Colaboración de Paco Pérez
¿LO SEGUIMOS?
Yo
me pregunto… ¿Está vigente ÉXODO 20,
1-17?
Planteo
esta interrogante porque no entiendo cómo es posible que esté en la Biblia y las personas interpretemos su contenido
de manera que nos permita dar impulso a cumplimientos religiosos que son contrarios
a lo que se nos pide en ella que hagamos.
ANALICEMOS el contenido:
ÉXODO 20, 2:
[Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud.].
Dios ayudó al
hombre siempre pero nuestro problema está en que nunca vemos el origen de lo
bueno que recibimos de Él y de ahí
que le respondamos mal, por eso nos apartamos del camino que nos muestra.
ÉXODO 20, 3-6:
[No tendrás
otros dioses frente a mí. No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay
arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra.
No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios,
soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y biznietos,
cuando me aborrecen.
Pero actúo con piedad
por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos.].
Aquí
se nos propone el controvertido tema de las imágenes y, la verdad, cada vez que sale en las conversaciones el
uso que se hace de ellas en los templos,
en los domicilios, imprimidas en papel para la enseñanza
religiosa o en la publicidad comercial
y su salida a la calle en procesión hay
opiniones para todos los gustos. Estoy
disconforme con su uso porque considero –es mi opinión- que las razones que se
dan para defender su práctica no se ajustan a la verdad. Las personas creen en la figura y las tocan o las besan
porque necesitan de una práctica religiosa tangible… ¿Es esa figura del personaje bíblico la que les concederá sus peticiones? ¿Por qué
buscamos intermediarios que lleven nuestras peticiones a Dios si es misericordioso y está velando por nosotros?
ÉXODO 20, 8-11:
[Fíjate en el sábado para santificarlo.
Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de
descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú,
ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el
forastero que viva en tus ciudades.
Porque en seis días hizo el Señor el
cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos.
Y el séptimo día descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.].
Jesús fue un fiel cumplidor del judaísmo pero les habló, con ejemplos y
de manera práctica, sobre qué era lo prioritario de él y qué no: [Si una oveja se cae a un pozo en sábado y no
puede ser rescatada por su dueño, si éste es judío, porque la ley se lo prohíbe…
¿La deja o va y la rescata?].
Así les enseñó que lo
primero de todo era solucionar lo importante y después seguir con el
cumplimiento religioso. La oveja era
lo más importante.
ÉXODO 20, 12:
[Honra a tu padre y a tu madre: así
prolongarás tus días en la tierra que el Señor,
tu Dios, te va a dar.].
En el pasado los mayores ocupaban en la FAMILIA
el lugar de privilegio que les correspondía porque se les reconocía el esfuerzo
que habían hecho para sacarla adelante; por los consejos que daban, amparados
en la experiencia de la vida; porque eran respetados… Ya nada es igual y, la
verdad, hemos retrocedido.
ÉXODO 20,
13-17:
[No matarás. No cometerás adulterio. No robarás.
No darás testimonio falso contra tu
prójimo. No codiciarás los bienes de
tu prójimo; no codiciarás la mujer
de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni
nada que sea de él.].
Lamentablemente
la sociedad ha entrado en una espiral muy
peligrosa porque todo lo que aquí se prohíbe es justamente lo que se
está haciendo de manera generalizada e incluso nos estamos acostumbrando a ver
con naturalidad las escenas de esta clase.
¿Hay
argumentos válidos que puedan justificar lo que estamos haciendo los cristianos
con el contenido de ÉXODO 20, 1-17?
Pablo nos muestra las posturas del hombre ante el mensaje
de Jesús en 1 CORINTIOS 1, 22-23:
[Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles.].
A veces, las personas tenemos delante
las respuestas que buscamos y no las vemos, cuando nos ocurre es porque nos habíamos
forjado con anterioridad una ilusión, ésta nos generaba una imagen ideal y, al
no coincidir la ilusión con la realidad, nos obcecamos tanto que ya no podemos
ver la VERDAD.
Les ocurrió a los judíos porque esperaban un Mesías
guerrero que expulsara a los romanos y se encontraron con la realidad de Jesús, todo lo contrario. Al tenerlo
delante, después de tantos años de espera, no lo reconocieron y lo mataron.
Los griegos, un pueblo más culto, no valoraban a Dios en la realidad de su grandeza porque su elevación les impedía
ver su sencillez pero esta postura no debe sorprendernos pues en nuestros días
el mundo científico tampoco es unánime cuando habla de Él.
De
los que sí creen me quedo con Albert Einstein y os muestro la frase
que empleó para enseñarnos a descubrir su presencia invisible:
[Cuando la solución es simple, Dios está
respondiendo.].
En JUAN 2,13-16 se nos muestra una
realidad, Jesús invita a
las personas a
que abandonen los viejos rituales del Templo
para que se centren en el nuevo modelo que Él les propone para relacionarse entre
ellas y con Dios, el que les enseñó en sus predicaciones y que culminaría con los acontecimientos que
sucederían después de morir:
[Estaba cerca la Pascua de
los judíos y Jesús subió a Jerusalén.
Encontró en el Templo a los vendedores de bueyes,
ovejas y palomas y a los cambistas instalados.
Y haciendo un azote
de cuerdas, a todos los echó del Templo,
lo mismo a las ovejas que a los bueyes, a los cambistas les desparramó las
monedas y les volcó las mesas.
Y a los que vendían
palomas les dijo:
- Quitad eso de ahí, no
convirtáis la casa de mi Padre en
una casa de negocios.].
Su
comportamiento no fue una reacción personal contra los vendedores y cambistas,
ellos no eran los culpables, sino contra el modelo religioso que comerciaba
con la creencia del pueblo y extorsionaba a los pobres con las ventas que allí se realizaban.
Pasan los años y yo me
pregunto… ¿Logró Jesús con ese ejemplo
que aprendiéramos cómo debíamos dar culto y cómo no?
Nos
enseñó que el modelo “comercial” que
tenían de dar culto ofrecía comprar con los animales los favores de Dios. Si
viajáramos en el tiempo hasta aquellos días comprenderíamos mejor qué ocurrió y no preguntaríamos… ¿Qué buscamos hoy en los templos encendiendo
“velas” en las “misas de funeral”?
Tan
difícil es comprender que en Mateo 7, 7
se nos dice:
[Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y
se os abrirá.
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