Colaboración de Ramiro Aguilera Tejero
Hace
tiempo oí en un anuncio eso de “el colesterol debe estar por debajo de 200”.
Dicho tal cual es una barbaridad y una insensatez aunque con una
intencionalidad muy clara: vender algo para ese “asesino silencioso”. No hay
nada más rentable que el miedo para que unos listillos y aprovechados se llenen
el bolsillo.
Para
empezar decir que tener el colesterol alto:
-
NO ES NINGUNA ENFERMEDAD.
-
NO PROVOCA NINGÚN SÍNTOMA.
Pero…
¿qué es el colesterol?
El
colesterol es una grasa imprescindible para la vida, todas las membranas de las
células de nuestro organismo contienen colesterol, se encuentra por tanto
formando parte de todo nuestro cuerpo. No es un enemigo, insisto, sin él la
vida sería imposible. Fue aislado la
primera vez en los cálculos de la vesícula biliar.
La
mayor parte del colesterol que tenemos viene producido por nuestro propio organismo (un 80-90% aprox.) el resto lo
ingerimos con los alimentos. Nuestro hígado sintetiza más del 50% del colesterol
que circula por nuestras arterias y venas.
Alimentos
ricos en colesterol son leche y derivados, carne (sesos e hígado), huevos
(sobre todo la yema) etc.
El
aceite de oliva no contiene colesterol.
PRIMERA CONCLUSIÓN: por mucho que sigamos una dieta
estricta baja en colesterol poco vamos a conseguir.
Imaginaros
una bañera que está siendo llenada por un grifo pequeño de agua caliente (el colesterol
de la comida) y otro más grande de agua
fría (el colesterol que generamos
nosotros), aunque cerremos el grifo del agua caliente, la bañera se va a
seguir llenando.
Desde
hace muchos años sabemos que cifras altas de colesterol en sangre están
relacionadas con daños en las arterias (arteriosclerosis)
que pueden provocar angina de pecho,
infartos, accidentes cerebrovasculares y otras
enfermedades. Principalmente cuando está alto el colesterol “malo” que se
llama LDL-colesterol, porque la otra
fracción HDL-colesterol a la que
llamamos “colesterol bueno” protege
frente a estas enfermedades.
Este
dato es el utilizado, de forma
maliciosa, por empresas que venden productos para el colesterol.
Veamos
como la realidad no es tan sencilla:
El
colesterol alto es solo un factor de riesgo para enfermedad cardiovascular, como lo es la velocidad para
un accidente de tráfico, donde influyen
otros factores, algunos con mucho
más peso, como el tabaco, también son factores de
riesgo modificables la tensión arterial, el nivel de azúcar en sangre, la obesidad, el sedentarismo… Otros factores de riesgo no son modificables: la edad, los antecedentes familiares de enfermedades vasculares y los antecedentes personales.
Haciendo
el símil del accidente de tráfico: si limito la velocidad a 80 km por hora y no
tengo en cuenta el piso de la carretera por donde voy o el trazado de las curvas
o si está lloviendo o si hay niebla o si no hay luz difícilmente podré evitar
un accidente.
Según
estas múltiples circunstancias puede ser seguro viajar a 120 km por hora o muy
peligroso hacerlo a 60.
Por
todo esto os digo que es una barbaridad intencionada decir lo del “colesterol por debajo de 200”.
Como
resumen: las cifras de colesterol deben ser consideradas en el contexto de cada persona, evaluando
todos los factores de riesgo (“un traje
que hay que cortar a medida de cada uno”).
Como
recomendación: deja de
fumar, haz ejercicio físico habitualmente, pierde peso, controla tu tensión
arterial y olvídate del colesterol salvo que tu médico te indique lo contrario.
Como
curiosidad os dejo un enlace donde, introduciendo todos los datos, puedes calcular el riesgo teórico que tienes
de sufrir un evento cardiovascular en los próximos 10 años:
Esta
tabla no es válida para las personas que ya han sufrido un evento
cardiovascular, ya que en estos casos, las cifras de colesterol deben seguir
otras pautas.
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