Colaboración de Paco Pérez
LA MALA PRAXIS POLÍTICA
Durante
el sueño, ocurre con frecuencia a las personas mayores, cualquier circunstancia
ocasional llama a su puerta, los despierta inoportunamente sin haber solicitado
previamente sus servicios de despertador, los desvelan, después ya no pueden retornar
al sueño porque comienzan a aparecer en la mente algunos hechos que les
preocupan y cuando toman conciencia de la situación creada luchan sin éxito para
volver a dormirse pero ya no lo logran. Atrancados en esa situación no deseada un
rato después se sienten cansados de intentar conciliar el sueño, abandonan el
combate y entran en la fase del insomnio por culpa de ese despertar anticipado.
Ante
esa realidad suben el telón, dan comienzo a la función, por el escenario van
desfilando sus preocupaciones – el tema inspirador de la representación- y ellos
mismos van involucrándose en el improvisado monólogo mientras las escenas se van
sucediendo.
Hace
unas fechas pasé por ese trance, no retorné a la situación abandonada, en unos
minutos comencé con el mío y en él fueron apareciendo los hechos recientes que
sucedieron en Cataluña para
protestar contra la “sentencia judicial”
que ponía fin al “procés catalán”.
La
realidad es que no sé cómo apareció pero es posible que me ocurriera lo que a
todos los españoles que estábamos muy cabreados por lo que nos sucedía… ¡Llevar unos días en tensión porque se iba a
saber por fin cuál sería la sentencia que emitiría el Tribunal!
Si
a esa curiosidad le añadimos las especulaciones que comenzaron a divulgarse en
los medios, por la filtración intencionada
y anticipada de ésta, pues el desengaño que me supuso el saber que no se
iba a contemplar el delito de “REBELIÓN”
fue grande pero siempre tuve la ilusión de que no fuera verdadera la noticia. La
posterior confirmación de lo divulgado me dejó igual de tieso pues lo verdaderamente
noticiable había sido la crónica anticipada de lo que España sospechaba que iba a pasar… ¿Lo hicieron para que nos fuéramos haciendo a la idea poco a poco?
Creo
que sí y por eso, cuando estuve sereno reflexioné y comprendí que la decisión
de los jueces pudo haber sido la mejor si servía para apaciguar a las fieras catalanas pero si el sacrificio
de rebajar la sentencia no servía al fin buscado entonces alguien debería
aprender la lección antes de que la situación alcanzara cuotas más graves.
Unas
horas después los hechos violentos que
protagonizaron los separatistas
radicalizados confirmaron de inmediato
que se debía de haber valorado la realidad de los hechos juzgados y no lo
tenido en cuenta pues ahora le han dejado allanado el camino a los políticos
catalanes para la excarcelación de
los secesionistas y, si ocurre así,
el Gobierno de España se lavará las manos y quedará colocado donde quería estar...
¡No ser él quien tome esa decisión!
La
actitud destructiva de este sector violento de Cataluña me inquietó mucho y me hizo plantearme esta pregunta… ¿Por qué hemos llegado a esta lamentable
situación nacional?
Buscándole
una explicación a la situación me acordé de que un día, siendo un niño, nevó en
Villargordo y los pequeños nos
divertimos mucho haciendo muñecos de nieve. Primero hacíamos una bola apretando
la nieve con las manos, después la rolábamos para que fuera aumentando de
tamaño y, cuando considerábamos que éste era el adecuado, entonces le dábamos
la forma al muñeco y lo adornábamos. Una vez acabado, éste se quedaba en medio
de las calles, como elemento estético, cuando acababa la diversión y allí estuvo
varios días, mientras la nieve estuvo endurecida.
Estas
acciones infantiles se hacían de manera espontánea, en equipo, disfrutando con
lo que hacíamos, sin molestar al vecindario y sin ensuciar o romper nada. Con
los últimos rayos solares acababa la diversión y los escultores regresaban a sus casas.
Con
el paso de los años las calles de Cataluña
también se han convertido en escenarios artísticos y en ellas han representado,
al unísono, la misma obra teatral… ¡Barcelona
arde!
Hay
unas diferencias sustanciales entre la representación villargordeña infantil y la de los energúmenos catalanales. En nuestro
pueblo todo fue casual, en colores fríos, representada con actores humanos, los resultados fueron positivos porque se hicieron esculturas con la nieve, las calles y plazas quedaron adornadas con ellas y después, cuando las derritió
el sol, todo quedó como estaba antes de
nevar. En Cataluña lo ocurrido no ha sido casual sino el fruto de la premeditación, los colores escogidos han sido los
calientes, las representaciones del guiñol también están siendo en las calles y plazas pero los intervinientes
no parecen personas libres sino unos muñecos que interpretan con precisión los movimientos impersonales
que les hacen ejecutar los manipuladores
y por esa razón los resultados
fueron, y son, catastróficos pues quemaron
con odio todo lo que encontraron inflamable, lanzaron todo lo que podía hacer
daño y después, por esas acciones, las calles quedaban devastadas cuando salía
el sol, los servicios de limpieza tenían que limpiar los desperfectos y los
técnicos municipales evaluaban los daños ocasionados para cuantificar su valor.
