lunes, 19 de febrero de 2018

LA CELEBRACIÓN DEL CARNAVAL EN VILLARGORDO (JAÉN)


Colaboración de Paco Pérez
Capítulo II
MANOLILLO “EL DE VISITACIÓN”
Cuando acabaron los aplausos las presentadoras regresaron al punto de partida para recodar a Manolillo, el gran impulsor de esta FIESTA. Lo hicieron con la sana intención de intentar conseguir que, después de este año, el recuerdo de este inolvidable villargordeño perdure entre los jóvenes y así su trayectoria como autor e intérprete de “LETRILLAS de CARNAVAL” no se pierda. Si esta fiesta tiene alguna historia rancia que sea merecedora de ser recordada y contada es por el legado dejado por él. Manuel nació en 1910, en un lugar muy popular para los pueblos de Mengíbar y Villargordo, en el “Molino de Agudo”, edificación situada junto al puente que hay sobre el río Guadalbullón. En el momento de venir al mundo sus padres estaban trabajando en él como caseros. Allí dio sus primeros pasos y un tiempo después, como es normal en los jóvenes, se enamoró de Agustina Jiménez Jiménez, se casaron y tuvieron cinco hijos: Visitación, Francisca, Juan Antonio, Miguel y María del Carmen. Para ganar el sustento de la familia trabajó siempre en las labores del campo como obrero agrícola.

Decir de Manolillo que ha sido el compositor más genial que hemos tenido para las letras de las comparsas carnavalescas no es exagerar y sí decir la verdad porque él conocía el pueblo y sus gentes a fondo debido a sus relaciones con ellos en el mundo laboral. Si a esta circunstancia le unimos la gracia que tenía para comunicar las cosas, sus ocurrencias, su genio creador para decir dicharachos y, además, lo ponemos de protagonista en sus canciones pues nos resulta el personaje inolvidable que fue.
Este hombre reunía, además, las condiciones de investigador, recopilador de datos, escritor, poeta, músico y actor cómico. De no ser así jamás hubiera podido componer esas letras maestras que nos dejó y que ya forman parte de la historia “CANAVALESCA” de nuestro pueblo.
Sus “Comparsas” las formaba con los hombres y mujeres que trabajaban con él en las cuadrillas como braceros cuando segaban el trigo o la cebada, quitando las malas hierbas a las siembras o recolectando la aceituna. Todos querían participar en ellas porque se lo pasaban muy bien en los ensayos, en los días de la fiesta y, además, porque recibían regalos de los paisanos, cuando les cantaban sus coplas por las calles, los que les venían muy bien en aquellos años de penuria económica pues sacaban unas buenas pesetas, según contó él a Pepe GómezPorroncho” y a Paco Pérez en una visita que le hicieron con sus alumnos cuando ya estaba muy mayor.
Los días de la fiesta recorrían las calles y plazas del pueblo, siendo en esos escenarios callejeros improvisados donde representaban sus actuaciones.
Fueron numerosas sus creaciones pero se recuerdan, de manera muy especial, dos que fueron rescatadas en conversaciones mantenidas con familiares de los protagonistas o con vecinos de aquella época por José Carlos Castellano Calles. Me refiero a las canciones tituladas “LA RIADA DE JOSÉ IGNACIO” y “EL ACEITE DE LOS CHARCONES”.
Hoy vamos a recordar la segunda y, para que se comprenda bien porqué escribió Manolillo esta canción, empezaremos por hacer una breve reseña de la historieta que la inspiró.
Él vivía junto a José “El del huerto” y como frente a su casa pasaban al descubierto, y aún pasan, los desagües del pueblo pues los vecinos observaron que durante la recolección de la aceituna bajaba algún aceite cuando las cooperativas soltaban las jamilas resultantes de la molienda.
Los villargordeños, en esas fechas, hacían pozas junto a la reguera y luego castraban el aceite que flotaba sobre el agua al quedar retenidas en ellas las jamilas. Cuando llevaban a casa la mezcla recogida ésta la usaban después para hacer jabón casero y lavar con éste la ropa.
Una noche bajaron a castrarlo una abuela, la nieta y el novio. Como la casa de Manolillo tenía una situación privilegiada pues los hechos que observó los plasmó con su humor en la letra de su canción.
EL ACEITE DE LOS CHARCONES
De los que cogen aceite,
en el huerto de José, te contaré.
Lo sé porque vivo enfrente,
y lo que pasaba,
yo me enteraba muy bien.

