Colaboración de Manuel Sánchez García
Quiero advertir al
lector sobre este texto porque guarda alguna relación con el “ROMANCE DE VALENTÍA” del insuperable Don Rafael de León, el que tantas veces
fue interpretado por Doña Concepción
Piquer.
Por
ello quiero dedicárselo a mi querido amigo José
Martínez Ramírez desde la humildad, el cariño y la admiración que le tengo
desde hace ya unos cuántos años.
Los
dos romances tienen de parentesco el “conquistar”, ya sea de una forma u otra, sobre temas bien
distintos.
Reconozco,
sin duda alguna, que la genialidad, la claridad, la ordenanza, el control y el
arte mostrado por Don Rafael
sobrepasan los límites de la escritura y
la literatura española. No olvidemos
que perteneció a la “Generación del 27”,
que cultivó una estrecha relación con Federico
García Lorca, que se movió en aquel ambiente literario tan grande e
inalcanzable para otros y que más tarde fue malversado por el estallido de la Guerra Civil.
NARRADOR:
Tú,
que eres Don Juan,
de
sombrero y bastón,
de
bufanda y blasón,
con
pose de caballero,
ahí
llevas a esa Dulcinea,
con
falda de lunares,
con
pañuelo de encaje,
que
huele a Rosales.
-
¿Me permite acompañar
a
belleza sin igual?
-
Sería para mí un placer,
caballero
de la cabeza a los pies.
-
¿Dónde va un nardo como usted,
tan
sola, por esta vereda de la fuente
con
esos jacintos, esos lirios,
y
esas hierbas aromáticas,
que
reconquistan mi alma?
–
Mas… ¿Qué le importa eso a usted,
caballero
de pose burgués.
-
Es de extrañar que un cielo como tú,
venga
sola por estos bosques,
sin
nadie que le ofrezca un... ¡Ay!
Y
ese lunar del cachete de tu cara,
esos
ríos de tus labios y de esas pestañas,
esos
mares de tu mirada azul,
esas
manos que parecen pintadas
por
Julio Romero, esas...
¿Todo
eso es tuyo o lo has robado?
-
Altanero, todo es mío y sólo mío,
no
voy robando por ahí tales...
Prefiero
callar, moreno.
-
Me has robado mi corazón
porque
una serrana como vos,
y
con el semblante de un sol,
dejaste
embrujado mi corazón.
-
Pocos son los hombres
que,
con ese estilo,
conquistan
a las mujeres,
y
ellas lo hacen marido.
-
Morena, si tú me dejaras…
¡Ayy,
si tú me dejaras!
-
El qué, dime.
No
te cortes, cortés.
-
Te haría en ese cuerpo más reformas
que Azaña en lo militar:
La
cara te pintaría
de
besos hermosos,
la
Luna y el Sol te bajaría
y
un romance te dedicaría…
¡Aquel
“Romance de Valentía”.
Como
despedida, haga un CLIC en ROMANCE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario