domingo, 11 de junio de 2017

LA TRINIDAD

Colaboración de Paco Pérez
EL CRISTIANO ANTE DIOS
La Trinidad es uno de los misterios que, a los cristianos, nos resulta difícil entender pero que, agarrados a la fe, podremos aceptar al entrar en el campo inescrutable del “dogma”. Aquellos que no son creyentes lo catalogan de filosófico o irreal porque sólo aceptan como verdadero lo que descubre la ciencia pero ellos no deben olvidarse de que la ciencia está sujeta a un fenómeno evolutivo que, a su vez, está sustentado en una permanente investigación, pues de no proceder así nunca avanzaría hasta otros nuevos modelos diferentes a los anteriores y que mejoran lo anterior… ¿Tiene algo que ver lo científico con el plan de Dios?

Bajo mi punto de vista no porque con el modelo de ellos no hay nada definitivo porque con el avance que ellos logran, en unos años, se modifica el pasado y se empiezan nuevos estudios para que, en el futuro, se vuelva a modificar el logro actual.
Hay hombres de ciencia que no son humildes y sustentados en su falta de humildad utilizan su saber para atacar a Dios pero hubo otros que comprendieron una realidad:[Sus grandes conocimientos les sirvieron para entender la grandeza de Dios pues lo que ellos sabían era irrelevante ante la de Él.]. Entre este grupo estaba Albert Einstein.
La evolución que ellos realizan en su obra de manera permanente es para llegar a lo desconocido, luego está inacabado. La evolución del “plan de Dios para el hombre” no tiene nada que ver, éste está finiquitado desde el comienzo de los tiempos y el Padre lo que ha hecho, y hace, es ir mostrándoselo de manera gradual para qe sea entendible. Una de esas entregas es la Trinidad, ella no está sujeta a estos vaivenes porque es un hecho religioso.
El hombre de ciencia se muestra rebelde con Dios y el hombre sencillo acepta la espiritualidad de las cosas de Él y se mueve para complacer sus normas, las que Éste le fue marcando en cada momento y, como es lógico, adaptadas a la realidad de los tiempos. Con este planteamiento, y partiendo de que la Biblia es una secuenciación de esas manifestaciones que Dios regaló a los hombres, con la Trinidad se nos muestra el punto final de este formato comunicativo.
Todo comienza cuando el hombre primitivo, por el desconocimiento que tenía de Dios, lo idealizó hasta considerarlo como un ser no visible que tenía un gran poder para premiarlos o castigarlos y por eso se  asustaban al tenerlo asociado con las manifestaciones de las fuerzas de la Naturaleza: Truenos, tormentas, vientos, terremotos… En una segunda fase, cuando la mente humana ya estaba más desarrollada, vino Jesús y nos enseñó a conocer nuestro entorno, a preocuparnos por los problemas de los demás y a tratar a los otros como a hermanos… ¿Era mala la metodología?
Cuando murió el Padre nos envió al Espíritu Santo para que nos guiara hasta el final porque el proceso ya estaba culminado.
Como debemos caminar a diario amparados en su protección pues el mejor punto de partida para hacerlo es guiarnos por lo que Jesús hizo mientras vivió, está en la Biblia, Él fue un ejemplo vivo de comportamiento para el hombre, tenía una confianza total en el Padre porque sabía que es bueno, que nos quiere sin límite, que sólo le preocupa nuestro bien y que podemos confiar en Él.
Por eso debemos obedecerlo y estar atentos a la voluntad del Padre, Jesús quiere que propiciemos para todos una vida más digna y que lo hagamos desde la fe en Dios Padre. Todo esto nos llevará a no permanecer pasivos pues Dios quiere que nadie padezca y que trabajemos para que la vida sea muy agradable para todos, de lograrlo el “Reino de Dios” del que nos hablaba Jesús ya estaría funcionando entre los hombres.
Por todo esto, debemos buscar el encuentro con el Espíritu Santo y así nos sentiremos empujados por su AMOR. Es muy importante que lo sepamos vivir todo con amor porque es la fuerza que da sentido, verdad y esperanza a nuestra existencia y el que nos salva de nuestros errores. Los que vivan agraciados con su amor serán empujados a anunciar la Palabra y con ella liberaran a quienes estén atrapados en la mentira o en el mal y verán la realidad con nitidez.
Si retrocedemos al pasado nos encontramos que el pueblo le falló al Señor en ausencia de Moisés y, por sus actos, quedó rota la alianza que habían hecho con Él. Moisés no se desalentó y cuando se dirigía al Señor en oración le reconocía siempre su grandeza y, sin cansarse, le pedía su perdón. Él se lo concedió y le comunicó que renovaría la alianza que se había roto.
Con esta acción nos enseña el Señor que su perdón es la consecuencia de la compasión y el amor que siente por quienes sufren.
Co el paso de los años, San Pablo los animaba a practicar la paz, la convivencia pacífica y el amor pues así el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo estarían siempre con los hombres para empujarles… ¿Por qué mandó a los Corintios esta carta?
Porque tenían unos problema fuertes y les quiso hacer entrar en razón argumentándoles que si entre los hermanos hay conflicto… ¿Cómo va a estar Dios entre ellos?



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