EL VIEJO
SIGNIFICADO VILLARGORDEÑO
DE
Colaboración de Paco
Pérez
Entre las muchas funciones que José Carretero López
"Joselillo" tenía asignadas en el desempeño de su trabajo en
el SINDICATO OBRERO CATÓLICO (después
pasó a depender de la Seguridad Social),
pagar a los ancianos su pensión era una de ellas.
Antes de pagarles Joselillo les presentaba un documento para que
ellos firmaran en el apartado correspondiente, debajo de RECIBÍ. Unos lo hacían
escribiendo su modelo de firma y otros, los que eran analfabetos, primero se
impregnaban en la almohadilla el dedo pulgar de tinta y, a continuación, lo
ponían en el documento para dejar la huella dactilar.
A los muy mayores Joselillo les ayudaba cogiéndoles la mano para
ambas acciones.
Un día había mucha gente, formaban
cola y uno de los que estaban en ella era Bartolomé
Uceda “Ricarte”. Este señor estuvo observando lo que hacía Joselillo con los que iban delante de él.
Cuando le llegó el turno e intentó
cogerle el dedo para repetir el proceso de la firma Bartolomé le increpó con estas palabras:
- ¡¡¡Puedo hacerlo solo, yo no
soy ANALFABETO!!!
Joselillo se disculpó, él mojó su dedo pulgar en la tinta
de la almohadilla y a continuación lo puso en el documento. Cuando acabó se
pavoneó ante Joselillo mientras le increpaba:
- Tú
te creías que yo era también ANALFABETO… ¡¡¡Pues
no!!!
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