sábado, 4 de mayo de 2019

JESÚS RESUCITADO


Colaboración de Paco Pérez
LES AYUDÓ Y ENSEÑÓ A COMPARTIR
La tercera aparición de Jesús fue en la playa del lago esperando el regreso de los pescadores nos ayuda a comprender que debemos dar la cara por Él en los ambientes donde vivamos; que no nos ocultemos asustados, como hicieron los discípulos después de su muerte; que divulguemos la “Palabra” allá donde estemos y que lo hagamos con espíritu de servicio hacia los demás.
En la escena de la “pesca milagrosa” se evidencia que Él les ayudó a llenar las redes y los enseñó a compartir, ofreciéndoles la comida que tenía preparada para ser ingerida y proponiéndoles que ellos también aportaran algo. En la convivencia hay que compartir pero también se debe aportar lo que cada uno pueda, así nadie será una rémora para los demás.

Los discípulos cambiaron de actitud después de la muerte y resurrección de Jesús pues tras las apariciones perdieron el miedo, ya no se escondieron y nos trazaron el camino de la “Iglesia en salida” contando, a quienes se les acercaban, las vivencias que tuvieron al lado de Jesús.
Como sus testimonios iban calando con fuerza entre las personas sencillas pues se formaron pequeñas comunidades cristianas que vivían ayudándose como verdaderos hermanos. Estas realidades comenzaron a preocupar al poder religioso del lugar y al político de Roma, todos recelaban de ellos otra vez y a poner en marcha acciones opresoras contra ellos.
¿Cómo lo hicieron?
Lo comprobaremos si leemos HECHOS 5, 27B-32. 40B-41:
[En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles y les dijo:
- ¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.
Pedro y los apóstoles replicaron:
- Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen. Prohibieron a los apóstoles hablar en nombre de Jesús y los soltaron.
Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús.].
En el Imperio Romano se enseñaba: [El emperador es el señor del mundo.].
Los cristianos no dudaron en oponerse y les contrapusieron este mensaje: [¡Jesús es el Señor de Señores!].
Roma no tardó mucho en ordenar las persecuciones contra ellos y muchos cristianos sufrieron el martirio.
Esta nueva situación era la consecuencia de los argumentos egoístas del poder, éste los acusaba de que eran perturbadores del orden social pero la realidad era otra… ¡¡¡Los intereses económicos de los dirigentes!!!
Han pasado muchos años pero la realidad nos enseña que en el S. XXI los dirigentes políticos todavía ordenan “persecuciones” y, aunque éstas sean de otra índole, la realidad es que la persecución está presente en cualquier acción injusta, sea cual sea ésta y afecte a quienes afecte.
En el pasado eran “intereses económicos”… ¿A quiénes oprimían para conseguir sus objetivos?
Las capas más desfavorecidas de la sociedad eran arruinadas mientras que los poderosos cada vez tenían más poder.
En nuestros días se habla de mejorar las políticas sociales para ayudar a los desfavorecidos pero cuando acaba el recuento de los votos ya se olvidan de las promesas y nos administran procurando apuntalar el edificio donde están viviendo y eso se consigue con presupuestos que reviertan en apoyos para el gobernante, más deuda pública, menos trabajo y más miseria social para quienes ya vivían agobiados en las capas bajas de la sociedad.
Cuando gobiernan prometen pero después, una vez sentados en el sillón, gobiernan aplicando injusticias de toda índole y así, en nuestros días, estas personas desfavorecidas se convierten en mártires. ¡¡¡Abran la caja tonta y verán llorar a Venezuela, Sri Lanka y otros lugares, ahí encontraremos a los nuevos perseguidores!!!
Las persecuciones comenzaron durante el S. I y, a finales de él, San Juan escribió el Apocalipsis para animar y ayudar a los cristianos de las pequeñas comunidades que se habían formado porque estaban sufriendo con las persecuciones decretadas contra ellos por esta clase de dirigentes, también lo hizo porque la repetición de esos hechos adversos les hacía pensar que el Señor los había abandonado pero con la muerte y resurrección de Jesús se derrumbó esta creencia.






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