Colaboración de Paco Pérez
VID, UVA, PIEDRA ANGULAR…
En
la antigüedad, cuando en el pueblo de
Israel hablaban o escribían, empleaban con frecuencia imágenes o figuras para
facilitar la comprensión de sus mensajes. Ejemplos:
- La vid, bienestar y riqueza.
– La hoja de vid, signo gráfico de vida.
– La viña y las cepas, señalan al pueblo de Israel.
– El “amor de Dios que une el Cielo y la Tierra” quedó simbolizado en el Cantar de los Cantares (7, 13) en las palabras de una esposa a su marido: [Madrugaremos para ir a las viñas; veremos si brota ya la vid; si se entreabren las flores; si florecen los granados, y allí te daré mis amores.].
- En Números 13, 23 encontramos la imagen del cumplimiento de la promesa que Dios hizo al pueblo de Israel sobre la abundancia que encontrarían en la “Tierra prometida”: [Llegaron hasta el valle de Escol, cortaron un sarmiento con racimos de uvas que trajeron dos en un palo, granadas e higos.].
Isaías también empleó las imágenes para comunicarles qué pensaba hacer el Señor con su pueblo y el porqué de su acción contra ellos.
Después, por el desengaño recibido, decidió que su esfuerzo no había sido recompensado por aquella tierra ingrata, lo destruiría todo y se despreocuparía de aquel terreno.
En nuestros días podríamos ver representados en esta postura a quienes se ven maltratados por la actuación de las malas personas que los estafan con promesas que no se cumplen después pero sí los dejan sin trabajo, ahorros, casa y en la calle.
En Mateo 21, 33-43 está la parábola que Jesús les expuso para que comprendieran el porqué del diálogo crispado que tuvo con las autoridades religiosas en el Templo y las imágenes que empleo para que lo comprendieran:
- El propietario de la viña es Dios.
- La viña, el pueblo de Israel.
- La plantación y los cuidados, son el amor de Dios hacia su pueblo.
- Los labradores, representan a los dirigentes.
- El fruto, es el amor, el derecho y la justicia.
- Los criados enviados, los profetas.
-El envío repetido de personas, la constante llamada de Dios a la conversión.
- El Hijo y heredero, es Jesús.
Los que le escuchaban comprendieron que iba dirigido a ellos y tuvieron este diálogo. Leemos Mateo 21, 40-41:
[Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?
[Y Jesús les dice:
Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente.].
Porque donde Él vivía, cuando se hacía una edificación nueva, la primera piedra que ponían era la que guiaba al resto de la construcción y por eso le llamaban “piedra angular o fundamental”.
Su respuesta no fue para confirmarles su propuesta de condena sino lo contrario, Él no había venido a destruir sino a construir y por eso Él sería la “piedra angular” de la Iglesia.
Pablo escribió a los filipenses porque la comunidad cristiana que fundó tenía problemas. Él, desde la distancia, trató de orientarlos y animarlos a presentarse cada día al Señor en oración, les aconsejó que lo hicieran sin preocupaciones al hablarle de sus miserias, le dieran las gracias por lo que habían recibido de Él, le pidieran perdón por sus errores, que confiaran en él y así, sus necesidades, serían atendidas.
- La vid, bienestar y riqueza.
– La hoja de vid, signo gráfico de vida.
– La viña y las cepas, señalan al pueblo de Israel.
– El “amor de Dios que une el Cielo y la Tierra” quedó simbolizado en el Cantar de los Cantares (7, 13) en las palabras de una esposa a su marido: [Madrugaremos para ir a las viñas; veremos si brota ya la vid; si se entreabren las flores; si florecen los granados, y allí te daré mis amores.].
- En Números 13, 23 encontramos la imagen del cumplimiento de la promesa que Dios hizo al pueblo de Israel sobre la abundancia que encontrarían en la “Tierra prometida”: [Llegaron hasta el valle de Escol, cortaron un sarmiento con racimos de uvas que trajeron dos en un palo, granadas e higos.].
Isaías también empleó las imágenes para comunicarles qué pensaba hacer el Señor con su pueblo y el porqué de su acción contra ellos.
Después, por el desengaño recibido, decidió que su esfuerzo no había sido recompensado por aquella tierra ingrata, lo destruiría todo y se despreocuparía de aquel terreno.
En nuestros días podríamos ver representados en esta postura a quienes se ven maltratados por la actuación de las malas personas que los estafan con promesas que no se cumplen después pero sí los dejan sin trabajo, ahorros, casa y en la calle.
En Mateo 21, 33-43 está la parábola que Jesús les expuso para que comprendieran el porqué del diálogo crispado que tuvo con las autoridades religiosas en el Templo y las imágenes que empleo para que lo comprendieran:
- El propietario de la viña es Dios.
- La viña, el pueblo de Israel.
- La plantación y los cuidados, son el amor de Dios hacia su pueblo.
- Los labradores, representan a los dirigentes.
- El fruto, es el amor, el derecho y la justicia.
- Los criados enviados, los profetas.
-El envío repetido de personas, la constante llamada de Dios a la conversión.
- El Hijo y heredero, es Jesús.
Los que le escuchaban comprendieron que iba dirigido a ellos y tuvieron este diálogo. Leemos Mateo 21, 40-41:
[Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?
[Y Jesús les dice:
Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente.].
Porque donde Él vivía, cuando se hacía una edificación nueva, la primera piedra que ponían era la que guiaba al resto de la construcción y por eso le llamaban “piedra angular o fundamental”.
Su respuesta no fue para confirmarles su propuesta de condena sino lo contrario, Él no había venido a destruir sino a construir y por eso Él sería la “piedra angular” de la Iglesia.
Pablo escribió a los filipenses porque la comunidad cristiana que fundó tenía problemas. Él, desde la distancia, trató de orientarlos y animarlos a presentarse cada día al Señor en oración, les aconsejó que lo hicieran sin preocupaciones al hablarle de sus miserias, le dieran las gracias por lo que habían recibido de Él, le pidieran perdón por sus errores, que confiaran en él y así, sus necesidades, serían atendidas.
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