Colaboración de José Martínez Ramírez
La
interminable llanura sideral,
la canción del grillo en Sierra Nevada,
las noches duermen al compás,
los lánguidos días son de la cigarra.
Los
novios son uno en el portal,
lejos murmura el río de Granada.
Las hojas vencidas ya se van,
Darro abajo esta madrugada.
La
media luna sobre el remanso
tirita esta noche con desgana,
pasa con su vuelo tan callado
una lechuza, los perros ladran.
El
sueño me ha abandonado,
miro a través de la ventana,
rotundo el tiempo por mis manos,
pasa inapelable. Una rata,
cruza
la calle, quizá buscando
la paz de la noche, y su rara
quietud engañosa. Restando
al silencio, ulula en la rama
un
búho chico posado.
La miro, y veo que descansa
plácidamente, con la mano
abierta bajo la almohada.
Las
veces que caminamos
juntos, parecen ahora nada.
¡Cuántos caminos andamos!
Bregando en tantas batallas.
la canción del grillo en Sierra Nevada,
las noches duermen al compás,
los lánguidos días son de la cigarra.
lejos murmura el río de Granada.
Las hojas vencidas ya se van,
Darro abajo esta madrugada.
tirita esta noche con desgana,
pasa con su vuelo tan callado
una lechuza, los perros ladran.
miro a través de la ventana,
rotundo el tiempo por mis manos,
pasa inapelable. Una rata,
la paz de la noche, y su rara
quietud engañosa. Restando
al silencio, ulula en la rama
La miro, y veo que descansa
plácidamente, con la mano
abierta bajo la almohada.
juntos, parecen ahora nada.
¡Cuántos caminos andamos!
Bregando en tantas batallas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario