EL
IMPACTO
DE
Colaboración de Paco
Pérez
Capítulo 3
Esta mañana paseamos por nuestra
ruta habitual y 65 minutos después llegamos a la cafetería “Luchy”. En ella encontramos a las personas con las que mantenemos,
casi a diario, un contacto amigable. Mari alternó con las féminas y yo con Tomás Lendínez. Éste abordó el tema de la EXPOSICIÓN
y me comentó que había fotos muy interesantes, le faltó tiempo para interrogarme
sobre si me había percatado o no de que
había una con un mensaje especial. A mí también me faltó tiempo para contestarle:
- Sé a qué te refieres y sí me he
percatado de ello. Lo que te digo es totalmente cierto porque anoche lo
publiqué en “Villargordo nos reúne”.
Estos encuentros son gratificantes
porque compruebas que tus visiones también son las de otras personas, que
caminas correctamente y que lo ideal sería llegar a un punto en el que todos
nos acostumbráramos a no caminar tan de puntillas por los acontecimientos que
nos rodean o afectan.
Hoy he continuado con el análisis
de las fotos y he encontrado estos otros mensajes:
1º.- La AMISTAD …
¿Verdad o espejismo?
No pienso poner en duda la validez
de la palabra AMISTAD y menos la de
nadie.
Quiero empezar así porque hay varias personas que están fotografiadas junto a la bandera de ese vínculo y para su participación han tenido que husmear en
sus archivos familiares rescatando de ellos las pruebas fotográficas de ese
lazo.
Con esto quiero decir que donde
hubo fuego siempre quedan rescoldos y las fotos de ahora son el ejemplo que hay
que aplaudir.
Lo que si pretendo, hecha esta
aclaración anterior, es hacer reflexionar
a quien me lea sobre la gran decepción que casi todos nos hemos llevado, alguna
vez, en este campo. Todos no se verán retratados en mis líneas pero algunos tal
vez sí.
El lazo social más importante es el
de la FAMILIA y después, al menos para mí, el de la AMISTAD …
¿Por qué se rompen entonces las
amistades si todos sabemos lo
importante que es apoyarse, en momentos complicados, en alguien si estamos
lejos de la familia?
Cuando somos niños empezamos estos
lazos, de jóvenes ampliamos su número y de mayores se reducen a la mínima o
nula dimensión.
Las que se conservan de mayores
suelen estar forjadas en la niñez,
si no fueron egoístas en la práctica diaria de los juegos. Las de la juventud nacen más en ambientes de diversión que de
convivencia y esta realidad les hace confundir el “me junto” con “la amistad”.
Unos años después se casan y los
problemas de cada familia les hacen vivir a cada cual una problemática
particular y esa realidad les hará tener que fallar en momentos puntuales a los
demás y de ahí el deterioro progresivo de los lazos.
Cuando pasa un tiempo pasamos del agrupamiento
a la individualidad, de justificarlo todo a no dar ni pedir explicaciones, de
andar por llano a subir montañas, de tener ganas a estar cansados… En
definitiva, que nadie sabe el por qué ya no se juntan pero la realidad es que
no lo hacen.
Mi propuesta es reflexionar sobre el asunto e impedir que las futuras generaciones no
se vean afectadas por esta degradación
de la AMISTAD.
Sirvan estas palabras de homenaje a quienes todavía reman en ese
barco … ¡¡¡Felicidades!!!
2º.- La ELEGANCIA
en el vestir
Con el paso de los años hemos ido
perdiendo el buen gusto por el vestir y, cuando se aplicaba ese principio
elemental, a las personas que lo ponían en práctica se les piropeaba de
diferentes formas pero el que a todas les correspondía era el de la ELEGANCIA ,
este calificativo nunca estuvo, ni está, sujeto al gusto del
consumidor porque los otros son subjetivos
y éste es objetivo.
Mi abuelo “Pérez” repetía con mucha frecuencia: [Pruebas son amores y no buenas razones.]
3º.- Vuestras fotos me regalaron este recuerdo
Hace ya algunos años, más de cuarenta, Marina y Luís eran una pareja que acaba de empezar su andadura en el
matrimonio y tuvieron la amabilidad de organizar a los vecinillos y vecinillas
de la calle Queipo de Llano, hoy 14 de Abril, un guateque en su vivienda.
En aquellas fechas bailar era una quimera pero con
un sencillo tocadiscos estuvimos un rato flipando. No necesitábamos para ello nada
más que tener con quién bailar, estábamos varias parejas de hermanos y eso
demuestra la inocencia de la velada.
El recuerdo de esa convivencia siempre estuvo
en mi disco duro y hoy, al visionar sus fotos, se me ha desbordado el recuerdo y
yo lo muestro para decirles… ¡¡¡Fuisteis
encantadores, muchas gracias de nuevo!!!
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