Colaboración de José Martínez Ramírez
Cómo
no amar hoy al viento
que
me trae perfumes de princesa,
ella
es lo increíble de un cuento
pues
sin labios habla y, además, te besa.
Te
acaricia la piel con su aliento,
no
se ve, no es tangible y regresa
cuando
no la llamas, yo frecuento
este
invento de la nada, te acecha.
Te
ama, se aleja, te deja sediento,
te
visita luego en la madrugada,
se
sonríe, te mira y nunca promete nada.
Las noches que desnuda la contemplo,
se
acuesta a mi lado para irse ilesa;
ésta,
vino y dormí con mi princesa.
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