Colaboración de Paco Pérez
Capítulo II
Hemos presentado,
hace ya unas fechas, experimentos e historias, unas literarias y otras reales,
que ponen de manifiesto el hecho de que en muchas estampas cotidianas de la
vida “Las cosas siempre se han hecho así” y
quienes vivieron o viven inmersos en esas condiciones culturales o totalitarias
terminaron, gran parte de ellos, tomándose la forma de vida impuesta con
tranquilidad y resignación. El problema
está en que quienes las impusieron o imponen consideran que es la mejor
respuesta a la situación del lugar o para el problema que se plantea. Se
hacían, se hacen y se harán sin que la ciudadanía pueda decidir que ese no es
el camino correcto. Por ejemplo:
¿Podemos proponer los españoles a quienes
nos gobiernan, ahora, los grandes temas que nos preocupan en estos tiempos, qué
se debe de hacer para cambiar la situación, decidir entre las sugerencias
alumbradas qué tratamiento es el mejor y acordar, para quienes no sepan
administrar de manera correcta los recursos públicos, dónde deben de descansar
durante bastantes años?
Con
los tres ejemplos propuestos, hace ya unas fechas, nuestras mentes ya pueden comenzar
a volar libres, si es que todavía no volaban, e intentábamos dar un leve empuje
a quienes desearan abandonar ya el nido del conformismo. Una vez iniciado el
vuelo saldríamos definitivamente del
porque sí de las cosas, esa
situación impuesta que venimos aceptando sin soliviantarnos, y entonces comenzaríamos a sopesar seriamente que
hay hechos que nos muestran cómo actuamos, a veces, unos seres humanos contra
otros… ¡¡¡Siendo inhumanos!!!
¿No se lo creen?
Hemos
aceptado, sin recibir argumentos válidos de los corruptos, que todos los banqueros, políticos y sindicalistas
tienen que hacer lo que hacen porque “Las cosas
siempre se han hecho así” en España.
Quienes no se muestren críticos con este planteamiento deberán de asumir que
los están tratando como a los “monos”
y a los “pavos”, yo no estoy
dispuesto a tragarme ese sapo porque no tengo colores políticos… ¿Están los ciudadanos dispuestos a tragar
carros y carretas?
Los
violentos, al servicio de las ideologías extremas, incendian la convivencia
pacífica sin respetar las leyes vigentes para romper el modelo democrático
diciéndonos que “los pavos no vuelan”… ¿Por
qué no se acordaron de poner en marcha estos desmanes durante los ocho años de
D. José Luís Rodríguez Zapatero?
Cuando
el ser humano pone en marcha estas situaciones anormales, basadas en la cultura del lugar o en la maldad de la mente, siempre se
ocasionan vivencias de injusticia y por ellas, en el futuro, el autor tal vez
lo pase mal al comprender que no fue un comportamiento acertado pero ya nos
será difícil reparar el daño causado a otros. No olvidemos que para que ocurran
siempre estas situaciones tendrán que darse en las partes implicadas dos situaciones contrarias:
1.-
Aquellos que sufren al recibir el impacto destructor de unas
acciones injustas.
2.-
Quienes disfrutan cuando ven sufrir
a los otros, porque consideran que se merecen lo que les pasa. Éstos aplican el
refrán popular de:[Estando el gallo
comido que escarben la gallina y los polluelos.].
De las personas enmarcadas en el segundo caso no me queda otro remedio que pensar en
la causa de su actuar, lo expresaré con terminología villargordeña para que se
entienda mejor: [Tienen más mala leche
que una pared vieja.].
Estos
comportamientos nos conducen a deducir que no nos paramos ante nada ni nadie porque
lo que buscamos con ello, de manera egoísta, es:
1.-
Mantener el posicionamiento social que nos
favorece actualmente.
2.-
Intentar cambiar el orden natural
del comportamiento humano o animal para así lograr alcanzar lo que
perseguimos, mejorar nuestros intereses.
La
experiencia de los monos y el relato de los pavos son dos ejemplos,
experimento y literatura, usados para poder reforzar el planteamiento sugerido y
la puta mili es la confirmación real
y práctica de que, a veces, cuando se mezclan lo inútil y la disciplina sin sentido nos resultan situaciones de
vida insensatas que se mantienen vivas durante mucho tiempo porque “Las cosas siempre se han hecho así” en
nuestro entorno.
Lo
malo de todo esto es que siempre hemos escuchado voces recriminatorias para
estos comportamientos pero una vez que se instalaron en el poder quienes las
hacían o cuando mejoraron su condición de vida entonces sus comportamientos
fueron siempre de “Las cosas
siempre se han hecho así”, es decir, se sustituyeron a unos
insensatos por otros y los sufridores siguieron sufriendo. Cuando no pintamos
nada en el concierto del poder siempre recurrimos al típico tópico aludido para
criticar al que sí está y luego, cuando estamos instalados en el polletón del
mando la vida ya se ve de otra manera diferente y entonces es cuando actuamos
ajustados al mismo guión que antes habíamos criticado. Ejemplo: En Cuba, el dictador Fulgencio Batista implantó un sistema corrupto.
Su
proceder injusto hizo reaccionar al pueblo, Fidel Castro y el “Che”
lideraron el movimiento de levantamiento del pueblo cubano y, cuando el 1 de
enero 1959 lo desalojaron del poder, le demostraron que “cuando no se deja comer los plátanos a los monos”, de manera
injusta, éstos ya no se aguantan y no se pelean entre ellos.
¿Mereció la pena que murieran tantos cubanos
inocentes para poder comerse los plátanos que eran colgados por Batista donde no podían alcanzarlos?
Mal
estuvieron con Batista pero peor
quedaron situados con los hermanos Castro
y el sanguinario “Che”. El sarampión
del derrocado les duró unos cuantos años y no fue tan duro de pelar pues la
dictadura “castrista” aún sigue
vigente y fue y es gestionada de manera más lamentable… ¡¡¡55 años aplicando en
Cuba el lema de aquí “Las cosas siempre se han hecho así”!!!
Soy
conocedor de que estas realidades están ahí y a pesar de ello, aunque siempre es bueno intentar despertar a
quienes pudieran estar adormecidos (nuestra intención sana), el receptor siempre deberá de ponerse
en guardia ante las influencias externas
(incluidas las nuestras) porque también los hay que pueden pretender otra cosa bien
distinta a la verdad, llevarlos al
huerto de “Las cosas siempre se han hecho así”
pero con intenciones malévolas.
¿Cuándo se puede dar esta situación?
Ocurriría
esta posibilidad cuando nos presenten los hechos de forma que ya no haya más
caminos posibles para encontrar una salida y entonces daremos por bueno el
principio de que “nadie cambia”,
planteamiento que no es verdad desde mi óptica personal. Partiendo de mi
pensamiento y con la única intención de reforzar mi postura considero que la
mejor forma de entender los hechos es tomando algunos casos reales de la
historia, éstos tuvieron tanta relevancia en el concierto mundial que
convulsionaron la vida de la humanidad, unos, y los otros nos servirán para
reforzar el planteamiento de “Las cosas
siempre se han hecho así”.
(Continuará)
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