En
Villargordo los hechos ocurrieron porque
la climatología lo propició, los realizamos sin maldad y nos divertirnos pero lo
vivido estos días en Cataluña no ha
sido fruto de la casualidad y tampoco inesperado sino que se ha venido cociendo
a fuego lento desde hace bastantes años por los estamentos oficiales catalanes mediante
la manipulando de las “Competencias
Educativas” recibidas del Estado
con la intención de “lavar el
pensamiento plural y libre” de los peques y transformarlo en “único” el de la “nación catalana”. Lentamente les fueron inoculando un odio tremendo a España para que
reaccionaran a sus consignas y llamadas en el momento que los necesitaran, el día
14 de octubre eclosionó lo incubado…
¿Por qué han reaccionado así?
Porque
no los educaron para que jugaran con los muñecos de nieve, lo que se debe hacer
con los niños a esa edad, pero a los niños catalanes los han educado, y educan,
de manera distorsionada pues les ofrecen un relato falso de la historia regional y nacional.
¿Qué ocurriría si en las próximas elecciones
regionales el cansado y maltratado pueblo catalán decidiera votar a un partido
constitucionalista para que restableciera el orden roto y tirara de las
alfombras?
Que
habría llegado el momento de aclarar que las “competencias educativas” recibidas del Estado por la Generalidad
fueron mal administradas por sus gobernantes, que ellos eran los responsables
de esa realidad destructiva, que muchos periodistas
estuvieron escribiendo artículos sesgados en los que presentaban los hechos
acontecidos según convenía al separatismo,
que ciertos medios de difusión publicaban
sus desmanes porque estaban al
servicio de esos intereses locos de ruptura, que muchos políticos catalanes son unos señores de poca o baja catadura moral por
no defender al pueblo y de preocuparse sólo de mantener sus posaderas en el
sillón o de cumplir las directrices del partido.
La
ensoñación independentista los unió y
con ese nexo le fueron dando vueltas al
muñeco independentista hasta que quedó configurado, sin importarles proclamarlo
con las adherencias que provenían de esos intereses comunes.
¿Qué culpabilidad tienen los políticos de
PSOE y PP o PP y PSOE de los disturbios de estos días?
Yo
considero que mucha porque cuando nos
han gobernado con mayorías sólo se preocuparon de buscar el apoyo de los
votos que los diputados catalanes y
vascos les podían aportar para gobernar en Madrid y éstos, a cambio, recibían por ese favor los apoyos económicos
que no daban a los votantes de otras regiones…
¿Es aconsejable gobernar así?
Cuando
tuvieron mayorías absolutas no
aplicaron, ante la experiencia vivida y en el momento justo, las medidas
correctoras que necesitaba España
para ser gobernada con eficacia… ¿Por
qué no se pusieron de acuerdo antes, o ahora, estos partidos
constitucionalistas?
Porque
mientras funcionó el bipartidismo
estos dos partidos camparon a sus anchas, no hicieron un análisis crítico de cómo
gestionaban las personas colocadas en los diversos puestos de gestión, en sus
filas crecieron los descontentos porque estaban alejándose de su ideario
fundacional y, como la limpieza en la gestión económica ha levantado muchas
nubes oscuras en ambos, les han surgido otros partidos nuevos que se han
escindido y los han diezmado hasta dejarlos en los resultados ridículos de las
últimas convocatorias.
Creo,
sinceramente, que ha llegado la hora de que se pongan de acuerdo PP y PSOE o PSOE y PP para:
1.-
Reformar la Constitución y, en el
marco de ella, la Ley Electoral para
que todos los españoles seamos iguales y se acaben los privilegios especiales
que tienen esas regiones. Así se impediría que la gobernabilidad de España esté ahora en manos de los partidos separatistas vascos y catalanes.
2.-
Acabar con los aforados, tenemos más de 250
000; la quema sistemática de la bandera nacional y de las fotografías de nuestros Reyes; las pitadas al himno; las
agresiones a los miembros de las Fuerzas
de Seguridad del Estado…
3.-
Descubrir a quienes se apropian del dinero público, en beneficio propio o de los partidos, y condenarlos a estar en presidio por su delito y, cómo no, permaneciendo
encerrados mientras no hagan la
devolución total del dinero malversado.
4.-
Hacer que las leyes de “Memoria Histórica” e “Igualdad” sean un instrumento de justicia y no de desigualdad, dolor y malestar.
5.-
Acabar con la ocupación ilegal de las viviendas por los colectivos de ocupas, esa práctica que deja a los
propietarios en un estado lamentable de indefensión jurídica ante los problemas
que les ocasionan.
Hemos
llegado a esta situación porque el mundo está afectado por un problema grave,
la ausencia de principios morales en la
persona. Al estar vacíos de ellos ya no tenemos los principios que se
necesitan para actuar con justicia en nuestras relaciones sociales pues nos da
igual ocho que ochenta, no tratamos a las personas con respeto, atropellamos
los derechos ajenos sin remordimiento y comenzamos a correr la carrera en la
que todo es válido porque de lo que se trata es de llegar a ser el más grande.
Cuando llegamos a este punto es porque el dios
dinero guía nuestra ambición hasta metas destructoras, las que encumbran a
unos pocos y hunden a la mayoría.
¿No
nos habremos dormido también los votantes, durante muchos años, descansando en
los cómodos colchones del progreso,
la comodidad y el estado de bienestar?
Los
españoles nos hemos dormido cuando la economía iba bien y entonces no supimos
ser críticos con quienes nos gobernaban, ahora nos viene una nueva crisis que
puede tener peores consecuencias que la anterior porque llueve sobre mojado y
si no aprendemos a cerrar la puerta a quienes nos vengan a vender la moto del
no pasa nada lo que le ocurra a España
podría ser peor que la crisis de antes… ¡Las
familias, los ayuntamientos, las comunidades y el Estado no deberán gastar más
de lo ingresado!
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