RECUERDOS CAFETEROS

Colaboración de Paco Pérez

Miguel fue un SEÑOR con mayúsculas pues siempre se mostraba a todos con el mismo comportamiento, una clase que sólo tienen quienes lo que dicen se corresponde con lo que hacen.

Durante la tertulia matinal que teníamos en la cafetería surgían temas personales, nacionales, locales, divertidos, tristes, recuerdos del pasado nerjeño… Él los trataba con una claridad de ideas impropia de su avanzada edad y algunas veces también recordaba las gracietas que protagonizaron algunos personajes de Nerja, en estos relatos que nos hacía sobre ellos estuvo la fuente inspiradora de los escritos que he publicado sobre los nerjeños célebres.

Ya nos había abandonado Miguel, los tertulianos seguíamos reuniéndonos, estábamos charlando y saboreando la dosis cafetera y se acercó al grupo Paqui, la dueña de la cafetería, para saludarnos. Durante la conversación, como hacía poco que había fallecido Miguel, ella recordó los días en los que ambos habían viajado al pasado para dar contenido a las historietas que publiqué. Cuando estábamos en esa temática me dijo:

- Paco… ¿Podrías escribir algo sobre los recuerdos que tenemos de Miguel para que los amigos se lo dediquemos?

Al llegar a casa me puse a trabajar en la propuesta de Paqui y así fue cómo surgió este texto:

BAJAMAR,

AMBIENTE Y SERVICIO GENIAL

Dedicado a la memoria del inolvidable amigo de todos, MIGUEL RODRÍGUEZ GONZÁLEZ “Matachinas”.

Tiene Martos “La Peña”, muy famosa,

rodeada por sus casas y olivos,

orígenes de una amiga graciosa

que siempre alegra a los niños y amigos.

Olivos que sonríen al amanecer

cuando ven pasar a las golondrinas.

En Bajamar, suele llevar y traer

los platos, pero nunca golosinas.

Esa labor de Villi “la marteña”,

muy querida y valorada en Bajamar,

le lleva aquello que desea al que sueña

y café, si le pide desayunar.

Si la mamá lleva un lloroso niño

se le acerca a su mesa sigilosa,

anota el servicio, le hace un guiño

y le canta una canción muy graciosa.

Es hábil y locuaz en el trabajo,

agrada a los amigos, que son clientes,

Paqui le aconseja dejar el relajo…

¡¡¡ Sonríe, protesta y enseña los dientes!!!

Cuando esto ocurre pierde genialidad,

nos muestra un careto bastante triste,

pasa ausente como viuda en soledad

y no cuenta, a los amigos, su chiste.

“Matachinas” se sentaba en la silla,

Villi, la botella de agua le traía,

Miguel la abría y, con su sonrisilla,

bebía y decía… ¡¡¡Gracias María!!!

El “Veleño” llegó a las once, puntual,

ella le sirvió el café en la taza,

le sonó el móvil, habló y salió al portal.

Villi, atenta, se lo llevó a la terraza.

Antonio, bromas nos daba sin parar.

“Matachinas”, un tío cabal y entero,

le escuchaba su ironía y a increpar…

¡¡¡Éste, en Salamanca, fue torero!!!

Paco “el taxista”, si no va de viaje,

al encuentro chistoso acude puntual,

lo hace con su perilla y sin traje

pero siempre está alegre y jovial.

Si unos “pitufos” pide una señora,

Yolanda los parte con gran habilidad,

los mete un ratito en la tostadora

y le dice a Villi… ¡¡¡Ya están majestad!!!

Paqui, todo control y disciplina,

nunca tiembla al orientar a su gente.

Al limpiar, hablaba con “Matachinas”

y contaban historias con la mente.

Paco y Mari, están encantados

con este ambiente tan amigable,

con Carmela y José o con ellos dos…

¡¡¡Qué más nos da, si son gente entrañable!!!

Villi y Yolanda guiñan con la ceja

para comer arroz, se apuntan las dos,

pero cuando son lentejas se queja

Yolanda… ¡¡¡Pues las comió hasta con tos!!!

Paqui, todo lo contemplado es verdad.

Tu encargo, días después, aquí está,

a todos hemos querido recordar

y, sin olvidarnos, del que ya no está.

¡¡¡AMIGOS para siempre!!!