Una noche vi a unos,
con un candil y un latón,
y al llegar a la reguera,
corría aire y el candil
se les apagó.

Oí que decía una:
Aquí estaremos mejor,
juntos los dos.
Y si me manchó la ropa,
como llevo aceite
haré bastante jabón.

Subieron para su casa,
y a la madre le decía:
- He cogido mucho aceite,
pero de manchas
traigo la ropa perdida.

- Alto mejor te lavaras
y te quitaras el mandil.
- Yo culpa de nada tengo,
si con el aire
se apagaba el candil.
Una señora mayor que estaba en el “Salón de Actos”, Juanita Acosta, cuando escuchó la letra que leía la presentadora le pidió el micrófono y la cantó. La escena vivida fue inolvidable y muy emotiva.
Gracias a la recopilación realizada por Tomás Lendínez García, se recordó que esta Fiesta tenía sus desfiles diarios y en el último, como “Final de fiesta”, había uno que reunía unas características especiales… ¡El entierro de la sardina!
Ese día, desfilaban las comparsas con esa escenificación. Ésta era una representación “satírica-burlesca” de un “entierro” en él que tomaban parte un gran número de vecinos, todos iban vestidos de riguroso luto y caminaban muy tristes y silenciosos, unos, y otros lo hacían dando fuertes gritos y lastimeros suspiros, aquí también desfilaban las populares lloronas de los entierros, las que cobraban por hacerlo.
Como vivimos en una comunidad de cultura religiosa católica pues el ritual también incluía un supuesto sacerdote y sus monaguillos, éstos iban detrás de quienes encabezaban el cortejo fúnebre y los hombres que llevaban a hombros una caja de la que colgaban unas sardinas.
Algunas comparsas sustituían la caja por una caña vertical y otra, más pequeña, atada sobre la primera en horizontal para formar con la mayor una cruz. De ésta última se ataban las sardinas por la cola.
El espectacular cortejo alternaba los llantos y el canto de canciones. Recordemos una de esas letras:
[Ya se ha muerto la sardina,
ya la llevan a enterrar,
entre cuatro monaguillos,
el cura y el sacristán.

La sardina ya se ha muerto
y la llevan a enterrar,
no cabiendo en la calle
la gente que va detrás.]
Esta fiesta de origen pagano se implantó para dar rienda suelta a los instintos carnales y así poder aguantar después los cuarenta días de privaciones que se avecinaban a los creyentes cristiano-católicos por la Cuaresma. La tradición marcaba tres días de duración, los anteriores al “Miércoles de Ceniza”, día de inicio de la Cuaresma.
A continuación las presentadoras despidieron al PASADO y dieron la bienvenida al PRESENTE para que los artistas del momento nos ofrecieran sus obras y con sus aciertos literarios, musicales y dramáticos pudiéramos pasar una noche inolvidable.
Antes de pasar a ver la actuación del “SEÑOR DE LOS GRANILLOS” quiero resaltar, desde aquí, la figura de Juan Benigno Agudo Delgado, conocido popularmente también como “JB”.
¿Se han preguntado mis queridos paisanos qué “testimonio gráfico” tendríamos desde hace algunos años de nuestros eventos, fueran de la clase que fueran, hiciera calor o frío y aunque cayeran chuzos de punta?
Si no hubiera estado presente con su cámara el amigo Juan, probablemente, tendríamos poca documentación y por ello la historia actual se diluiría poco a poco con el paso de los años.
Por esta labor callada e impagable le doy mi reconocimiento público a su labor incansable pues gracias a sus reportajes los villargordeños que por razones diversas no asisten a ellos después pueden verlos en sus fotos o vídeos… ¡¡¡Gracias, Juan!!!
Su buena pasta la ha dejado patente grabando el “Festival”, incluida la canción que le dedicaron, y su posterior publicación en vídeo.
Ahora, para ver y escuchar las canciones deberán hacer un clic en las palabras escritas en mayúscula, y tintadas, de cada uno de los títulos.
Estas son las CANCIONES:
1.- La línea AMARILLA entre “Cerote” y “Alberfas”.
2.- El CLUB de los “MontansCicletas”.
3.- Paquita, ARROBA, sois unos cabrones punto es.
4.- Del “Despacito” al “DESPACHITO”.
5.- El Agudo JUAN.
6.- Y se MARCHÓ, la Cooperativa triste se quedó.
7.- MAGUILA dime porqué. 
8.- El KIOSCO de Barrera. 
9.- Horror en los HIPERMARCADOS.


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