Colaboración de Paco Pérez
A LA INDEFENSIÓN DE LOS FRUSTRADOS
Hace
tiempo, cuando tenía pocos años, cualquier pueblo o lugar de nuestra España
estaba perdido en el mapa para mí. Con esta información turística, propia de
comienzos de la década de los sesenta, viajé por primera vez hasta Nerja como
integrante de una excursión que se organizó en Villargordo para visitar sus
Cuevas. Pasaron los años y un día del mes de marzo, programado por un grupo de
amigos, viajamos de nuevo hasta ese pueblo para conocerlo y decidir si
pasábamos el mes de julio en él o nos íbamos a otro lugar.
Llegamos
muy temprano y aparcamos en las inmediaciones del lugar conocido como “El Balcón del Bendito”, lugar
encantador que ofrece grandes vistas hacia la montaña y hacia el mar pues está
junto a la playa de “Burriana”.
Iniciamos
nuestra visita exploradora por la calle “Carabeo”
y, finalmente, llegamos a la calle Málaga.
Una vez en ella, nos topamos con Apartamentos
“El Mirador”, entramos para
conocerlo y se nos mostró el lugar.
Al recorrerlo nos
encontramos con un bloque de tres plantas que tenía seis apartamentos en cada
una de ellas, estaba levantado cerca del mar sobre unos acantilados y, desde su
recinto, se divisaba el “Balcón de Europa”
y la playa “El Salón”. Cada apartamento
tenía dos dormitorios, salón, cocina, baño y lavadero. Otros aspectos
insuperables eran: Lugar ideal por su situación, un clima inmejorable,
aparcamiento para los vehículos en su interior, tres cuartas partes del lugar
con pinar… ¿Se podía pedir más?
La decisión de quedarnos en
él fue unánime y por aquella decisión ya llevamos en este pueblo 27 años. Durante
este tiempo, poco a poco fuimos entrando en contacto con el pueblo y sus gentes
y, al hacerlo, comprobábamos que eran unas personas sencillas y acogedoras. Desde
entonces, hemos podido apreciar que para quienes nacieron en él y para los que
hemos venido de otros lares, es el mejor lugar para vivir en cualquier estación
del año y, además, por poderlo hacer con tranquilidad y sin grandes
sobresaltos,
es decir, en él se pueden encontrar muchos elementos que son necesarios para
ser felices. Opino así porque es verdad lo que siento y no lo digo para hacer
propaganda de este pueblo porque en estos días es muy conocido ya y nadie
necesita un guía para llegar hasta él.
Este
sentimiento no es fruto de un calentón sino de la realidad que vivo a diario y que
me ha ayudado a paladear, durante años, lo que es vivir la vida sin aburrimiento, uno de los elementos
que más valoro como alimento de mi felicidad. No obstante, reconozco que este
factor no es el único que debemos considerar para alcanzarla pues nos llevaría
a convertir en monótonas nuestras vidas y eso anclaría nuestro progreso
personal. Para evitarlo, deberemos aceptar que necesitamos evolucionar (lo que no hacen los políticos) porque, de hacerlo así, estaríamos luchando para dar cada
día un paso hacia adelante que sería el inicio de una nueva actividad, que esta
intención evolutiva nos transformaría de inmediato el espíritu y que nos
empujaría a embarcarnos en una aventura ilusionante y transformadora, la que
necesita España.
Si
algún día logramos actuar así, mientras alcanzamos el objetivo propuesto,
nuestra mente estará libre de preocupaciones, nuestra vida caminará por el
sendero de la felicidad y el tiempo pasará rápido… ¡¡¡Compadezco a quienes se pasan el día mirando el reloj y la TV!!!
En
este pueblo hay un lugar que acoge cada mañana a un ramillete de ancianos en
sus bancos de madera y metal. Ellos han convertido su visita en un rito
rutinario pues suelen ser los mismos, acuden a la misma hora, se saludan al
llegar, se acomodan en la dura madera y, sin saber explicar cómo y por qué, un
día más arranca la tertulia.
