Colaboración
de José Carlos Castellano
La Galocha, la Galocha
del Caimbo.
No deja panocha
y se jala el pan bimbo. (bis)
Ha parido diez cerditos,
coloraditos y marrones,
que con grandes atracones,
los tiene muy gorditos.
Pero, yo que la vigilo,
siempre le digo:
-¡Ay Galocha!, ¡Ay Galocha!
del Caimbo.
No te metas en las habas,
que te voy a aporrear. (bis)
Ella, que es muy obediente,
sabe que las habas, son pa secas.
Y de mí, está muy pendiente.
Y si se desliza,
no le queda un diente.
Pero, yo que la vigilo,
siempre le digo:
¡Ay Galocha!, ¡Ay Galocha!
del Caimbo...
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