Colaboración de José Carlos Castellano
LA HORA
Un
señor andaba deprisa por una calle y se dirige a otro que viene en dirección contraria:
-Oiga,
¿Me podría decir qué hora es?
-Si
claro, son las veintidós horas.
-¡Joder, qué tarde!
El
señor se ofendió y le respondió cabreado:
-¡Coooño,
pregunta antes!
EL PRINCIPIO DE ARQUÍMEDES
En
el instituto, el profesor de física pregunta a un alumno:
-Antonio,
explícale a tus compañeros el “Principio de Arquímedes”.
El
alumno se queda mirando al techo y, tras unos segundos, responde:
-Todo
cuerpo sumergido en el agua, si en minutos no sale a la superficie, es que se
ha ahogado.
EL MÉNCHERO
Un
fumador llega al estanco.
-Oye,
tú… ¿tienes méncheros? - pregunta al dependiente.
El
estanquero, enojado, le dice:
-¡Pero
hombre, salude con educación y después pregunte si tenemos encendedores!
El
cliente sale de nuevo a la calle y vuelve a entrar.
-¡Hola,
buenos días! ¿Tiene usted encendedores? -pregunta de nuevo.
-Claro
que sí, señor -respondió el dependiente.
-Pues
te los metes dónde te quepan que yo lo que quiero es un ménchero -cerró el
cliente.
LA PENSIÓN
Una
persona blanca y otra de color llegan a la vez a una pensión y piden una
habitación.
En
recepción le explican que sólo queda una libre y que si lo desean pueden
compartirla.
Los
dos aceptan.
Antes
de irse a dormir, el blanco le dice al recepcionista:
-Haga
el favor de despertarme a las siete de la mañana que tengo una reunión muy
importante. Yo, dormiré en la cama de la derecha.
-Despreocúpese
usted que yo me encargaré.
El
negro era un cachondo y, cuando el blanco se durmió, le pintó la cara de color
negro.
Cuando
a la mañana siguiente el recepcionista despertó al susodicho sujeto éste se
levantó de inmediato, se fue al cuarto de baño
para asearse y, al mirarse al espejo, dijo muy cabreado:
-¡Será
gilipollas el recepcionista, pues no que ha despertado al negro! Regresó a la
cama y se acostó de nuevo.
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