Los
que acuden son personas cuyas formas de pensar son parecidas en algunos temas y
en otros diferentes, esa realidad hace que no haya unidad en los planteamientos
que se proponen y entonces la ironía de algunos se desliza en el ambiente y esto
hace que la tozudez de otros haga que salten chispas.
El
lunes, el día después del 26-J, se respiraba en esa tertulia un ambiente de
euforia lógico porque ellos consideraban que por fin íbamos a tener en España, de
nuevo, Gobierno. Lo que les
inspiraba esa euforia no era el color de quienes habían ganado sino que los
españoles sensatos habían impedido con sus votos, gracias a los resultados obtenidos…
¡¡¡Que no gobernaran quienes desean hacerlo
aquí con el modelo que en Venezuela reina con dictadura, opresión, cárcel y
hambre!!!
Estaban
relajados porque consideraban que sus pensiones ya no correrían peligro, que la
ayuda de dependencia no los abandonaría, que podrían seguir ayudando a sus
hijos y nietos y, algo muy importante, los supermercados y las farmacias seguirían
funcionando, lo que añoran los venezolanos
después de quitárselo el régimen dictatorial del Sr. Maduro…
Ayer
volví a pasar por el lugar y pude comprobar que ya no estaban tan eufóricos, yo
afirmaría que estaban muy cabreados… ¿Por qué?
Antes
de llegar hasta ellos observé, desde lejos, como gesticulaban y cómo sus voces se
escuchaban más altas de lo que era cotidiano en la reunión. Cuando llegamos
hasta ellos los saludé, como hago cada día al pasar por allí, pero esa mañana estaba
un anciano conocido, nos saludó y, saliendo a nuestro encuentro, llamó mi
atención así:
-
¡¡¡Amigo, espere un momento, necesito
que me aclare unas dudas!!!
Nos
confirmó que estaban hablando de las
elecciones del domingo, de las noticias que ahora se daban en la TV sobre la
futura formación del Gobierno, de las declaraciones de unos y otros, que todos los
ancianos estaban muy cabreados porque temían que se tuviera que repetir la
desagradable experiencia de antes y,
finalmente, me dijo:
Yo
había recibido una viñeta por Washapp y en ella se mostraba la evolución de los
saludos que las personas con tintes políticos de España han hecho y hacen a lo
largo del tiempo.
Le
hablé de ella y la acompañé de una opinión ligera sobre los hechos pero centrada
en el mensaje que daba cada una de las partes de esa imagen. También le hablé de
las mentiras que, para mí, encerraban las dos primeras y la realidad que se
recogía en la tercera… ¡¡¡Corrupción
muy generalizada en los partidos y ausencia de dignidad en muchos de sus políticos!!!
No
sé si comprendió las palabras que usé para tranquilizarlo, si habló después a
sus compañeros de tertulia sobre lo que habíamos comentado y si ya están los
pobres ancianos más tranquilos.
Después de despedirnos
decidí relatar lo que se comenta junto al agua porque podría ayudarnos a conocer
cómo está el ambiente por aquí y, de paso, reflexionar sobre la realidad actual
que vivimos, la que nos ha llevado a unos segundos comicios y la que nos puede
llevar a unos terceros por las mismas razones que antes, ambición personal y
poca generosidad para salvar a España de sus problemas…
¡¡¡Los ciudadanos españoles sólo son
tenidos en cuenta cuando tienen que votar y, al día siguiente, retornan al
olvido y sólo les queda reunirse donde haya bancos de madera o metal para
quejarse y dar voces!!! ¿Por qué no vienen ahora los señores políticos por
los pueblos para preguntar a “los sin
voz” qué opinan de la función que nos ofrecen a diario en el circo de
España?
Yo
formo parte de ese grupo y también estoy muy cabreado por lo que han hecho algunos
señores de la política nacional… ¡¡¡Una profesión
bien remunerada y un instrumento adecuado que les permite
adquirir un nivel económico superior al de esa ciudadanía que tanto manosean
antes de las votaciones y que abandonan a su suerte al día siguiente de
celebrarse éstas!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario