
Porque
conocemos a unas personas que son de Jaén y ustedes hablan como ellos, por
esa razón hemos identificado con facilidad su origen.
Ahora,
con el recuerdo de aquel encuentro, me viene a la mente el texto de un refrán de
Jaén que es muy popular en nuestros pueblos y en él se retrata
muy bien otro aspecto que también sirve para identificar a los jaeneros allá
donde estén, el amor que tenemos a nuestra tierra:
1.-
A quien Dios quiso bien casa le dio en Jaén.
– Así manifestamos lo
contentos que nos sentimos por el hecho de haber nacido y vivir en nuestra
querida tierra.
Hasta
es posible que éste otro también nos aglutine:
2.-
En todos los pueblos se cuecen habas.
- Los problemas y los disgustos están en todas partes y
circunstancias.
Extrapolando
un poco el significado de éste otro también podríamos decir con él que, los jaeneros,
además de las formas de hablar también tenemos refranes que están muy
popularizados en muchos pueblos de la provincia, además de los autóctonos
de cada lugar.
Un
tiempo después me acordé de estas conversaciones espontáneas y hablando con mi
esposa de ellas comenzamos a recordar, y a escribir, algunos de los “dichos”
de nuestro querido Villargordo que empleamos con gran frecuencia, unas
veces oportunamente pero otras…
3.- ¡Porque sí, ea…Ya
está!
–
Es decir, porque nos sale de los cojones o...
Ahora
vamos a continuar mostrando otros REFRANES que utilizamos también con
frecuencia y que, además, son AUTÓCTONOS:
4.-
¿Esto es Jimena, ni pollas?
-
Reproche utilizado contra alguien cuando unos
amigos acuerdan reunirse en un lugar y después uno de ellos incumple lo acordado.
HECHOS
que lo originaron:
Desde
que lo pronunció por primera vez D. Francisco Bautista Tirado es muy
popular en nuestro pueblo. Fue una creación espontánea que le brotó del
alma para reprochar a quienes viajaron directamente hasta Jódar la
informalidad que tuvieron al no acudir a Jimena para almorzar en grupo, tal
y como habían acordado unas fechas antes de iniciar el viaje.
Ocurrió
a finales de la década de los cincuenta, eran unos tiempos difíciles en los que,
a pesar de ello, algunos pueblos tenían equipo de fútbol sin federar. Como
había pocas diversiones pues una manera de hacerlo era jugando al fútbol y para
ello organizaban partidos con otros pueblos próximos mediante el intercambio de
las visitas, en esta ocasión se disputaría el partido Jódar-Villargordo.
Unas
fechas antes el desplazamiento quedó acordado y organizado. Nuestro equipo viajaría
por la mañana en dos taxis, antes del partido tendrían un acto de convivencia
durante el almuerzo y éste sería en un bonito paraje de Jimena, para
ello llevarían alimentos y bebidas. Después continuarían la marcha y llegarían
a Jódar un poco antes del partido… ¡Todo estaba bien programado!
Pero,
como los actores no cumplieron el plan acordado y el refranero es muy
sabio, pues esos hilos invisibles que lo mueven todo entraron en juego y se
cumplió el mensaje de este otro:
5.-
El hombre propone y Dios dispone.
– Las personas decidimos hacer cosas y después, si no cumplimos
bien nuestro cometido, el resultado final se estropea.
Como
la noche anterior D. Francisco se lio más que un trompo echando la
liguera con los amigos pues trasnochó y, al día siguiente, no llegó puntual a
la hora de iniciar el viaje. Estas realidades hicieron que uno de los coches se
quedara esperándolo y el otro, el de intendencia, se fue delante
completo para esperar al retrasado en el lugar de encuentro acordado. Por
despiste o putada dirigida a él, no se habló de ello nunca, el primer coche se
fue directo a Jódar y el que salió tarde hizo la parada programada en Jimena.
Llegó
la hora de ligar y comer, el mono llamaba al estómago, la
preocupación por lo que pudiera haberles ocurrido también entró en juego y,
hechos un lío, decidieron irse para Jódar.
Cuando
los rezagados llegaron y los vieron comiendo y bebiendo, como si no hubiera
pasado nada, se mostraron enfadados pero D. Francisco, el único mayor
del grupo, les habló muy tranquilo y, con aquella gracia que tenía para decir
las cosas cuando estaba pintón o con resaca, preguntó varias veces… ¿Esto es
Jimena ni pollas?
Cuando
escucharon sus palabras todos comenzaron a dar carcajadas y así, en unos
segundos, del enfado pasaron a la fiesta y se olvidaron de lo ocurrido y dicho.
6.-
Estás más enamorao que el burro de Blasico.
- Se lo decían los hombres a aquellos amigos que se quedaban
embobalicados al ver pasar a la mujer que amaban.
HISTORIA
de
este REFRÁN:
Los
hechos ocurrieron, más o menos, a finales de los sesenta y los presencié cuando
era un mozalbete, después se comentó mucho lo ocurrido y se popularizó en Villargordo.
Éste
era un señor que vivía en el “Pecho la Ermita”, en su domicilio tenía
una frutería-carbonería y cada día recorría las calles del pueblo con un
carro tirado por un burro para vender sus productos y así poder dar de comer a
su familia numerosa. Era mediodía, yo estaba en la puerta de la calle y observé
desde la distancia cómo llegaba Blasico a su domicilio y aparcaba el
carro tirado por el animal en la calle frente a la puerta de la frutería-carbonería,
quedó orientado hacia “El Paseo”, y cómo entraba en la carbonería-frutería.
Unos minutos después pasó Pedro Cañuelo por la esquina de Rosendo,
iba hacía la calle La Luna, llevaba una burra que iba aparejada con un
serón y en él transportaba unas cajas de gaseosa “La Casera”.
Cuando
el burro vio venir a la burra comenzó a “rebuznar” y salió corriendo
hacia ella, ésta se asustó y huyó hacía “El Paseo” porque el macho iba
detrás, el muchacho corría llevando cogido el ronzal por el extremo, el
pavimento de la calle era de piedras y eso hacía que el carro fuera dando
saltos y desprendiendo una densa nube de polvo negro que salía de la agitadísima
bolsa del carbón y, a la vez, las gaseosas salían despedidas del serón de la
burra y daban fuertes explosiones al caer… ¡Menudo espectáculo ofrecieron los
animales inesperadamente!
Al
llegar al estrechamiento de la calle “El Embudo” Pedro tuvo que
elegir entre soltar el ronzal o estrellarse contra la esquina, optó por soltar la
cuerda y, sin conductor, la carrera amorosa acabó en la esquina de Jiménez,
hoy CajaSur, cuando unos señores lograron detener a los animales
desbocados. Lo más importante fue que acabó sin atropellos.
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