Colaboración de Paco Pérez
EL TÍO DEL CARRO
La
familia de Juan Vicente García Aznar
“Peluca”, por parte de madre, era originaria de Puerto Lumbreras (Murcia)
pero sufrieron en aquella región de España una sequía que duró siete años y por
esa razón sus componentes decidieron abandonar el lugar para intentar
sobrevivir lejos de allí.
Como
eran varios hermanos decidieron que no se acomodarían para rehacer sus vidas en
los mismos pueblos. El abuelo de Antonio
Aznar siguió ruta hasta La Rioja
y el abuelo materno de Juan Vicente
“El Tío del Carro” vino hasta Villargordo. Este señor nació en 1880 y
murió en 1945.
Le
pusieron ese apodo porque en aquellos años no había en nuestro pueblo carros y
al venir él con el suyo y ser forastero pues la gente del pueblo cuando tenía
que referirse al nuevo vecino o a sus familiares, como no lo conocían, comenzaron
a identificarlos como “El Tío del Carro”,
la mujer del “Tío del Carro” o los
hijos del “Tío del Carro”. El
padre de Antonio Aznar, tío de Juan Vicente, era conocido como Alonso “El del Carro”.
Alonso se llevaba muy
bien con Tomás Castellano “Calderas”
porque le hacía algunas labores agrícolas.
Éste tenía una era dentro del viejo campo
de fútbol, en ella sacaba en verano las cosechas de semillas y también era
utilizada para lo mismo por el Sr.
Alonso. Por estas razones entre ambos nació una buena amistad, ligaban con
frecuencia y echaban algunas juergas de tragancia en “El Tropezón”. Según nos comentó en más de una ocasión nuestro
inolvidable amigo Juanito, a los dos
les encantaba la carne y, sobre todo, las “cabezas
asadas”. De vez en cuando, le encargaban que les preparara una de cerdo
bien grande, los dos eran ya mayores pero cada uno liquidaba con solvencia su
mitad, una buena ración de vino blanco de “Los
Marcos”, café y unas copas de coñac.
Después se marchaban a casa y dormían como un recién nacido, no tenían
problemas con la digestión… ¡¡¡Para que
digan que es malo cenar fuerte!!!
Alonso era muy
aficionado al fútbol y a Tomás le
daba igual pero cuando Villargordo jugaba siempre iban los dos juntos, parecían una
pareja de guardias civiles. Se iban temprano para sentarse en el borde de la
era pues al estar ésta más elevada que el terreno de juego había un escalón que
hacía de grada y ellos la usaban de asiento. Tomás se guiaba por los comentarios de Alonso y al escucharlo gritar, con frecuencia, él también increpaba
al árbitro con su expresión favorita:
-
¡¡¡Árbitro, vaya pajarete que estás hecho!!!
Alonso era un hombre
pacífico y poco hablador en su vida diaria pero, cuando él consideraba que el
señor de negro se estaba portando mal con el equipo de nuestro pueblo ya perdía
la compostura y le gritaba en tono amenazante así:
-
¡¡¡Árbitroooo, como coja una toscaaaa te vas
enterar bien!!!
Raro
era el partido que no soltaba esta amenaza.
A botepronto se me ocurren algunos apodos de los que me gustaria saber algo: Porroncho, Esquilaor, Tufa, Bizcocho,El Chisque, Botana, El Zurdo, El Serio, El Pelotas, El Tropezon, La Morralera, Los Pancho etc,etc
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