Colaboración de José Martínez Ramírez
Me pregunto si las de ahora
han cambiado con el tiempo.
Machado, el hombre casi llora
la tarde que, en el descuento,
creó el poema a las voladoras.
Las verdes, el cojín mugriento
con sus muchas visitas decora
lo que del humano es el desecho
y, de ellas, una caja de pandora.
Las negras, que vuelan por cientos,
torpes en los cristales que ignoran
cabecean en vuelo violento.
Por eso, mi recuerdo rememora
a don Antonio en Baeza tosiendo
por sus calles anchas, forjadoras
de sus poemas y de su tiempo.
Casi el mismo instante que ahora
veo en las moscas que observo.
Me pregunto si la línea divisoria,
invisible, de las horas del talento
no es la misma malvada raptora
que nos hace perder tanto tiempo.
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