Colaboración de Paco Pérez
Capítulo II
MIRANDO AL PASADO
Ayer
publiqué un trabajo del pasado y hoy vuelvo en la misma línea pero en esta
ocasión lo hago con los textos de lo que ocurrió al año siguiente, en 1989; recogí en las letrillas los
hechos más relevantes y los interpretamos en el CARNAVAL de 1990.
Los
alumnos/as eran de OCTAVO, acababan
en junio sus estudios de EGB y en el curso siguiente ya estarían en los
institutos de Jaén los que tenían
decidido seguir estudiando.
Como
se despedían del Colegio le pusieron
mucha ilusión a su última participación porque con el aula de SÉPTIMO había una gran rivalidad debido
a que también eran un grupo muy carnavalero y porque al frente de ellos estaba una
maestra muy maja para estas actividades, doña Ana Rodríguez Méndez, una gran profesional y compañera. Todos los
años ambos grupos competían por llevarse el primer premio de “Comparsas” pero nunca lograron
arrebatárselo a mis inolvidables alumnos, ese último año también ganamos, los
otros alumnos no aceptaron la votación del jurado y la tomaron con mi coche…
¡¡¡Le tiraron a la cristalera algunos
huevos, después me vi negro para
limpiarla y ese fue mi premio!!!
Ese
año se inventaron para el grupo un nombre muy original… ¡¡¡Teleaño 90 de Radiocapacha!!!
Con
esta publicación vamos a comprobar que debemos abordar los acontecimientos de
la vida con inteligencia, así podremos
tomar en su momento las medidas correctoras oportunas y, con paciencia, esperaremos que la subida de las aguas haga punto y
éstas retornen a su cauce de nuevo.
Hay
un dicho popular muy curioso que dice: [NO
hay mal que dure 100 años, ni pena que el chocolate no cure.].
Siguiendo este planteamiento ocurrió
ese año el acontecimiento contrario al cantado el anterior, los clientes
regresaron a donde estaban y el Komo-Komo cerró.
Las letras que cantamos fueron varias pero
les voy a recordar las que recogieron los hechos más curiosos y reseñables:
1.- EL PALOMAR
Antonio “Palomo” y Capilla habían
recibido del Ayuntamiento una vivienda en el Colegio para
que él desempeñara las labores de Conserje. Un poco tiempo después
le informaron de que él no podía ejercer tal labor porque era pensionista y ya
se tomó el acuerdo de sustituirlo por Capilla.
Vivir allí en el recinto escolar les dio
una serie de ventajas y éstas le
hicieron progresar a su economía familiar. Aquí están las pruebas:
TODOS.- Las personas, cuando son niñas,
no quieren ir a la escuela
pero, cuando son mayores,
solicitan ser porteras.
Solicitan ser porteras
para poder ganarse una pasta
y que nos lo diga Capilla
a la que todo le queda en casa.
CORO.- ¡La Capilla y “El Palomo”,
“El Palomo” y la Capilla!
¡La Capilla y “El Palomo”,
“El Palomo” y la Capilla!
TODOS.- Cuando entraron en el Colegio
les dieron un palomar
y, después de un cierto tiempo,
ya comenzaron a rutear.
Les concedieron un kiosco
y empezaron a edificar,
ahora han abierto un bar
y empezaran a comprar.
CORO.- ¡Sí, señores a rutear.
Sí, señores a rutear.
Sí, señores a rutear!
TODOS.- El horario que tienen,
es un poquito apretao,
pues comienza a las nueve
y les venden “Bollicaos”.
Cuando llegan las once,
siguen con los cafés
y después, al mediodía,
a unos maestros dan de comer.
CORO.- ¡A las nueve y a las once,
a las dos y a las tres!
¡A las nueve y a las once,
a las dos y a las tres!
TODOS.- El menú del “Palomo”,
tiene muy buen paladar,
unos granitos de trigo
y ya pueden trabajar.
Al trabajar con zagales,
la comida es eficaz,
te crees que eres un palomo
y comienzas a rutear.
CORO.- ¡Sí, señores a rutear.
Sí, señores a comprar!
¡Sí, señores a rutear.
Sí, señores a comprar!
2.- LA CANELA
Un año después, el tema comercial que
inspiró la canción que cantamos sobre "El Inspector" y Rafael volvió
a ser noticia pero esta vez en sentido contrario. Veamos qué ocurrió:
TODOS.- Rafael e Isabelita,
han perdido su clientela
porque en su tienda Komo-Komo
no se encuentra la canela.
No se encuentra la canela,
hay que echársela al arroz
y salían diciendo unas viejas…
¡Dios,
qué horror!
CORO.- ¡Arroz con leche sin canela! (Repetir cuatro veces)
TODOS.- Cuando salieron las viejas,
se fueron al “Inspector”
y como tenía canela
también compraron el arroz.
El “Inspector” que las vio,
también les ofreció la leche
y las viejas muy reviejas
le compraron un pack de leche.
CORO.- ¡Leche, con el “Inspector”! (Repetir cuatro
veces)
TODOS.- El “Inspector” es la leche,
pues ha sabido aguantar
y a la vuelta de un año…
¡Los
ha vuelto a rejuntar!
La clave de todo esto,
estuvo en la canela,
pues si no tienes canela
se te espanta la clientela.
CORO.- ¡Leche, con el “Inspector”,
el “Inspector”
es la leche!
¡Leche, con el “Inspector”,
se los va a cargar a tooos!
TODOS.- ¡Sí señor, el “Inspector”!
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